miércoles, 29 de diciembre de 2021

Así consigue un laboratorio multiplicar por 1.000 el precio de un medicamento.

 elpais.com

La gran estafa mundial:
El fármaco llevaba 30 años en el mercado a 6,96 euros la caja para tratar algunos cálculos biliares, pero se descubrió que también servía para curar una enfermedad rara. Ahora, tras una operación estratégica del laboratorio, Leadiant Biosciencescuesta 140 euros cada pastilla

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Las dos izquierdas latinoamericanas, de Alexis Cortés

 Rogelio Cedeño CastroAmérica en Resistencia   29/10/21

De Alexis Cortés: "La izquierda latinoamericana debe dar respuesta a la emergencia climática tanto como a la necesidad de estructurar un proyecto de desarrollo distributivo y de integración.
En un artículo publicado en 2006 que llegó a ser bastante influyente, Jorge Castañeda buscó trazar una línea divisoria entre los distintos gobiernos de cuño progresista
de la región que por esa época protagonizaban el «ciclo progresista» u «ola rosa».
Castañeda distinguía entre dos izquierdas: una correcta, de carácter moderno,
reformista, global y de mente abierta, y otra incorrecta, de tradición populista,
radical, nacionalista, de mente cerrada y de acciones estridentes.
REBELION.ORG   Por Alexis Cortés | 29/10/2021

De aquel momento al presente, esa distinción parece estar medianamente superada, no solo por la capacidad que tuvieron las candidaturas de derecha de arrebatarle primeras magistraturas a ambos tipos de izquierda —afectando una de las principales características del ciclo: la capacidad de reelegirse y mantenerse en el poder— sino, sobre todo, por el fracaso de una de las principales referencias del ideal de «izquierda correcta» en el análisis de Castañeda. La Concertación de Partidos por la Democracia de Chile entró en una crisis terminal que acabó por entregarle dos veces el gobierno al derechista Sebastián Piñera, a pesar de sus intentos por incorporar elementos más propios de lo que —para Castañeda— sería la «incorrección política», en un esfuerzo por responder al creciente malestar de la población con las consecuencias sociales y económicas de un neoliberalismo avanzado y extremo.
Las dos izquierdas latinoamericanas – Rebelion

Las dos izquierdas latinoamericanas – Rebelion
¿Desarrollismo versus «buen vivir»? Las dos izquierdas latinoamericanas TwitterFacebookemail Por Alexis Cortés | 29/10/2021 | América Latina y Caribe Fuentes: Jacobin [Foto vía CELAG] La izquierda latinoamericana debe dar respuesta a la emergencia climática tanto como a la necesidad de estruc...

martes, 28 de diciembre de 2021

Guaridas de Lobos, de X. M. Núñez Seixas

 Lucio Martinez Pereda  5/12/21

¿Qué hacer para impedir que los lugares de memoria del fascismo se conviertan en espacios de culto para el neofascismo?



Estos días grises, mientras se disuelven como burbujas los sueños de una sociedad plenamente participativa, de Ángel Escarpa

 Ángel Escarpa Sanz

Honores para García Lorca  18/12/21

Paseo por esos barrios obreros en estos días previos a la Navidad.
En medio de tanta grisura, cuánta necesidad de luces, de belenes, de alcohol, de regalos, de banales mensajes con el móvil, de papás noeles trepando por las fachadas, de botellón, petardos, para escapar de estos días grises, mientras se disuelven como burbujas los sueños de una sociedad plenamente participativa, un mundo más justo. Más que Navidad esto parece Carnaval.
Todo es consumo, todo es huida, todo es ruido, y nada más.
Si algo tengo que reprocharles a los líderes de la izquierda es que no han sabido o no han querido traer a estos barrios la voz de la República, esa pintada mínima, ese mensaje alentador que nos recuerde que no somos clientes, no somos mercancía: SOMOS CLASE OBRERA.
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Javier Maroto. Hipocresía. PP. Derechas

Blas Soto   10/12/21




Entrevista al psicoanalista Luciano Luterau por su libro de El fin de la masculinidad. Cómo amar en el siglo XXI

 Por Romina Calderaro   27 de octubre de 2021

"Hoy por hoy casi nadie quiere amar aunque digan lo contrario"



La "huida" de los varones. La "clinica" del soltero. La retracción de los hombres para concretar encuentros. El desconcierto frente a los cambios del siglo XXI, feminismos incluidos. El poliamor mal entendido. Las aplicaciones de citas, a medida del deseo masculino. Esos fueron algunos de los tópicos que el autor abordó en un evento exclusivo para soci@s de PáginaI12.


"Hoy por hoy casi nadie quiere amar, aunque digan lo contrario". "Nuestra época es la de la huida de los varones". "No creo que los solteros sean discapacitados, sino personas que eligieron un modo de vida basado en desconocer el compromiso con el otro". "Hoy consultan muchas parejas que no llevan ni un año juntas porque hay una dificultad para consolidarse, para pasar del `juntos´ al `nosotros´. "Las aplicaciones de citas están diseñadas principalmente para varones y son de mucha vulnerabilidad para las mujeres". "El poliamor está muy lejos de ser una autorización para mantener relaciones simultáneas".

Afirma Luciano Luterau, psicoanalista, doctor en Psicología y en filosofía recibido en la UBA. Luterau es una de esas personas con las que se podría charlar horas sobre vínculos afectivos. Acaba de publicar en Paidós El fin de la masculinidad. Cómo amar en el siglo XXI, un libro en el que se propone pensar los cambios en las relaciones amorosas entre varones y mujeres que produjeron los feminismos, sí; pero también el efecto de la neoliberalización del ser humano en esos lazos. Tan vertiginosos fueron los cambios, que cree que las categorías de "obsesivos" e "histéricas" que planteó el psicoanálisis en su etapa de consolidación deberían reemplazarse por las de "seducción" para ellos e "intensidad" para ellas, según verifica en las historias que escucha en la clínica. 

Luterau cree que hombres y mujeres viven un gran desconcierto para vincularse porque falta una "codificación" para encarar las transformaciones y está convencido, como dice en el libro, de cuál es el problema de su generación, que comienza a pisar los 40 años (...)

lunes, 27 de diciembre de 2021

Amnesia histórica y ultraderecha, de Maria Toca

 Maria Toca CañedoLA COMMUNE   5/12/21

Hay libros providenciales que le siembran a una la mente para dejar un germen perdurable. Son una suerte que confirma la causalidad de la vida y nos llevan de la mano conformando el pensamiento, las emociones y hasta el entendimiento. Los Amnésicos es uno de esos libros.

Llegó a mí por algún consejo olvidado, tanto que cuando lo recibí ni sabía la intención que me guio al pedirlo…Pronto, al volver las primeras páginas, supe que ese libro se cruzaba en mi camino para darme respuestas. Varias respuestas y algunas de ellas, perturbadoras. Respuestas al dilema que nos solemos encontrar a lo largo de la trayectoria vital de las personas a las que la política, la sociedad y la historia, nos apasiona.

Los Amnésicos es un largo ensayo de Geraldine Schwarz, periodista germano francesa que dedicó años de su vida a la investigación intentando darnos, sobre todo darse, la trayectoria vital de la vieja Europa por el siglo XX y el XXIShwarz, a la vez que realiza una exhaustiva investigación sobre la historia de Alemania, Francia y otra más sencilla por Italia, Polonia, Hungría, Eslovenia, incluyendo también países no tan determinantes de las dos guerras mundiales, como digo, a la vez que investiga por la historia nos cuenta la peripecia vital de su propia familia.

Una familia burguesa, tranquila, sin aspavientos, tanto la parte francesa por parte de madre como la germana por el padre. Nos cuenta la forma en que sus progenitores se enfrentaron a ser hijos de una situación histórica tan genuina y dramática hasta llegar a su propia experiencia vital.

El abuelo de Schwarz fue un Mitläufer (los que se dejaron llevar por la corriente, la masa no critica). Jamás participó de la ideología nazi ni se implicó en nada conflictivo, solo militó en el NSDAP como forma de facilitar sus negocios. Supo aprovechar la coyuntura de que su socio era judío para comprarle su parte de la empresa a bajo precio antes de que los nazis la expropiasen. Hay pasajes dolorosos en el libro donde Geraldine cuenta con asepsia cómo el abuelo pleitea con el antiguo socio cuando el gobierno alemán decide resarcir a los judíos por el expolio económico sufrido durante la Shoá. Al viejo Shwarz le “indigna” que el socio le reclame la diferencia entre lo pagado y el verdadero valor de la sociedad hasta el punto de considerarse agraviado por la ley de resarcimiento. Incluso debe de sentirse agradecido, le reprocha el viejo Schwarz a Löbmann, el socio del pleito. Enfado que dura toda la vida. Curiosa vida que torna a la víctima en victimario.

La abuela, una dulce germana amante de la familia, cuidadora abnegada de su tribu, contempla desde su calle cómo llevan a sus vecinos judíos, cómo expolian sus pertenencias y escucha la contundencia con la que las tiendas judías son arrasadas y vejados sus propietarios. Incluso, años más tarde, Geraldine se pregunta analizando el extraño lujo de un comedor que no casa con el resto de la decoración del hogar familiar, si esos muebles no salieron del expolio al que muchos alemanes se prestaban en las casas de los judíos expatriados. Las casas se sellaban, los muebles y enseres de los hogares se subastaban entre alemanes de raza pura, por supuesto, pero antes, los vecinos asaltaban algunas de las viviendas precintadas para llevarse los enseres y muebles. Una terrible reflexión que no tiene respuesta realiza Geraldine Shwarz contemplando los muebles lujosos del comedor familiar. ¿Habrá visto la dulce abuela las zapatillas de los habitantes expulsados de sus hogares cuando posiblemente entrara a saquear la vivienda expropiada? ¿Contemplaría con indiferencia, mientras sacaba los muebles, cómo languidecían las tazas del desayuno de los propietarios expoliados? Preguntas que no tienen respuesta porque la abuela murió en muerte trágica (¿pudo ser la culpa?) cuando Geraldine era apenas una niña.

Nos cuenta  la autora la admiración amorosa que la dulce abuela sentía por Hitler, el padre de la patria que una vez fletó un barco maravilloso para que la clase media alemana, que pudiera pagarlo, hiciera un viaje por el norte de Europa. El matrimonio Schwarz, disfrutó de unas magníficas e inolvidables vacaciones que nunca olvidaron por el lujo, los bailes y lo que se disfrutó en aquellos esplendorosos días que propició el III Reich. La dulce viejita admiraba de joven al jefe firme que puso orden en la caótica república y llevó carne a la boca de la gente, como le confiesa una entrevistada de los Sudetes a Shwarz “claro que nos gustó que nos anexionara Alemania. Hasta que llegó Hitler comíamos patatas, con él entró la carne en las casas. Hitler puso carne en nuestros platos” confiesa una tierna viejecita entrevistada en un geriátrico poco antes de la publicación del libro (...)