Mercedes Rodriguez Perez 5/6/21
+ LAULTIMAHORA.ES Alba González 9 de junio de 2021
- Kitchen fue una trama mafiosa que en el gobierno del PP usó el poder, los recursos públicos y hasta la complicidad periodística para sus intereses. Y ahora nos exigen que no se pregunte y olvidemos un pasado en el que sus dirigentes no admitían ni medios ni jueces libres
- — Casado se niega a valorar la imputación de Cospedal y evita abrirle expediente, vulnerando los estatutos del PP
- Montserrat DelgadoYo soy del PSOE/UP - Apoyo al gobierno de España ❤️🤝💜
Si hay un auto que anuncia la imputación por tres graves delitos -cohecho, malversación y tráfico de influencias- de una ex secretaria general del PP, toca preguntar por ello. No hay debate. Es lo que tiene el periodismo, oiga. Que pregunta, repregunta y vuelve a preguntar, aunque los políticos se escabullan y carguen una y otra vez contra la insana costumbre de los plumillas de interpelar para obtener respuestas. ¡Dónde se ha visto!
La conocida operación Kitchen consistió básicamente en que el Gobierno de Rajoy delinquió -presuntamente, claro- para destruir pruebas sobre una sucesión de actos delictivos cometidos durante décadas por los dirigentes del PP. Se creó una estructura parapolicial en el Ministerio del Interior, cuya dirección entonces andaba en manos de un ministro beato llamado Jorge Fernández Díaz que ponía medallas a las vírgenes, tenía un ángel de la guarda llamado Marcelo al que se encomendaba para encontrar aparcamiento y hoy, tras su misa diaria, sienta cátedra desde las páginas del diario de un editor amigo y a la vez compañero de no pocas y turbias maniobras político-empresariales.
El instructor de la Audiencia Nacional deja claro ahora que se trató de una operación diseñada desde el partido al máximo nivel en la que pudieron estar directamente implicados Cospedal y su esposo para captar como topo al chófer de Bárcenas, espiar al extesorero y sustraer -también presuntamente- información comprometedora para el PP.
Si todo ello no es merecedor de una valoración/reflexión del actual líder del PP, aunque los hechos no afecten a su mandato, es que Casado está muy ciego o pretende imponer a la prensa que sólo se hable de los indultos con los que Sánchez está dispuesto a romper por enésima vez esa España que sigue intacta pese a tanta embestida.
El caso es que ya se sabe que el excomisario Villarejo, viejo amigo del matrimonio López del Hierro-Cospedal, grababa todo, apuntaba todo y utilizaba todo contra todos. Periodistas, empresarios, políticos, abogados, jueces y banqueros han sido en unos casos víctimas y en otros, cooperadores necesarios del personaje más turbio de cuantos han pululado por las pestilentes cloacas del Estado. Cospedal parece que fue una cosa y la otra. Primero consentidora y cooperadora de las maniobras del expolicía y, ahora, víctima de sus anotaciones y grabaciones. Quien creyó durante años que Bárcenas era su enemigo por aquello del despido en diferido resulta que ahora es investigada por las pruebas que aportó a la investigación una amiga de la familia. ¡Ay la famiglia! (...)
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