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Mikel Tar Orrantia Diez 16/2/22
Antonio Turiel es doctor en Física Teórica, experto en oceanografía e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Quizás por eso, sorprende que sus conclusiones sobre la crisis energética sean más políticas que técnicas. Fuera de la academia, sus análisis incisivos sobre el presente y el futuro de la energía han convertido su blog The Oil Crash en una referencia. En su nuevo libro, ‘Petrocalipsis, Crisis energética global y cómo (no) la vamos a solucionar’ (Alfabeto, 2020), ordena sus ideas para desmontar, una a una, las soluciones tecnológicas que prometen salvarnos del abismo post-petróleo. El diagnóstico es duro para un lector que se inicia en la materia, pero Turiel defiende que sus tesis no son ni extremas ni radicales: “Se están convirtiendo en una visión bastante mainstream dentro de la comunidad científica. Al final, son problemas que se ven de manera clara en los gráficos”.
Hace años que sabemos que se acaba el petróleo. ¿Por qué se continúa hablando de ello?
Porque no se ha hecho nada. [Ríe]. En el discurso político dominante, se habla de utilizar las energías renovables para luchar contra el cambio climático. Esto es cierto, pero la situación es más complicada de lo que parece. Además del cambio climático, existe el gran problema del agotamiento de recursos. Y este tema se encuentra completamente fuera del radar: es tabú. Estamos ante una escasez importante de petróleo que vendrá de manera repentina. Hemos provocado que la caída del petróleo sea excesivamente rápida porque no lo hemos dejado antes. Vivimos en una burbuja de tranquilidad y nos vamos encaminando hacia la transición energética, pero en cinco años la disponibilidad del petróleo podría caer a la mitad de lo que consumismo habitualmente. Esto puede ser catastrófico.
Cuando los gobiernos hablan de transición energética, dibujan un futuro lleno de aerogeneradores y de coches eléctricos. Parece que hay que apostar por la energía limpia y, así, continuar creciendo sin dañar el planeta. ¿Por qué cree que esto no irá así?
Porque el transporte funciona prácticamente solo con petróleo. El esquema de globalización actual y el hecho de que China se haya convertido en la fábrica del mundo ha sido posible solo porque había grandes cantidades de petróleo barato. En el momento en que desaparezca el petróleo de la ecuación, el transporte internacional sufrirá un golpe definitivo. Y, si reduces drásticamente el transporte internacional, pones el sistema económico en jaque. Esta es la razón fundamental, pero también hay otros elementos: por ejemplo, la maquinaria pesada, cómo los tractores necesitan petróleo, y en esto está en juego el sistema agroindustrial.
Pero podrían inventar el avión, el barco o el tractor eléctrico. ¿No hay un remedio tecnológico que pueda formar parte de la solución?
Si piensas en el transporte de mercancías, encontrarás soluciones técnicas. Si piensas en la maquinaria agrícola, también. Por ejemplo, sí que hay barcos que funcionan sin petróleo: se trata de los grandes veleros, con lo que se puede trasladar mercancías de manera basta rápida. Lo que nunca encontrarás es la solución mágica para mantener todo esto en la escala actual, ni en un modelo de crecimiento infinito como el actual. Podremos encontrar muchas soluciones concretas a problemas concretos, pero intentar mantener sin petróleo un sistema económico con la escala y el volumen actual resulta absurdo.
¿Pero por qué el petróleo es tan insustituible; por qué no encontraremos una fuente de energía que nos permita hacer las mismas cosas?
La densidad energética de los combustibles fósiles es gigantesca. La energía de un litro de gasolina equivale al trabajo físico humano de 83 horas. No tenemos nada al alcance que se pueda comparar en términos de densidad energética, facilidad de transporte, facilidad de carga o estabilidad. El petróleo es tremendamente idóneo para mover máquinas autónomas, es decir, aquellas que no están enchufadas a nada. No hemos encontrado nada que se le asemeje. Y, al fin y al cabo, ya conocemos bastante bien todos los tipos de energía que existen (...)
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