Juan Ginzo Melero
Enseñanza concertada: Un millonario negocio subvencionado por el Estado en el que la Iglesia se lleva casi toda la tarta.
Joaquin Rivas 11/2/22
Esta frase que dejó escrita Eduardo Galeano, define muy bien, en el plano económico y ético lo que esta organización, multinacional, ha ido haciendo a lo largo de su tremebunda trayectoria: “Vinieron. Ellos tenían la biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: “Cierren los ojos y recen”. Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la biblia”. Y lo conquistaron mediante abusos, tortura, persecución, robo y asesinatos cruelísimos. Todo en nombre de su misericordioso, omnipotente y parece, cruel, dios. Resulta más que curioso, ¿quizás enfermizo?, que una organización que a través de los tiempos hasta el presente, ha sido la más cruel y sanguinaria, comparable a la de los nazis en Alemania, que sigue, hoy, ahora, poniendo piedras al camino de la razón y la inteligencia, usurpando el campo de la filosofía en la escuelas con sus dogmas, que ni ellos mismos los cumplen, robando, violando a menores y utilizando la pobreza y a los sujetos oprimidos de la misma, como materia prima, para enriquecerse; y rizando el rizo no sólo no pagan impuestos, no sólo se siguen apoderando de bienes inmuebles, fincas, cocheras, locales, terrenos, fincas… sino que además consiguen miles de millones de las arcas de los ciudadanos; decía que resulta pasmosamente sorprendente y a todas luces enfermizo que una sociedad moderna, laica, simpatice con tamaño maligno ente, sin cuestionarlo y ponerle límites a su despotismo, que se salta las reglas del césar e incluso las de sus dioses, para hacer lo mejor que saben, aumentar sus riquezas en la tierra y, dejando que las criaturas se acerquen a ellos, pavos, chivos, corderos, langostinos, vinos, jamón, caviar, buenas carnes y mejores viandas que en ostentosos palacios, para mayor gloria de dios degustan agradecidos con humildad, viviendo como Él, en su ejemplo, en el reino donde habite… y, sin duda, no pensemos mal, no seamos envidioso y menos insidiosos, para la redención de los pecados a mejor gloria de… Aluluya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario