lunes, 13 de junio de 2022

Érase un país tan pobre que gritaba más fuerte un gol que una injusticia, de Forges

 30/5/22

Soy consciente que mi texto de hoy, puede provocar reacciones detractoras pero me resbala, si me callo ante una obviedad, no sería yo, y mis principios no se negocian.
El deporte es muy sano y beneficioso.
El ocio es fundamental para desconectar de problemas y circunstancias vitales cotidianas. La combinación de ambos tienen óptimas aportaciones pero sin fanatismos, ni otras parafernalias que en ocasiones rozan el ridículo y la obsesión más absurda.

Cada vez que escucho o leo: "Hemos ganado", "Somos campeones"....me pregunto irónicamente: ¿Éstos van en nómina con su equipo de fútbol favorito? ¿Tienen un plus económico o son sus patrocinadores? O tal vez....¿ Les mandan una réplica del trofeo a casa?.
🤔
Tíos millonarios en pantalón corto pegando patadas a un balón...¿Héroes nacionales?
Para mí la heroicidad se la llevan esos padres/madres de familia que les cuesta sudor y lágrimas ganar mil euros, y hacen milagros para llegar a fin de mes.
Muy respetable por mi parte las devociones de cada cual hacia lo que les plazca, pero habría que tener en cuenta que el postureo y el fervor futbolero no solucionan el mundo, y la coherencia tendría que estar por encima de nimiedades.
En España por desgracia somos campeones en ignorancia y pasividad.

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