La ley de Memoria Democrática ha superado este jueves en el Congreso su prueba definitiva por 173 votos a favor, 159 en contra y 14 abstenciones. El nuevo proyecto memorialista, que busca actualizar y mejorar la ley de Memoria Histórica aprobada en 2007, pasa ahora al Senado para continuar su tramitación parlamentaria. De modo que se espera que el texto sea finalmente aprobado en septiembre, según las previsiones que maneja el Gobierno. 

La norma, que ha cosechado el rechazo de las derechas y la ultraderecha (PP y Vox han amenazado con derogar el proyecto legislativo si llegan a la Moncloa), también ha contado con la abstención de ERC y las críticas de buena parte de las víctimas del franquismo, aunque las diferencias entre un espectro y otro son abismales y van en diferentes direcciones.

Mientras PP, Vox y Cs han utilizado a las víctimas de ETA para despreciar a las del franquismo a colación de una enmienda pactada con EH Bildu para crear una comisión técnica que identifique a las víctimas de la Transición (desde 1978 hasta 1983), los republicanos, en la línea de las principales organizaciones de víctimas, consideran que el contenido de la ley es "insuficiente".

Y es que, la ley deja en el aire la incógnita de uno de su principales objetivos, esto es, que la Justicia española investigue los crímenes pertrechados por el régimen franquista, algo que hasta ahora ha sido inviable. De hecho, no solo ERC, Junts o la CUP han afeado que la ley no abra la puerta a la justicia. También EH Bildu o Más País han expresado su esperanza de que esto sea así.

El eje de la disputa parlamentaria ha girado en torno a la Ley de Amnistía de 1977, que sigue en vigor, ni se modifica ni deroga porque fue un instrumento a favor de "la reconciliación y la construcción de una sociedad democrática avanzada", reza el texto. Así, el mecanismo escogido por el Gobierno establece que "todas las leyes españolas, incluida la de Amnistía, se interpretarán y aplicarán de conformidad con el Derecho Internacional, especialmente el Derecho Internacional Humanitario, "según el cual los crímenes de guerra, de lesa humanidad, genocidio y tortura tienen la consideración de imprescriptibles y no amnistiables".

Sin embargo, a ojos de varios partidos y colectivos memorialistas, la incorporación de este cambio no pone fin a una anomalía histórica que ha obligado a las víctimas de la dictadura a buscar Justicia fuera del Estado español. "La herida seguirá sangrando porque sigue en vigor la ley de amnistía", ha expuesto este jueves la parlamentaria republicana Carolina Telechea (...)