Nora Urbina ha compartido la publicación de MisionVerdad.
Septiembre 3 de 2018
La industria humanitaria hace circular 150 mil millones de dólares al año, su motor principal es la pobreza y su maquinaria clave son las organizaciones no gubernamentales (ONGs). Estas pueden compararse con las grandes corporaciones: tienen que vencer a la competencia asegurando la mayor cantidad de donaciones para arrebatarle mercados a otras organizaciones.
El 80% de los fondos de las ONGs proviene de gobiernos. Los tres donantes más grandes del planeta son Estados Unidos, la Unión Europea y Gran Bretaña. Esto les permite decidir cómo y dónde se invierte, en consecuencia, no eligen a los países más pobres sino donde tienen una agenda política.
Estos fondos públicos transferidos a sectores privados no sólo sirven para industrializar la corrupción neoliberal, sino para potenciar mecanismos de intervención internacional que evadan a los Estados-nación en favor de los juegos de poder desarrollados por sectores económicos transnacionales.
Sobre esto, a continuación tres casos emblemáticos:
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