Las producciones europeas y de Hollywood han reflejado el dolor de los judíos, pero apenas han abordado los padecimientos del pueblo palestino.
El conflicto asimétrico entre Israel y Palestina tiene su traslación al cine, que ha ocupado sus pantallas con numerosas películas sobre el Holocausto o la Shoah, término hebreo que alude al exterminio sistemático de judíos por el nazismo. El sufrimiento del pueblo palestino, en cambio, no ha recibido la atención de la industria estadounidense y europea, lo que evidencia que el reflejo del dolor también ha sido desigual.
Son tantas las producciones que ambas cinematografías han dedicado al genocidio judío que conviene realizar una gran criba. Destaca, por encima de todas, La lista de Schindler (Steven Spielberg), protagonizada por un empresario alemán que explota a judíos en su fábrica al tiempo que los libra de la muerte en un campo de concentración. Con Liam Neeson, Ben Kingsley y Ralph Fiennes en su elenco, ganó el Óscar a la mejor película.
Adrien Brody recibió la estatuilla al mejor actor por su interpretación de un músico polaco que se esconde de los nazis en El pianista, una coproducción europea dirigida por Roman Polanski. Y el húngaro László Nemes se llevó el Óscar a la mejor película de habla no inglesa por El hijo de Saúl, sobre un prisionero de Auschwitz, interpretado por Géza Röhrig, encargado de quemar en un crematorio los cadáveres de los internos.
Desde la perspectiva de las familias alemanas que vivían junto a los campos de concentración, La zona de interés denuncia la falta de empatía del comandante Rudolf Höss, su esposa Hedwig y sus cinco hijos, cuya plácida vida discurre en una casa estupenda desde la que se intuye el horror de Auschwitz. O sea, la banalidad del mal de la filósofa Hannah Arendt (Margarethe von Trotta), a quien dio vida Barbara Sukowa.
Si la película de Jonathan Glazer está basada en la novela de Martin Amis, el director Mark Herman recurre al libro de John Boyne para rodar El niño con el pijama de rayas, que describe la amistad del hijo de un oficial con un niño judío encerrado en el campo del que lograron fugarse los protagonistas de El informe Auschwitz (Peter Bebjak). El filme generó polémica porque, según algunas asociaciones judías, dejaba a los nazis bien parados y frivolizaba con el Holocausto.
Tampoco se libró de las críticas por el segundo motivo la dramedia italiana La vida es bella, escrita, dirigida e interpretada por Roberto Benigni, quien no recibió ningún Óscar en esas tres categorías, pero sí el premio a la mejor película de habla no inglesa. ¿El motivo de la polémica? Encerrados en un campo de exterminio, un padre le cuenta milongas a su hijo para que crea que todo lo que sucede a su alrededor es un juego.
Entrevistado por The Guardian, Roberto Benigni —secundado en la ficción por Nicoletta Braschi y Giorgio Cantarini— argumentó que solo los documentales protagonizados por supervivientes pueden acercarnos a la “verdad” y la “tragedia”, como sucede con Shoah (Claude Lanzmann), diez horas de testimonios de víctimas del Holocausto (Marvin J. Chomsky), título de la miniserie en la que actúan James Woods y Meryl Streep.
Películas y documentales sobre el dolor palestino
El intento de recrear un hecho real, el asesinato de la niña Hind Rajab por disparos del Ejército israelí en 2024, mereció más de veinte minutos de aplausos en el Festival de Cine de Venecia, donde La voz de Hind, dirigida por Kaouther Ben Hania, obtuvo el León de Plata. Los soldados también mataron a los demás ocupantes del coche en el que viajaba, dos tíos y tres primos, así como a dos miembros de la Media Luna Roja que acudieron a socorrerla.
Aunque participan actores, hay una vocación documental, precisamente un género que ha abordado en la pantalla con profusión el sufrimiento de los palestinos. Así, Alberto Arce y Mohammad Rujailah, directores de To Shoot an Elephant, lograron colarse en Gaza y contar desde dentro la Operación Plomo Fundido, llevada a cabo por las fuerzas armadas de Israel entre el 27 de diciembre de 2008 y el 18 de enero de 2009, con el resultado de unos 1.300 palestinos muertos.
Varios documentales han rememorado la Nakba, la catástrofe palestina provocada por la guerra de 1948, que desembocó en la ocupación de territorios y en el éxodo de su población: Tantura (Alon Schwarz), Al-Nakba: The Palestinian Catastrophe 1948 (Benny Brunner y Alexandra Jansse) o 1948 (Mohammad Bakri). En cambio, Darin J. Sallam recurrió a la ficción en Farha para describir el desastre a través de los ojos de una niña oculta en un cobertizo.
Más largometrajes: Hany Abu-Assad trata los atentados suicidas en Paradise Now y combina la violencia con el amor en Omar, mientras que Eran Riklis ensalza en Los limoneros la lucha de una viuda palestina contra el ministro de Defensa israelí, quien amenaza con talar los árboles frutales de la mujer que ve desde su casa porque considera que son un peligro para su seguridad y la de su familia.
Mustafa, sin embargo, no puede atravesar el muro de Cisjordania para ver a su hijo en A 200 metros (Ameen Nayfeh), cuya estrella es Ali Suliman, otro habitual del cine sobre el sufrimiento de los palestinos, plasmado en No Other Land, cuyo codirector Hamdan Ballal fue linchado en su aldea por varios colonos tras recibir el Óscar al mejor documental. Una represión relatada por Katie Barlow en Visit Palestine y por Hernán Zin en Nacido en Gaza.
Una reciente producción catalana, Shrinking Space, podrá verse el 18 de octubre en el Festival Clam de Catalunya y el 22 en el Film Sozialak de Bilbao. Dirigido por Cristina Mora y Norma Nebot, el documental denuncia la persecución que sufren las ONG palestinas y el encarcelamiento sin pruebas de la cooperante madrileña Juana Ruiz. Rodado en 2023 y titulado en español Espacio menguante, plantea las dificultades existentes para defender los derechos humanos.
Finalmente, la miniserie Our Boys (Noah Stollman) analiza el asesinato de un adolescente palestino en venganza por el secuestro y la muerte de tres chicos israelíes, mientras que la serie Fauda muestra los métodos expeditivos de una unidad de soldados de élite del Ejército israelí que lleva a cabo operaciones encubiertas contra militantes de Hamás. Dirigida e interpretada por Lior Raz, Netflix ha confirmado el rodaje de la quinta temporada.
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OTRA COSA: Alto al Genocidio en Palestina. Concierto Teatro Federico Gª Lorca (Getafe) 2 Octubre 19h.
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