Texto de Héctor G. Barnés publicado: 15/9/2014 http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-09-15/en-2025-la-mitad-de-los-ninos-seran-autistas-por-el-glifosato 
El de la doctora Stephanie Seneff es uno de los nombres más polémicos de la ciencia estadounidense, especialmente después que denunciase que los alimentos genéticamente modificados (OGM) han
 disparado el número de enfermedades crónicas, así como las alergias 
alimentarias y otras dolencias como la diabetes, el alzhéimer, el 
párkinson, la esclerosis múltiple o el síndrome de colon irritable, 
entre muchos otros. Los últimos trabajos de esta científica del MIT 
ponen su foco en el autismo, una enfermedad cada vez más frecuente y de 
la que, sin embargo, aún disponemos de poca información.
Según la presentación que
 realizó el pasado mes de junio, el glifosato, componente principal del 
herbicida Roundup, es el principal causante de que estas enfermedades se
 hayan disparado de forma tan rápida, así como la intolerancia al gluten.
 El problema es que dicho herbicida es producido por Monsanto, el mayor 
fabricante mundial de semillas transgénicas y una de las multinacionales
 más poderosas del mundo, que ha defendido la seguridad de su producto 
en su propia página web. Muchos no han tardado en desacreditar la teoría de Seneff, como ocurre con la veterana periodista de nutrición Tamar Haspel en las páginas de The Huffington Post.
 En dicho artículo, la autora recuerda que no se trata más que pura 
especulación, no refrendada por ningún dato y, además, desvela 
que Seneff está especializada en ciencia computacional e ingeniería 
eléctrica, y que su interés por la alimentación es reciente.
Sea como sea, lo que es innegable es que la prevalencia del autismo ha 
aumentado sensiblemente durante las últimas décadas, y aún no hemos sido
 capaces de llegar a un consenso sobre la misma. Actualmente, alrededor 
de uno de cada 175 niños de
 todo el mundo nace con este trastorno, aunque varía en cada país. En 
Estados Unidos, la prevalencia se encuentra actualmente en el 1,5%, 
mientras que en 1975, tan sólo uno de cada 5.000 niños tenía autismo, 
según los datos publicados por K. Wintraub en un artículo publicado en Nature. Seneff utiliza este cuadro para trazar su previsión y asegurar que, si el crecimiento sigue estable, para el año 2025 la mitad de los niños podría sufrir autismo. 
 
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