17/11/22
La integridad de un intelectual que surgió del pueblo y jamás perdió el idel de lucha. Centenario de un hombre que amó la literatura. Tan grande como honesto. Saramago.
Centenario del portentoso José Saramago https://www.lapajareramagazine.com/centenario-del... vía @LaPajareraMgzn
José Saramago llegó tarde a la literatura. Él contaba que no escribió antes porque no tenía nada que decir, yo creo que lo que estaba haciendo era nutrirse de vida. Viviendo. Carecía de estudios superiores, pero no de hambre de conocimientos. Su familia, viendo que en el pueblo no había futuro, marchó a Lisboa donde el padre se hace policía. Saramago tiene que trabajar desde muy joven para vivir, luego se casa, tiene una hija y araña la vida para mantener a su familia. Pero el hambre de lecturas y de experiencias vitales estaba ahí, y también las bibliotecas públicas para que el hombre sencillo que era, nutriera su mente además de experimentar la vida del pueblo. Sin palios ni honores, José, aprendió de la vida y de la literatura pisando el suelo. Viviendo, ya les digo.
Sus primeros libros no tuvieron apenas resonancia, cuando al fin se decidió a publicar. Portugal, seguía encadenado a una dictadura ancestral que sometía a pueblos africanos mientras en la metrópoli faltaba todo. José toma conciencia social, aprende que a los nadie se les arrebata todo, menos el miedo y que el miedo encadena más que el hierro. Sublima el amor a la libertad, dándose cuenta que al ser humano cuando tiene hambre no le sirven ni los libros ni la libertad, porque ha perdido la dignidad y se somete a quien extienda una mano con un mendrugo. La conciencia social, que debió de tener siempre, le crece y la injusticia le subleva tanto que se da cuenta que ahora sí tiene cosas que decir.
(...)
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