Autorretrato del dibujante
Eneko
Las últimas dos viñetas del dibujante Eneko en el gratuito 20 Minutos
fueron censuradas. No hubo una tercera. El despido de este dibujante se
suma a una ola de demandas, multas y despidos en los grandes medios de
comunicación. Eneko habla con El Salto sobre una ofensiva de la Justicia
y los grandes medios que busca "acallar las voces disidentes".
Martín Cúneo 2017-
11-08 https://elsaltodiario.com/libertad-expresion/entrervista-eneko-ola-represiva-retroceder-tiempo-libertades-medios-comunicacion-censura
Eneko llevaba colaborando desde el número cero, unos 17 años, en el diario
20 Minutos ,
el decano de la prensa gratuita en Madrid. Sus viñetas eran una de esas
raras ventanas a otras perspectivas, puntos de vista radicalmente
diferentes a los que se suelen encontrar en los medios de masas. Había
publicado dibujos que apoyaban huelgas, criticaban a las
multinacionales, a los empresarios o a la Iglesia, mostraban otras caras
de lo que pasaba en Venezuela o incluso,
vade retro , se atrevían
a sugerir que la carta de los derechos humanos de la ONU era también
aplicable a los presos de ETA. Un auténtico milagro tratándose de un
periódico con un millón de lectores diarios.
El pasado 31 de
octubre le dijeron que no era necesario que volviera, que ya no contaban
con él. No fue de un día para otro. De tres dibujos a la semana, paso a
dos y después a uno. Y de los últimos tres dibujos que envió, dos
fueron directamente censurados. ¿El tema de los dibujos? ¡Adivinen!
Catalunya, represión y una bandera de España que oculta los temas de
corrupción.
“Con los dibujos que me habían censurado ni me avisaron, me enteré
después. Cuando me llamó la directora, que no la conocía hasta ese
momento, ni me dio explicación de por qué ya no contaban conmigo, ni yo
se las pedí, en parte porque daba por supuesto la razón”, cuenta Eneko a
El Salto . Un mes antes, el grupo del Heraldo de Aragón
se había hecho con el 100% del periódico y había sustituido a Arsenio
Escolar por Encarna Samitie, una “histórica de la casa”, en la dirección
del gratuito.
En internet encuentras más diversidad, pero resulta notoria la uniformidad ideológica en los grandes medios de comunicación
Para
este dibujante, su caso se enmarca en una “ola represiva” que busca
“acallar las voces disidentes” en los grandes medios de comunicación,
una “involución” en la libertad de expresión traducida en querellas,
multas y despidos de viñetistas, periodistas y columnistas. ¿Cómo describirías el panorama comunicativo actual? En internet encuentras más diversidad, pero resulta notoria la uniformidad ideológica
en los grandes medios de comunicación. Que tú no puedas poner una
emisora de radio donde haya una posición de izquierda, que la radio más a
la izquierda que te puedas encontrar sea la Cadena Ser, es una
vergüenza. Antes representaba cierta izquierda, cierto progresismo, pero
hace tiempo que se volvió completamente de derechas. El panorama es
bastante desolador. En Euskadi o en Catalunya encuentras voces
disidentes, al menos te plantean los temas desde diversos puntos de
vista contrarios a la gran ola nacional. Pero los que vivimos en Madrid
tenemos la referencia de los periódicos locales y las televisiones
nacionales, y resulta bastante descorazonador que sean tan uniformes
ideológicamente. ¿Cómo está afectando el conflicto entre Catalunya y España a la libertad de expresión? Esta
uniformidad se siente sobre todo en algunos temas. Hay asuntos en los
que se pueden encontrar diversidad de opiniones, pero siempre aparecen
algunos temas concretos donde la uniformidad es total, y Catalunya es
uno de ellos. Pero ya ha pasado con Venezuela y también ha pasado con el
conflicto vasco. Como dibujante se nota bastante. Si vas a dibujar
sobre corrupción, sobre el PP o sobre el PSOE, te dejan meterte, puedes
encontrar cierta diversidad, pero en temas como el conflicto vasco o
Catalunya se nota más esa idea del pensamiento único, esa
descalificación de la opinión divergente. No es que el tema catalán haya
cambiado la situación, es la misma pero que ha vuelto a aparecer.
Una de las dos viñetas censuradas por el gratuito '20 Minutos'.
Eneko
Como venezolano que lleva 20 años en este país, para mí ha sido un
sufrimiento poner la radio, la televisión o leer la prensa y ver el
mensaje machacón contra el Gobierno venezolano, pero sobre todo eso, la
uniformidad.
Al final se trata de acallar las
voces disidentes, no sólo las que informan, sino también las que se
burlan, las que se ríen de la Policía en el caso de El Jueves
Además de la dirección de los grandes medios, la Justicia está haciendo también su parte para garantizar esa uniformidad. Hay
una serie de procedimientos judiciales cuestionables, que usan las
leyes antiterroristas para castigar opiniones, a veces ni siquiera
opiniones, sino chistes… Es el caso de la querella que le han puesto al
director de
El Jueves . Es de risa, porque la noticia de que hay
problemas de suministro de cocaína por la presencia de la policía
española en Catalunya está publicada en una sección con noticias falsas,
cada cual más delirante. No me cabe en la cabeza que un juez pueda
admitir eso a trámite, te lo digo sinceramente. Al final se trata de
acallar las voces disidentes, no sólo las que informan, sino también las
que se burlan, las que se ríen de la Policía en este caso. Y esto es
porque hace falta darle un barniz de legalidad y legitimidad a lo que
está haciendo la Policía en Catalunya.
¿Como se consigue esa uniformidad en el día a día de las redacciones? Hay
una presión ambiental. Cuando tienes que hacer un dibujo, tienes que
contar con la complicidad del lector, porque una viñeta no es un
artículo donde puedes dar una serie de premisas para contextualizar tu
opinión. En un dibujo tú cuentas con que el lector ya tiene una
información previa sobre la que tú actúas, completas lo que tiene en la
cabeza, haciendo que vea las cosas desde otro punto de vista. En los
contextos donde la información que ya tiene el lector es tan marcada y
hay una opinión tan trabajada desde afuera es muy difícil ya actuar.
El
trabajo más duro es no rendirse ante esas circunstancias e intentar
buscar siempre donde están las líneas rojas y traspasarlas en la medida
de lo posible, con inteligencia
Por ejemplo, alguna vez
he trabajado con el tema de los presos de ETA y los derechos humanos. En
España se ha machacado tanto con que los presos de ETA eran tan malos
que parecía que no tuvieran los mismos derechos que tienen los demás. Si
tu reclamabas el derecho de estos presos, parecía que fueras proetarra.
En esos contextos es muy difícil trabajar, entre conceptos tan
manoseados socialmente. El miedo a te califiquen a ti de proetarra, o de
que directamente te juzguen por apología del terrorismo, ya te
condiciona. Pero eso no es todo, también sientes que tu dibujo no se va a
entender, porque el lector al que le va a llegar tiene asumidas ciertas
cosas que para ti es imposible rebatir con una viñeta.
Tienes
que hilar muy fino y trabajar mucho para que ciertas cosas se puedan
entender, pero el trabajo más duro es no rendirse ante esas
circunstancias e intentar buscar siempre donde están las líneas rojas y
traspasarlas en la medida de lo posible, con inteligencia.
Se ha hablado mucho de la persistencia del franquismo sociológico... Está
ola que ha hecho retroceder en el tiempo las libertades creo que está
más relacionada con la crisis del sistema, después de una larga etapa de
bienestar en el mundo occidental. La última crisis, de la que no se ha
terminado de salir, marca un punto de inflexión. Esta crisis fue
generando focos de protesta, como pudo ser el 15M. En el fondo, lo de
Catalunya tiene que ver con eso, un foco de disconformidad expresado de
otra manera. En el caso de España, esta ola represiva de los medios de
comunicación tiene más que ver con esta crisis del sistema que con este
Franquismo sociológico, que también sigue estando más o menos presente a
través del PP, de ciertas formas autoritarias y de ciertas sectores.
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OTRA COSA:
Anticorrupción vuelve a cruzarse en el camino de los jueces "afines" al PP
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