lunes, 17 de enero de 2022

Leonardo DiCaprio: "El mundo se está desmoronando y parece que a nadie le importa"


   El actor y sus colegas presentaron el estreno de "No miren arriba", en Netflix

Leonardo DiCaprio: "El mundo se está desmoronando y parece que a nadie le importa"

En una conferencia de prensa virtual de la que participó Página/12, DiCaprio, Meryl Streep y el director Adam McKay criticaron la indiferencia de la opinión pública ante las evidencias científicas. "En los últimos años hubo muchas personas absurdas que se posicionaron en cargos públicos, y lo hicieron descaradamente", dijo la actriz, que en la película interpreta a la presidenta de los Estados Unidos.


Cate Blanchett, Jack Bremmer, DiCaprio y Jennifer Lawrence: la televisión como un circo. 

PAGINA12.COM.AR  26 DE DICIEMBRE DE 2021

Exactamente dentro de seis meses y catorce días, un cometa de entre seis y nueve kilómetros de ancho –mucho mayor al que acabó con los dinosaurios– caerá sobre el Océano Pacífico, a cien kilómetros de Chile, y generará un cataclismo de proporciones bíblicas que extinguirá a la humanidad en un abrir y cerrar de ojos. La descripción podría corresponder a una de las tantas teorías conspirativas que circulan por el inframundo de internet. O también al punto de partida narrativo de alguna de las películas pertenecientes al subgénero del cine catástrofe que -principalmente a fines de los ’90- imaginaron un desenlace fatal cortesía del espacio. Pero es el descubrimiento que hace la estudiante de un posgrado de Astronomía Kate Dibiasky y su profesor Randall Mindy en lo que aparentaba ser una jornada de trabajo igual a tantas otras. Debe haber pocas cosas más horribles que estar entre las primeras personas en enterarse de que el fin del mundo está tan cerca. Peor aun si nadie lo cree, aunque haya toneladas de pruebas para validar el pronóstico. Y ni hablar si encima, en lugar de tomar medidas, como respuesta gubernamental solo reciben burlas de todo tipo y color.

Las situaciones tranquilamente podrían ocurrir en la vida real, como han demostrado estos larguísimos meses pandémicos y la legión de antivacunas que ven la mano negra de Bill Gates y cucharas pegándose a los cuerpos de quienes pusieron el brazo. Pero, en este caso, ocurren en la ficción, más precisamente en No miren arriba, que llegó este viernes a Netflix luego de su fugaz paso por las salas argentinas, justo en vísperas del inicio de la temporada de alfombras rojas de Hollywood. La empresa de la N roja tiene el Oscar entre ceja y ceja desde que descubrió que no hay campaña de marketing capaz de comprar el prestigio que para ciertos sectores de la audiencia significa ver decenas de estatuillas doradas en el póster. Por eso no se anduvo con chiquitas a la hora de armar un plantel actoral deluxe que incluye a Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Jonah Hill, Mark Rylance, Tyler Perry, Timothée Chalamet, Ron Perlman, Ariana Grande, Kid Cudi y Cate Blanchett, todos bajo la dirección del también guionista Adam McKay. El realizador y gran parte del elenco dieron una conferencia de prensa virtual para medios de todo el mundo, entre los cuales estuvo Página/12.

La realidad como comedia

“Si sos capaz de reír, significa que tenés algo de distancia, más allá de que creas que es realmente importante”, dijo el director ante la consulta de cómo mixturar un tópico de indudable actualidad con la comedia, género en el que se mueve como pez en el agua. Y no solo por las reputadas La gran apuesta y El vicepresidente: más allá del poder, pues McKay es uno de los realizadores más importantes de la comedia norteamericana de los primeros años del milenio, socio invisible de una empresa artística con Will Ferrell que dio como resultado las dos AnchormanTalladega NightsStep Brothers y The Other Guys. Aunque con el ropaje de comedias absurdísimas, casi surrealistas, todas ellas disparaban dardos venenosos con forma de gags contra los pilares fundamentales de la vida estadounidense: el periodismo, con los presentadores adustos como portadores de la verdad, en las dos primeras; el deporte en la segunda; la familia en la tercera y las fuerzas policiales en la última.

No miren arriba está mucho más cerca de esos personajes “tontos que no saben que lo son” de aquella primera etapa, como los ha definido alguna vez McKay, que de la voluntad de denuncia de sus dos películas más reputadas. Una tontería subrepticia que, sin embargo, impregna gran parte de lo que se ve y se escucha, lo que habla de un realizador que piensa el mundo en clave de comedia. “Queríamos abordar la crisis climática, que es tan abrumadora y posiblemente la mayor amenaza a la vida en la historia de la humanidad. En esta película se puede sentir urgencia, tristeza y pérdida, al mismo tiempo que tiene mucho sentido del humor. Y esa era mi intención. Después de los últimos cinco o diez años locos que venimos teniendo en todo el planeta, ¿no sería bueno reírse de algo de esto? Ese fue el enfoque, porque creo que nos golpea una especie de charla previa al día del Juicio Final. Lo cual, por cierto, es totalmente legítimo en lo que respecta al cambio climático. Pero me pareció que era importante que el público pudiera reírse y tener cierta distancia. La risa es un gran elemento unificador porque realmente no se puede fingir, nunca funciona cuando intentás fingirla”, reflexionó (...)

 Diario Público   DICIEMBRE 30, 2021

OPINIÓN | "El problema de 'No mires arriba' es que no acaba de funcionar ni como sátira ni como comedia ni como denuncia, mucho menos como película". Por David Torres

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