Lucio Martinez Pereda 7/11/21
El ayuntamiento de Córdoba es el responsable legal de un cementerio que sigue teniendo en sus lápidas textos de exaltación de la dictadura franquista.
El cementerio de La Salud de Córdoba mantiene todavía la lápida sobre la tumba de Ciríaco Cascajo, que encabezó el golpe de Estado en la capital en julio de 1936: “
Yace aquí el cuerpo del exc. mo sr. D. Ciríaco Cascajo y Ruiz, general de división, patriota ejemplar, hijo preclaro y predilecto de Córdoba y su más enérgico y decidido defensor en el alzamiento nacional de 1936. El ayuntamiento de la ciudad le concedió este sepulcro en señal de perenne gratitud. N. 1878 – 1953. RIP”
El general Cascajo, máxima autoridad militar en Córdoba durante la guerra civil, fue el máximo responsable del asesinato de entre 9.000 y 30.000 cordobeses. En los días del golpe de Estado militar, Cascajo mandaba ejecutar a más de un centenar de cordobesas/es al día señalados en los listados que les entregaban empresarios y autoridades eclesiásticas de la ciudad. El hijo del general Cabanellas lo retrató en los siguientes términos: "hábil y sanguinario en la represión. Desde la primera hora sumerge a Córdoba en un baño de sangre que habría de durar largos días e interminables noches. El suyo es un problema de clínica mental"
Estamos ante unos hechos muy graves. En España, un ayuntamiento, el de la ciudad de Cordoba, sigue demostrando en un espacio público de responsabilidad institucional ” perenne gratitud” a un máximo responsable del asesinato de civiles durante la dictadura franquista.
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