Anoten la siguiente historia en la letra pequeña de este tiempo de búsqueda del pacto y la regeneración. Jesús Cintora 25/07/2016
Hoy en día, un joven español, con menos de 25 años,
tiene muchas opciones de estar entre casi el 50% de paro juvenil que hay
en nuestro país. Rosa Romero, cumplidos los 24, tomó la decisión de su
vida: se afilió al Partido Popular. A los 25 ya era concejala de Ciudad
Real y, desde entonces, ha cobrado dinero público del Ayuntamiento, de
las Cortes de Castilla-La Mancha, del Senado, del Congreso… Ha sido
alcaldesa, portavoz parlamentaria autonómica, senadora, diputada… y
acaba de ser elegida vicepresidenta tercera del Congreso. Romero tiene
un sueldo mensual de más de 7.500 euros al mes, incluidos los más de
1.800 euros libres de impuestos por ser de una provincia diferente a
Madrid.
Sale Celia Villalobos y entra "savia nueva"
en la Mesa de la Cámara Baja con Rosa Romero. No ha importado que Rosa
fuera sancionada anteriormente por el Banco de España o que la oposición
de su tierra la relacione con los sobresueldos de Bárcenas. Romero goza
ya de un puestazo en el Parlamento español, desde donde, en las últimas
horas, ha escrito en Twitter: "Si el PSOE no permite la gobernabilidad
de España, poniéndose a la altura de Podemos, los españoles ya no los
verán como fuerza alternativa". Fuerte hay que estar para imponerse a
las adversidades de Rosa. Las vitaminas de Cospedal se presumen como
decisivas. Los hay de la confianza de Mariano, de Soraya, de Javier
(Arenas), de María Dolores… Hay que arrimarse al poder y sortear
obstáculos.
Rosa Romero fue sancionada por el Banco de España por
cometer dos faltas muy graves como consejera de Caja Castilla-La Mancha
(sí, también sacó tiempo para estar en una de esas entidades financiera
que hubo que intervenir con dinero público) y, entre col y col, sus
opositores la han acusado de estar en los papeles de Bárcenas, de
irregularidades en obras y adjudicaciones públicas y de haber sido
denunciada por un constructor que la acusó de construirle un parque
infantil en casa a cargo del ayuntamiento de Ciudad Real… El último
pleno municipal, en el que Rosa anunció su renuncia, acabó con tal
bronca que se pidió la intervención de la Policía Local.
Desde hoy, el rey busca candidato a la investidura como presidente del
gobierno y Rajoy necesita acuerdos. El PP presiona, porque le gustaría
tener el apoyo del PSOE o de Ciudadanos y los nacionalistas, como
ocurrió en la Mesa del Congreso. Así logró nuestra Rosa su último
ascenso. Ella disfruta del que es, por ahora, el único acuerdo alcanzado
por los populares, nada menos, que con Albert Rivera y los
independentistas. Rosa es un ejemplo de pacto y regeneración. Rosa es,
por ello, nuestra Rosa de España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario