Así lo ha decidido la Delegación del Gobierno en Madrid, dirigida por el socialista José Manuel Franco
El periodista Israel Merino relata cómo la Policía Nacional gaseó a un grupo de periodistas que cubrían las protestas de Madrid. Merino se identificó, acreditación en mano, gritando que era periodista y ello no fue suficiente para que uno de los agentes lo moliera a porrazos, pese a que sus colegas, algunos de ellos con chalecos de prensa, cascos y cámaras en ristre, gritaban que era periodista de CTXT.
Lo triste es no es sólo que se preste más atención a un tuit torpe de Echenique y se retuerza al gusto para hacerle el juego al político de Podemos, ni siquiera que esta situación de brutalidad policial no sea tan aislada como algunas personas quieran hacer ver; lo más triste de todo es que, como dice Israel, "mañana denunciaré, pero sé que no va a servir para nada. Simio no mata simio". Y qué razón tiene, me temo.
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