miércoles, 27 de marzo de 2019

La defensa de Madrid, de Edurne Portela

Los que se llenan la boca defendiendo la unidad de España parecen no entender (o sí, y les da igual) que su beligerancia contra la pluralidad y el sentimiento nacionalista periférico en cualquiera de sus manifestaciones (hasta las no rupturistas) hace que el hilo siempre frágil que une el centro con las periferias se erosione más. Perpetúan los estereotipos que en muchos lugares de España se tiene del nacionalismo español y de Madrid como centro neurálgico del conservadurismo y del fascismo. Por otra parte, muchas personas que no tienen identidades en conflicto con la española no comparten el ideario retrógrado, monológico, excluyente, insolidario, machista, oportunista, violento, xenófobo de los “salvadores” de España. España está dividida, pero atribuir esta división exclusivamente a los deseos independentistas es falsear la realidad. Está divida porque buena parte de su población (dentro y fuera de Madrid) no se siente representada en un proyecto que sigue defendiendo la sacrosanta unidad a través de la fuerza (recordemos que uno de esos tres partidos quiere “reformar” la Constitución). Por eso los manifestantes gritan en Colón “Viva la Policía Nacional” o “Viva la Guardia Civil”, porque cuentan con ellos para cumplir su función represora ...
Edurne Portela, «La defensa de Madrid». El País, 17/2/2019.


Se perpetúan los estereotipos que en muchos lugares de España se tiene del nacionalismo español y de Madrid como centro neurálgico del conservadurismo y del fascismo (…)


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