ELPAIS.COM 9 oct 2021
Ni María Zambrano es el mero nombre de una estación de tren ni su obra es letra muerta. No se trata sólo de reparar una injusticia, aún más llamativa por tratarse de una mujer, sino de acometer una tarea imprescindible. El pensamiento, la creación y la belleza son los nutrientes de un país.
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