PUBLICO.ES 13/3/22
La desmesurada y creciente ganadería industrial española importa al cabo del año 16,5 millones de toneladas de grano, buena parte de él transgénico, para alimentar los animales con los que exporta 2,6 millones de toneladas de carne en un trasiego de miles de kilómetros que genera una intensa huella ambiental.
"España es un importador neto de cereales, con un déficit estructural de la
balanza comercial" ya que "la producción nacional no llega a cubrir las
necesidades internas, en particular las de la industria de elaboración de
piensos para consumo animal", señala el Ministerio de Agricultura en su
web oficial, en la que añade que "la necesidad de abastecer el mercado nacional
obliga a los operadores españoles a acudir a los mercados internacionales,
principalmente comunitarios, para suplir el déficit de producción a través de
las importaciones".
Ese cuadro de dependencia del exterior está provocando una creciente inquietud
en el cada vez más industrializado sector agropecuario y en el potente aparato
comercial que se ha ido desarrollando a su socaire hasta encajarlo de lleno en
los globalizados esquemas de funcionamiento de la agroindustria, que llevan
a que en España se produzca buena parte de la carne de cerdo que importa China
con cereal llegado de, por este orden, Francia, Brasil y Ucrania. De este último
país sale entre la sexta y la séptima parte del grano con el que se fabrica el pienso
que comen los animales de abasto en las macrogranjas españolas.
Las magnitudes que se manejan en el sector ganadero español, que ya es el
principal productor mundial de porcino con 58,5 millones de animales sacrificados,
cuyas canales sumaron 5,2 millones de toneladas el año pasado y se encuentra
entre los de cabeza en aves (789 y 1,63) según datos de la Encuesta de Sacrificio
de Ganado del Ministerio de Agricultura, incluyen, según los registros de la Cámara
de Comercio, la exportación de más del 40% de la carne de cerdo (2,2 millones de
toneladas), más de la quinta parte de la de cerdo (158.477) y una de cada siete aves (242.118).
Ese flujo de exportaciones generó en 2021 una facturación conjunta de 6.587
millones de euros, más del 80% procedente del porcino, con China como principal
destino (2.022 millones en carne de cerdo). En la cartera de clientes predominan
los países europeos, pero también aparecen otros como Japón y Corea del Sur,
destinatarios de 139.000 y 112.000 toneladas de carne de porcino; Grecia con casi
18.000 de vacuno; y Sudáfrica o Benín con 36.800 y 13.200 de pollo (...)
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