ELLA ESTÁ EN EL HORIZONTE. ME ACERCO DOS PASOS; ELLA SE ALEJA DOS PASOS. CAMINO DIEZ PASOS Y EL HORIZONTE SE CORRE DIEZ PASOS MÁS ALLÁ. POR MUCHO QUE YO CAMINE, NUNCA LA ALCANZARÉ. ¿PARA QUÉ SIRVE LA UTOPÍA? PARA ESO SIRVE: PARA CAMINAR
EDUARDO GALEANO
No podremos enfrentarnos al inmenso poder (económico-político-mediático) que nos amenaza con un desahucio global, si no somos capaces de construir una nueva utopía esperanzadora.
Esa utopía está por hacer desde los rescoldos de las viejas utopías del siglo XIX. Desde luego se ha de reintroducir lo colectivo como portador de futuro, construyendo poco a poco un sistema de ayuda mutua que restablezca el vínculo social y que niegue la permanencia de lo que es y desmonte los mecanismos de una fatalidad que condena siempre a los mismos a escuchar y a sufrir.
Debemos seguir desarrollando una acción colectiva basada en la libertad de pensamiento y que busque reencontrarse con otra mucha gente que se cree sola.
Os invito a que vayamos añadiendo elementos que vayan construyendo nuestro sueño, frente a sus pesadillas.
EDUARDO GALEANO
No podremos enfrentarnos al inmenso poder (económico-político-mediático) que nos amenaza con un desahucio global, si no somos capaces de construir una nueva utopía esperanzadora.
Esa utopía está por hacer desde los rescoldos de las viejas utopías del siglo XIX. Desde luego se ha de reintroducir lo colectivo como portador de futuro, construyendo poco a poco un sistema de ayuda mutua que restablezca el vínculo social y que niegue la permanencia de lo que es y desmonte los mecanismos de una fatalidad que condena siempre a los mismos a escuchar y a sufrir.
Debemos seguir desarrollando una acción colectiva basada en la libertad de pensamiento y que busque reencontrarse con otra mucha gente que se cree sola.
Os invito a que vayamos añadiendo elementos que vayan construyendo nuestro sueño, frente a sus pesadillas.
La fotografía del amanecer, en un pequeño pueblo de Teruel, es de Laura Uve.