martes, 29 de abril de 2025

Microplásticos en el cerebro humano: el descubrimiento preocupa a los investigadores de la USP


 João Cunha  Meteored Brasil  21/01/2025 

La presencia de micropartículas de plástico en el cerebro, la región más protegida del cuerpo, hace que los científicos adviertan de posibles daños para la salud humana

A la izquierda, imagen de microscopía de una partícula microplástica (azul) en el pulmón y, a la derecha, en tejido cerebral. Crédito: Fernando Amato Lourenço / Universidad Libre de Berlín.

6 min

Están repartidos por todo el mundo, invisibles pero omnipresentes: en ciudades, bosques y océanos. En los organismos de los peces, de los pájaros e incluso dentro de nosotros. Los microplásticos se han convertido en una realidad ineludible, en consonancia con el vertiginoso crecimiento de la producción mundial de estos materiales. Recientes investigaciones de la Universidad de São Paulo (USP) revelaron que los microplásticos alcanzaron una de las fronteras mejor guardadas del cuerpo humano: el cerebro.

El estudio, publicado en una edición reciente de la revista JAMA Open Network, es resultado de la cooperación entre un equipo de especialistas de la Facultad de Medicina de la USP, la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo (FAPESP) y Plastic Soup, una organización no gubernamental holandesa.

Los investigadores han identificado partículas de plástico en el cerebro de ocho personas. A estas personas fallecidas, residentes en la ciudad de São Paulo desde hacía al menos cinco años, se les practicaron autopsias en el Servicio de Verificación de Fallecimientos de la capital.

Las muestras se recogieron de una parte específica del órgano llamada bulbo olfatorio. En el cerebro humano, los bulbos olfatorios son la parte del sistema nervioso central responsable de recibir primero la información relacionada con los olores. Como están en contacto con las neuronas en la parte posterior de la nariz, pueden servir como vía para la entrada de microplásticos y otras partículas.

Las muestras se sometieron a un riguroso análisis y a radiación infrarroja

Para garantizar la integridad de los resultados y prevenir los riesgos de contaminación externa, se adoptaron estrictos protocolos de higiene. Las muestras se guardaron en contenedores sin plástico e incluso la ropa del equipo de análisis se limitó a prendas de algodón.

Después del tratamiento de las muestras, fueron enviadas al Centro Nacional de Investigaciones en Energía y Materiales (CNPEM), en Campinas. Allí, fueron sometidos a una estación de trabajo especial, alimentada por Sirius, una de las fuentes de radiación sincrotrón activas más brillantes del mundo. Iluminadas con radiación infrarroja, las muestras revelaron diferentes tipos de microplásticos.

Los microplásticos que se encuentran en el cerebro son de uso común en la industria y el comercio

El polipropileno (PP) fue el tipo de partícula más común (44 %) en los fragmentos del bulbo olfatorio analizados en la investigación. Este microplástico derivado del petróleo se utiliza ampliamente en el embalaje y composición de productos de uso personal, como mascarillas desechables, piezas de vehículos y equipos médicos. La poliamida (PA), el acetato de polietileno y vinilo (Peva) y el polietileno (PE) se encuentran entre otros microplásticos identificados en las muestras.

En cada uno de los fragmentos se encontraron de 1 a 4 partículas microplásticas, con tamaños que oscilan entre 5,5 µm y 26,4 µm (micrómetro). El micrómetro es una medida que corresponde a una millonésima de metro. En estas dimensiones, los microplásticos detectados por la investigación se parecen a bacterias de tamaño mediano y son ligeramente más pequeños que una célula humana.

La ciencia investiga los efectos de los microplásticos en la salud

“La detección de microplásticos en el cerebro genera preocupación porque es el órgano más blindado del cuerpo”, destaca el químico Henrique Eisi Toma, del Instituto de Química de la USP. El cerebro está protegido por una membrana formada por tres tipos de células, la barrera hematoencefálica, que bloquea el flujo de compuestos que trae la sangre.

“Los micro y nanoplásticos son un tema importante que debe tratarse con cautela. Todo el mundo está expuesto a ellos, pero aún no se conocen bien sus efectos sobre la salud humana”, afirma el experto. Los nanoplásticos son una categoría aún más pequeña de estas partículas (1 nanómetro equivale a una milésima de micrómetro), siendo comparable al tamaño de los virus.

En el cuerpo humano, la absorción de micro y nanoplásticos suele ocurrir mediante el uso de productos que contienen estas pequeñas partículas, como cosméticos y pinturas, y la degradación de los plásticos a tamaños más pequeños por la acción de la luz, el calor, la humedad, entre otros procesos.

Según un informe de Pesquisa Fapesp, “estos materiales sintéticos pueden afectar órganos y tejidos debido a su composición química, su geometría o los microorganismos que pueden transportar, pero, por ahora, se desconoce el impacto de cada uno de esos factores”.

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OTRA COSA:  Dolmen de Guadalperal. Embalse de Valdecañas. Cáceres 

Vida y muerte sin nombre en un contenedor de Madrid, de Lourdes Barragán

Lourdes Barragán  Plaza de Prosperidad (Madrid) — 12 de marzo de 2025 

El temporal dio una leve tregua a Madrid después de más de una semana lloviendo. La ciudad amaneció esta mañana con el cielo despejado y algo de sol, para alivio de muchos paseantes. El mal tiempo ha encerrado a los vecinos en sus casas durante días y, sin embargo, ha tenido que ser horas después de que la gente volviera a pisar la calle cuando encontraron a una persona sinhogar dentro de un contenedor. Huía del frío, de la humedad y vivía entonces sus últimos momentos en el barrio de Prosperidad, Chamartín.

Se trataba de un hombre de 51 años que no tenía casa, según las primeras informaciones de la Policía Nacional. Nadie se dio cuenta de que estaba ahí hasta que abrieron el cubículo donde la gente tira ropa usada: alguien le encontró con el corazón parado y sin respiración. Los efectivos del Samur-Protección Civil no tardaron en llegar. Intentaron reanimarle con un masaje cardíaco durante al menos 30 minutos, pero ya era tarde.

La Policía Nacional lleva ahora la investigación, de la que hasta el momento solo ha trascendido que el individuo fue hallado sin signos de violencia aparente. Fuentes policiales explican a Somos Madrid que a priori lo que se baraja es que no haya sido algo provocado, sino que muriera por las condiciones de indigencia a las que parecía haberse visto sometido. Desde Emergencias agregan esta persona “no debía llevar mucho tiempo” en el contenedor, o al menos no lo parecía según el estado en el que le encontraron. Nadie de los alrededores conoce su nombre.

“Supimos que no había entrado para coger algo de su interior, sino que vivía ahí dentro, porque le hallaron con la puerta del cubo entreabierta. En esas circunstancias era fácil salir”, consideran. Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, en un breve paseo por la plaza donde apareció se plantean algunas. “Yo he hablado con él, sé que llevaba ahí desde hacía al menos cinco días”, afirma Antonio, que charlaba con otros tres hombres en un banco de la zona horas después del sobresalto.

Todos aseguran vivir en la calle –como se presupone que hacía el fallecido– y dormir en las inmediaciones de esa misma plaza. Según su testimonio, la persona encontrada en el contenedor no frecuentaba la zona, pero sí llevaban unos días viéndole por allí. “Salía de vez en cuando y entraba para dormir o resguardarse del frío. Le dije que saliera de ahí, pero no hizo caso”, asevera Antonio.

De momento existe poca forma información oficial. Si el individuo frecuentaba o no los alrededores es una de las principales dudas que surgen ahora, pues otras cuatro personas consultadas –todas insisten en que estaban por allí cerca cuando llegó la Policía– niegan haberle visto antes o saber de él.

María y Remedios son vecinas y pasean por la plaza, que está muy cerca de su casa. Lo mismo que hicieron a última hora de la mañana, cuando hallaron el cuerpo. “Nos dimos cuenta de que algo pasada cuando empezó a concentrarse tanta gente en el mismo sitio. Lo encontraron dentro, a saber cuánto llevaría allí”, remarca una de ellas, que no llegó a vislumbrar a los agentes en ese momento.

Quien sí llegó a escuchar las ambulancias o las sirenas de vehículos policiales es Samantha, que trabaja en una pastelería de la zona. Su local y el contenedor de basura están frente a frente, aunque cada uno en un extremo de la plaza de Prosperidad. “Alguna gente empezó a llegar a la tienda con rumores, que siempre pasa cuando ocurre algo así. Uno me dijo que el que murió era un chico joven y resulta que no es así... a saber”, confiesa la dependienta.

Lo mismo dicen los camareros del restaurante La Prospe, que corona la plazoleta con una céntrica terraza. Ellos se enteraron del origen del “revuelo” tiempo después de ver a alguna gente de más por los alrededores. Sheila, una chica que acaba de cruzar la carretera después de cerrar su negocio –trabaja en un comercio al otro lado de la vía–, ni siquiera sabe qué ha pasado.

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Hace muy poco, el 10 de febrero, hallaron el cadáver calcinado de otro sintecho en Usera, bajo un puente peatonal de la calle Antonio López. Estaba muy cerca del río Manzanares y, en aquel caso, la investigación siguió el rastro de un posible homicidio. Diez días después encontraban el cuerpo sin vida de otro joven en el Pozo, Vallecas. En su caso había muerto a escasos metros de un centro de acogida.

Cientos de personas sin hogar han sido el arma arrojadiza de un reciente rifirrafe entre la empresa pública que gestiona los aeropuertos, Aena, y el Ayuntamiento de Madrid: los primeros dicen que los segundos deben hacerse cargo y estos últimos, que a quién hacen daño. Entre medias, más de 300 sinhogar buscan allí refugio cada noche, para resguardarse de las lluvias. Un lugar mejor que el contenedor de ropa usada donde este miércoles un hombre perdió la vida en Madrid.

lunes, 28 de abril de 2025

CTXT. “La desinformación ha reemplazado a la realidad, y esto es un triunfo para las élites del capital”, de Aldo Conway

 

Aldo Conway 10/03/2025


Matthew Hongoltz-Hetling. / Cedida por el entrevistado


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Pasa mucho más de lo que uno pueda imaginarse, y la secuencia varía un poco, aunque siempre es la misma: el gobierno te oprime, o eso dices tú; te fríen a impuestos, cuatrocientos euros tienen la culpa; miras el mapa y buscas un remoto lugar en la costa noreste de Estados Unidos para emprender una utopía libertaria que pondría a Juan Ramón Rallo a probarse monos de granjero; el tiempo pasa y eres feliz, todo lo feliz que puede ser alguien que no paga impuestos y lava su ropa en un riachuelo; todo lo feliz que puede vivir alguien sin servicios públicos. En otros lugares lo llamarían infravivienda, o chabolismo, pero aquí no. Aquí cada vecino es amo de su destino. Aquí no hay farolas porque no queremos. Pasa más tiempo. Resulta que todos querían ser bomberos o policías voluntarios, y nadie dijo nada de hacer algo con la basura. Luego llegaron los osos y, donde antes todo eran risas, ahora, bueno…

Ahora hay un libro de Matthew Hongoltz-Hetling (Nueva York, 1973) editado y traducido al español por Capitán Swing: Un libertario se encuentra con un oso: el utópico plan para liberar a un pueblo (y a sus osos). El periodista estadounidense, finalista del premio Pulitzer en 2012 y ganador del Premio George Polk, trabaja en el diario local Valleys News de Lebanon, New Hampshire.

La historia del pequeño pueblo de Grafton, en New Hampshire, es tan antigua como el propio Estado, y su recorrido por el tiempo es tan singular como la culminación de sus más de doscientos años de tradición libertaria en una invasión de osos negros. En 2004, cerca de 200 espíritus rebeldes se lanzaron a la aventura de establecerse en la localidad para llevar a cabo su utopía anarcocapitalista: nada de impuestos, nada de normas; laissez faire. Al principio, la anarquía se mostró en sus formas más pintorescas –socavones sin reparar, incendios descontrolados y hasta un asesinato vecinal– como preludio de lo que vendría. En el año 2010, unos osos negros, seducidos por el embriagador aroma de la basura, se colaron en el territorio, multiplicándose y volviéndose cada vez más salvajes, transformando el sueño de autogestión en una verdadera pesadilla de osos devoradores –porque se lo pusieron fácil– de carne humana. Finalmente, en 2014, la locura libertaria llegó a su fin: algunos se fueron y otros permanecieron, pero el pueblo, ya cansado de su insólito despropósito de destruirse a sí mismo, acordó restaurar un presupuesto municipal que superaba en un 50% el original, como triste epílogo a un experimento que pretendía ser la encarnación de la “arcadia de la libertad”.

¿Entienden lo mismo por libertad un europeo y un estadounidense? Un europeo podría ver algunas percepciones estadounidenses de la libertad como antagónicas a las propias, y viceversa. ¿Cuáles cree que son las diferencias fundamentales entre estas concepciones culturales de la libertad?

Esa pregunta va de lleno al corazón del asunto. Cuando los estadounidenses hablan de “libertad”, casi siempre se refieren al derecho [o derechos] del individuo sobre el colectivo. Se refieren con libertad a la libertad de expresión, de portar armas, a la libertad económica y, de un tiempo a esta parte, libertad médica [un movimiento anarcocapitalista que aboga por una laxa –por no decir nula– regulación en competencias sanitarias]. Y, por supuesto, [también creen en] el ejercicio irresponsable de esas libertades, que puede resultar en problemas para la salud y en riesgos para la integridad de otras personas. Desde mi perspectiva, los europeos tienden a creer que un entorno seguro y regulado garantiza el ejercicio de las libertades con más eficacia. Hace apenas diez años en Estados Unidos, el candidato libertario a la presidencia era un firme defensor de las vacunas; hoy día se ha convertido en un grupo extremista muy a la derecha de lo que ya era una ideología extremista.

Hace poco leí [a Jorge Dioni] decir: “La burocracia quiere decir que el aceite no te mate”.

¡Ja! Esa es buena, y muy cierto. Creo que tanto la extrema izquierda como la extrema derecha se oponen a la imposición de unas élites sobre el pueblo llano. Lo que pasa es que para la derecha esas élites son el gobierno, y para la izquierda son las élites capitalistas. Por supuesto, creo que la izquierda tiene razón: ¿por qué deberíamos reemplazar un poder gubernamental que es imperfectamente responsable y transparente con una estructura de poder que no tiene responsabilidad y ninguna transparencia?

¿Realmente nos referimos a ‘libertad’ cuando pedimos libertad? La era de la posverdad ha despojado a cada concepto de sus atributos.

A veces parece que lo que quieren decir los estadounidenses es “déjame en paz”, y se me hace irónico que la actual derecha populista de Estados Unidos se haya alineado detrás de Donald Trump, cuya presidencia autoritaria es la antítesis misma de la libertad. Desde que escribí este libro [en 2018], mi forma de pensar ha evolucionado mucho y, para mí, lo que llamas posverdad es, en gran medida, un rechazo a la experiencia y la sabiduría compartida en favor de la experiencia y el saber individual. Cuando contamos con instituciones que se fundamentan en una verdad basada en la evidencia, mientras que la sociedad se orienta por la experiencia individual, ese desajuste genera todo tipo de problemas.

¿Se ha convertido la libertad en una obsesión en los países occidentales? ¿No caemos demasiado en el falso dilema de la libertad frente a un enemigo de paja?

Occidente ciertamente está obsesionado con algo, pero no estoy seguro de que “libertad” sea el término correcto para ello. La libertad se ha convertido en una marca de la derecha que quizás se refiere más al poder, la identidad personal y la lucha contra molinos de viento comunistas.

¿Crees que estos experimentos a pequeña escala sirven para concluir que una ideología es fallida? ¿Qué lecciones positivas podemos extraer de Grafton?

Creo que el ejemplo de Grafton es instructivo, aunque solo sea porque no hay otro ejemplo de una sociedad, grande o pequeña, que emplee métodos libertarios, aunque ahora también tenemos a Argentina para observar lo que ocurre. Aunque Grafton fue único en muchos aspectos, representa uno de al menos una docena de intentos fallidos de fundar una sociedad utópica y libertaria; y se ha intentado de todo: islas, ciudades flotantes, otros que se van al desierto… Pero creo que la verdadera lección es quizás más amplia que el libertarismo: fundar cualquier sociedad sobre un conjunto puro y restringido de principios políticos es poco probable que funcione, porque siempre dependes de que los ciudadanos se adhieran a una filosofía particular. Y la única forma de hacer cumplir esa uniformidad de pensamiento es reprimir al pueblo, lo cual es insostenible e indefendible. En cuanto a las lecciones positivas de Grafton, supongo que podemos aprender de sus errores: solo una pequeña inversión en gastos comunitarios merece mucho la pena.

La acumulación no regulada de capital conduce predeciblemente a monopolios. ¿Mueren los libertarios a los pies de un señor feudal?

¡Sí! Al menos, en algunos sectores. En una sociedad libertaria inmadura, el poder podría residir quizás en los miembros de la población local que pudieran reunir más recursos. Pero a largo plazo, esos monopolios se apoderan de todo, como lo han hecho en varios momentos de la historia cuando no se les controla ni regula.

¿Qué aspectos del libertarismo crees que deberían revisarse o matizarse para evitar que las contradicciones observadas en este caso se repitan en la práctica?

Existen argumentos libertarios en favor de las vacunas y de las regulaciones sanitarias u otras medidas de salud pública, y creo que esos argumentos deberían situarse en un punto más central de su discurso. Pero, sinceramente, creo que toda su idea en sí es inviable como principio rector de una sociedad, por lo que no creo que haya solución que les pueda permitir gobernar con éxito. Sí creo, sin embargo, que tienen una perspectiva única de las cosas, y en algunos casos es hasta válida, y tienen derecho a formar parte del debate público.

En los últimos años, el anarcocapitalismo ha ganado mucha popularidad, pero sorprende que el anarquismo de izquierda no haya recibido el mismo nivel de atención. ¿Qué cree que explica esta diferencia en la percepción y aceptación de estas dos corrientes dentro del pensamiento anarquista? ¿Por qué Milei y no Durruti?

En Estados Unidos al menos, los sindicatos y los colectivos laborales han sido completamente incapaces de abogar por sí mismos políticamente. Los afiliados de los sindicatos más grandes de Estados Unidos están convencidos de que la amenaza a su bienestar radica en personas de piel morena y en los universitarios, en lugar de en la muy obvia causa de sus problemas que son las ganancias exorbitadas de las grandes empresas. Creo que esto nos lleva de nuevo a lo que dijimos al principio: en la era de la posverdad, la desinformación y las percepciones erróneas han reemplazado completamente a la realidad, y esto representa un triunfo para las élites del capital.

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OTRA COSA:  CTXT. PLANETA CÍCLICO La infinitud de lo finito, de Gustavo Duch

Drogas y antibióticos, contaminantes habituales de ríos y acuíferos de Málaga

 Chaima Laghrissi   Málaga 22 ENE 2025 

Investigadores de la Universidad de Málaga y del Instituto Geológico y Minero del CSIC han realizado más de cien muestreos en ríos, embalses y acuíferos subterráneos en la provincia y Granada
La investigación se llevó a cabo en ríos y acuíferos de Málaga y Granada. / LA OPINIÓN

Investigadores de la Universidad de Málaga y del Instituto Geológico y Minero del CSIC  (Centro Superior de Investigaciones Científicas) han identificado la presencia de cientos de contaminantes emergentes en ríos y acuíferos de las provincias de Málaga y Granada

Entre los compuestos detectados se encuentran antibióticos, drogas recreativas, pesticidas,  y productos de higiene personal, sustancias que representan una amenaza tanto para el medio ambiente como para la salud humana.  

El equipo, liderado por el catedrático de Ecología y Geología de la Universidad de Málaga, Iñaki Vadillo y  Juan Antonio Luque, científico titular del Instituto Geológico y Minero (IGME-CSIC), ha realizado más de cien muestreos en ríos, embalses y acuíferos subterráneos de la provincia. 

Entre los contaminantes más comunes destacan drogas como cocaína y MDMA, junto con fertilizantes y pesticidas provenientes de la agricultura, además de desechos relacionados con la ganadería intensiva, como los de cerdos y vacas.  

Esto significa que muchos de estos compuestos, algunos de ellos cancerígenos, mutagénicos o disruptores endocrinos, permanecen en las aguas.

Los que más preocupan a los investigadores son los antibióticos: "La presencia de estos en el agua supone que las bacterias que ya existen en el medio se acostumbren a ellos, se vuelvan más potentes y se conviertan así en superbacterias. Otro problema son que estas sustancias que pueden generar cambios en el sistema hormonal de los animales y con ellas la de los  hombres, creando disruptores endocrino. También nos preocupan ciertos edulcorantes que son cancerígenos y que hemos encontrado en la cuenca del Guadalhorce", explica Vadillo.

Según los investigadores, se han detectado hasta cien compuestos diferentes en diversas concentraciones, en ocasiones dentro de los límites normativos, pero también fuera de ellos, lo que plantea serias preocupaciones para la gestión del ciclo del agua: "Encontramos también PFAS, sustancias químicas cuya permanencia en el río puede ser de miles de años y tienen efectos cancerígenos y horribles", advierte.

Soluciones

Vadillo es bastante "pesimista" en cuanto a una solución efectiva y a corto plazo. El catedrático malagueño señala que una de las soluciones fundamentales pasa por hacer cambios estaciones depuradoras de aguas residuales: "Las estaciones de las aguas residuales deberían instalar sistemas de depuración más sofisticados, para eliminar una parte importante de contaminantes". España, además, ya ha sido sancionada por la Unión Europea debido a deficiencias en el tratamiento de aguas residuales, lo que evidencia la urgencia de implementar políticas más eficaces y sostenibles en esta materia.  

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OTRA COSA:  Tras el lobo en Guadarrama: "Para protegerle, hay que proteger a quien convive con el lobo". Por Javier Rubio