martes, 9 de octubre de 2018

Vox se acerca al Congreso a costa de la 'derechita cobarde' del PP y +

BILBAO 29/09/2018  DANILO ALBIN
El traje de diputado podría estar a muy pocos armarios de Santiago Abascal. El ex dirigente del PP vasco y actual líder de la formación de extrema derecha VOX ha ideado una hoja de ruta con la que pretende desembarcar en el Congreso cuando se celebren las próximas elecciones generales, cuya fecha aún sigue siendo un misterio. Antes pasará por la “prueba del algodón”: las europeas de mayo de 2019, en las que intentará caminar de la mano de líderes ultraconservadores europeos de la talla del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
Paso a paso. Encuesta a encuesta. A medida que se aproximan las urnas, los sondeos empiezan a dar resultados alentadores para VOX. Su sueño no es conquistar La Moncloa, sino conseguir la llave del Congreso. No es una carrera. Es un maratón. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) les acaba de citar por primera vez en sus informes, adjudicándole un nada despreciable 1,4%, mientras que el último estudio demoscópico realizado por Jaime Miquel para Público le otorga dos escaños, pronóstico que también comparte el politólogo Pablo Simón. La cosa crece.
“¿Me pregunta si nos importa que nos llamen extrema derecha? Para nada. Ya no perdemos el tiempo justificándonos: hemos llegado a la política española a señalar a los culpables, no a pedir disculpas nosotros”, lanza Abascal en una conversación mantenida con este periódico. Dice que ya no le molesta el apellido que les pongan en los titulares de la prensa. “Lo que realmente nos interesa –añade- es lo que ponen los lectores en los comentarios de esos artículos”. Se tiene fe.
En ese contexto, Simón no duda en encuadrar a Vox en la corriente de “partidos populistas de extrema derecha de nuevo cuño”, al estilo de los autodenominados Demócratas de Suecia o del también autobautizado Partido por la Libertad del xenófobo holandés Geert Wilders. Son ejemplos de lugares donde los ultras triunfan; España, en cambio, es –junto a Irlanda y Portugal- “uno de los países donde un partido de esas características carece de representación parlamentaria; hemos sido tradicionalmente una anomalía en esto”, destaca Simón. Tiempo al tiempo.

Santiago Abascal. VOX
Santiago Abascal. VOX

“Si amar a nuestra patria significa que nos llamen fachas, si defender nuestras fronteras implica que nos llamen xenófobos…”, continúa Abascal al otro lado del teléfono. El ex parlamentario del PP vasco tiene sus orígenes en Amurrio, pero desde hace ya tiempo se le ve más por Madrid, donde tiene instalada su base de operaciones. No en vano, en la capital española está uno de los mini-feudos de Vox, que lentamente empieza a coger cierta relevancia en el ámbito “patriota” e incluso más allá. “No hay que confundirles con las distintas Falanges, que históricamente han tenido un impacto electoral muy reducido”, apunta por su parte Simón.

A por el voto del PP

En efecto, la hoja de ruta de Abascal y los suyos pasa por sacarle la mayor cantidad posible de votos al PP, formación a la que este ex dirigente popular llama “derechita cobarde”. También a Ciudadanos. “Estamos entrando en debates de temas en los que competimos con esos dos partidos”, dice Abascal, quien saca a relucir con orgullo una cifra interna: si a finales septiembre de 2017 tenían 3.000 afiliados, un año después ya son 10.681. “Hemos incrementado también de manera notable el número de inscriptos como participantes en el partido, que está ya cerca de los 80.000, cuando antes eran 20.000”, dice el líder de la formación.
En ese contexto, la formación busca consolidar nuevas relaciones de peso con otros partidos fuera de España. Tras haber mantenido contactos con el Movimiento Europa de las Naciones y las Libertades –que cuenta, entre otros, con la Liga Norte italiana- y con el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos —al que pertenecen formaciones ultraconservadoras como el Partido de los Finlandenses o los polacos de Ley y Justicia—, ahora apuntan incluso más alto. "Estamos tratando de entablar alguna relación con el sector de Viktor Orbán en el Partido Popular Europeo”, primer ministro de Hungría y firme defensor del cierre de fronteras a las personas refugiadas. Lo mismo que pide Vox en España.

Antisistemas de etiqueta

El analista electoral Jaime Miquel lleva ya algunos meses incidiendo en la expansión de este partido. “Vox tiene una etiqueta antisistema, que en realidad es una etiqueta más del sistema”, destaca. En tal sentido, advierte sobre lo que podría ocurrir en las próximas elecciones europeas: “van a meter dos eurodiputados y lanzarán la marca”, señala. A su juicio, existe un “espacio electoral antisistema de derechas que se está configurando en España y será muy numeroso a medio plazo”. Miquel pronostica que “cuando Vox se sitúe, el PP caerá necesariamente al 15%”. La lógica de ese electorado, señala, será la siguiente: “Si (Pablo) Casado no me responde, me voy a Vox”. De hecho, estima que podría tener 250 mil votos por Madrid, una posición que no duda en calificar de “tremenda”.
“Vox tiene una etiqueta antisistema, que en realidad es una etiqueta más del sistema”
Ahí aparecen, precisamente, los retos próximos del partido de Abascal. El primero: llenar Vistalegre el próximo 7 de octubre. Pero no solo de militantes y simpatizantes, sino de militantes y simpatizantes con una bandera española cada uno. Luego de la foto rojigualda vendrá la campaña electoral hacia las europeas, municipales y autonómicas. Será curioso, ya que Vox plantea eliminar, precisamente, los parlamentos autonómicos. Todo a su hora.
Serán meses ajetreados. En sus actos y discursos habrá más banderas, más críticas hacia quienes no defienden a rajatabla la “unidad de España” y una oposición despiadada hacia lo que denominan “marxismo cultural”, categoría en la que incluyen al “feminismo radical”. En este maratón, al líder de la formación ultra española le interesa especialmente lo que ocurra en la competencia por entrar al Parlamento Europeo. “Se trata –afirma- de la prueba de algodón, y será también la puerta de entrada de VOX a las instituciones nacionales”. Las encuestas empiezan a darle la razón.

+ Jorge Medina Lopez y 3 personas más han compartido un enlace.   eldiario.es
Decían que Bannon estaba aseserando a Vox y debe ser verdad, porque llenando menos de dos tercios de Vistalegre han conseguido que todos los medios digan que no han cabido y que, por cómo han dispuesto escenario e iluminación, las imágenes den también esa sensación. #OjoConVox (que no divide a la derecha, dijo que amplía el campo de la derecha y de la ultraderecha).


La formación ha disparado sus afiliados en los últimos meses y presenta en Madrid un programa donde pide la supresión de las comunidades autónomas o la deportación masiva de inmigrantes
"Los españoles estarán primero" y "juntos haremos a España grande otra vez", ha dicho el secretario general de Vox a imitación de los lemas de Donald Trump
"La España viva ha conquistado Vistalegre", ha aclamado el presidente del partido, Santiago Abascal

(Falta el "qué hacer", sin embargo)
El fascismo es como un cáncer, que cuando está poco evolucionado es muy fácil tratarlo pero muy difícil diagnosticarlo y cuando ha evolucionado es muy fácil diagnosticarlo y muy difícil tratarlo

+++  Mikel Tar Orrantia Diez y Diario Público han compartido un enlace.






Qué triste es cuando dos personas que se han amado pasan a ignorarse. Ya lo dijo Neruda: “Es tan corto el amor, y tan largo el olvido”. Esta semana el partido ultaderechista Vox ha dado mucho que hablar tras el baño de masas de su líder, Santiago Abascal, reuniendo a más de 10.000 personas en el Palacio Vistalegre de Madrid. La reacción de Ciudadanos ha sido tratar a toda costa de ignorar a este partido, hasta el punto de ni pronunciar su nombre.
Albert Rivera participó este lunes en un desayuno informativo y cuando le preguntaron por Vox echó balones fuera: “Siento defraudarles pero yo he venido aquí a hablar de educación”. El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, también trató de sortear el tema en otro acto y capeó cómo pudo las preguntas. Incluso se refirió a la formación ultra como “el partido al que usted se refiere…”
Sin embargo, donde ahora hay cenizas antes hubo fuego. En Twitter han recordado cuando Santi Abascal y Albert Rivera se lanzaban piropos el uno al otro en el programa El Gato al Agua de la cadena Intereconomía. En un vídeo que bromea con escenas de películas como Ghost o La dama y el Vagabundo, se ve la buena sintonía entre ambos. “Ni Vox ni UPyD son ni enemigos. No diría ni adversarios”, decía Rivera. “Es verdad que hay importantísimos puntos de contacto entre Ciudadanos y Vox”, aseguraba Abascal. (...)




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