Madrid-
La última etapa de la Vuelta ha sido interrumpida por manifestantes por Palestina que han tomado las calles con gritos contra la masacre en Gaza. La Policía ha cargado contra los manifestantes.
Varias personas con banderas de Palestina irrumpen la Gran Vía
El ganador oficial de La Vuelta a España es el danés Jonas Vingegaard. El oficioso son las protestas masivas y disruptivas que han pedido la exclusión de la carrera deportiva del equipo Israel-Premier Tech, que compite por derecho propio y no invitado por Unipublic, la empresa organizadora de La Vuelta, según las normas de la Unión Ciclista Internacional (UCI). La vigésimo primera y última etapa, como es habitual, ha intentado acabar en la capital de España, en concreto en la Plaza de Cibeles tras un recorrido de nueve vueltas por un circuito en el centro de Madrid, pero no lo ha conseguido.
En total, estaba previsto este domingo recorrer 103,6 kilómetros por una Comunidad de Madrid que lo ha dado todo para denunciar el genocidio palestino y el lavado de cara del Estado de Israel que realiza el empresario canadiense-israelí Sylvan Adams con el apoyo del primer ministro y con órdenes de arresto por la justicia internacional Benjamín Netanyahu. Pero los manifestantes antigenocidio lo han impedido al tomar la calzada y tirar las vallas en varios puntos, como el Paseo del Prado. Tampoco ha habido podio final ni celebración de los ganadores.
En la zona del Museo del Prado los antidisturbios se han desplegado con cascos y han sacado las bocachas para prepararse para utilizar balas de goma contra los manifestantes, alguno de los cuales han lanzado botellas de agua a los agentes. La situación ha escalado con el paso del primer coche de un equipo, el Soudal Quick-Step, sin que estuviesen todavía los corredores por el circuito final
Tras los cortes del final de etapa en Bilbao y en Mos (Pontevedra) y varios incidentes que obligaron a neutralizar varias etapas, con numerosas detenciones y sanciones administrativas, era el turno de una etapa de línea que nunca tiene interés deportivo más allá del ganador del día al haberse decidido la clasificación general este sábado en la sierra de Guadarrama. Hoy más que nunca la atención estaba detrás de las vallas, protegidas por unos 1.100 policías y 400 guardias civiles.
En Atocha, uno de los puntos calientes y de mayor concentración de banderas palestinas, la Policía Nacional ha desplegado dos tanquetas, como las usadas para reprimir la huelga del metal de Cádiz. También se sacaron a las calles de Madrid en la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate de 2018. Hacia las 16.20 horas, antes de que saliese La Vuelta a kilómetros de distancia, hubo un intento de varios manifestantes de saltar una barrera policial y llegar a una zona prohibida para los manifestantes. Finalmente se retiraron y dejaron el paso hacia el Jardín Botánico, con los cascos puestos.
Atocha fue uno de los puntos donde se tiraron las vallas y donde más fuerte ha cargado la Policía Nacional, que ha llegado a usar gas lacrimógeno y balas de goma. Los incidentes han obligado a parar la carrera antes de llegar al circuito.
Algunos de los manifestantes han lanzado reproches y algunos golpes a las vallas donde se sitúa el personal de La Vuelta y la zona del podio y algunos policías, que han lanzado porrazos disuasivos también desde detrás de la barrera.
Siete hitos en las protestas que dieron la Vuelta a la movilización contra el genocidio en Gaza , de Alejandra Mateo Fano
Finalmente la tensión ha subido y han llegado a lanzar gas lacrimógeno y salvas entre Neptuno y Cibeles. Durante varios minutos se han producido cargas y lanzamientos de gas lacrimógeno en el Paseo del Prado. También se ha organizado una sentada pacífica en el Paseo de Recoletos que se ha autodisuelto después de que un furgón policial la atravesase.
Casi a las 20 horas, un grupo policial ha apalizado a un grupo de turistas extranjeros que bajaba la calle Alcalá hacia Cibeles, donde estaba prevista hacer la entrega de premios, rompiendo las gafas de varios de ellos. Uno de los agentes ha golpeado en la mano a un periodista de Público que lo grababa con su móvil, haciéndole unas heridas menores.
Ha habido dos detenciones, acusados de desórdenes públicos, y 22 policías heridos, según declaraciones de Delegación del Gobierno recogidas por EFE. Público ha podido ver cómo era atendido un policía nacional sin uniforme, pero con la acreditación de La Vuelta, ser atendido por un golpe en la cara al que se le aplicaba hielo.
La situación previa al corte de la carrera
Dos estadounidenses han acudido con dos banderas de su país, una con el lema Make América Gay Again y la palabra fascismo tachada, y otra con el símbolo de la paz. Delante del Museo del Prado, otro grupo ha mostrado un mural del Fusilamiento del tres de mayo de Goya donde los asesinos son soldados israelíes y los fusilados palestinos.
Esta Vuelta la gana Palestina" ha sido uno de los gritos más escuchados. "Esto va más allá de cuestiones individuales como que los ciclistas decidan no retirarse. Está ocurriendo un genocidio. Protestas como esta son ejemplo de comunidad y da esperanza al mundo al mostrar resistencia frente a la barbaridad", ha explicado Elena a Público, que ha venido a protestar contra el genocidio palestino con un grupo de amigas.
El doble rasero de la UCI y el COI
La UCI podría haber evitado estas protestas de haber tomado las mismas medidas que tomó contra Rusia y Bielorrusia en 2022 tras la invasión de Ucrania. Después de que el Comité Olímpico Internacional (COI) recomendara a las federaciones deportivas internacionales prohibir participar a atletas rusos y bielorrusos en competiciones internacionales, la UCI, que se considera una "organización políticamente neutral", prohibió a los equipos y selecciones rusas y bielorrusas competir en carreras del calendario UCI y canceló las carreras previstas en territorio ruso y bielorruso. También prohibió las banderas, nombres e himnos asociados a ambos países. Los corredores rusos y bielorrusos pudieron seguir compitiendo sin bandera o con otra nacionalidad, como ocurrió con Pavel Sivakov del equipo INEOS, que se nacionalizó francés, país en el que creció.
En cambio, la UCI solo condenó "enérgicamente" la neutralización de la etapa de Bilbao, sin mencionar a Israel en el comunicado que publicaron. "El ciclismo tiene la vocación de acercar y superar la barrera entre los pueblos y no debe ser en ningún caso instrumentalizado como herramienta de sanción", afirmó la misma UCI que sancionó a los ciclistas rusos y bielorrusos. Sin que la UCI le retire la licencia al Israel-Premier Tech, como sí hizo al Gazprom ruso en 2022, el equipo israelí tendrá derecho a correr las carreras ciclistas como La Vuelta.
MÁS: La prensa internacional destaca el "final inédito" de la Vuelta a España por las protestas
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