CTXT.ES Gerardo Tecé 8/06/2021
Que viene el social comunismo, grita el entramado socioeconómico, que se aplica a sí mismo todas las ventajas de un Estado del Bienestar privado y amurallado que nos deja fuera al resto
Los gurús han hablado. El Banco de España advierte de que el último aumento del salario mínimo está resultando perjudicial para la economía. La entidad, cuyo gobernador cobra la simbólica cifra de 182.000 euros al año, considera del todo abusivo en su último informe que la retribución por un mes de madrugones, desplazamientos y trabajo a jornada completa sea de 950 euros. Desde que acabó el esclavismo es cierto que la competitividad de la economía nunca volvió a ser la misma. Por el qué dirán, el Banco de España lo explica en su informe con otras palabras.
Un poco de contexto. España es la cuarta economía de la zona euro, pero el salario mínimo que cobran los trabajadores españoles no es el cuarto de la eurozona, sino el séptimo. Tres posiciones de déficit que no evitan que guruses con corbata, chófer y sueldo millonario señalen la nómina del currante como el gran problema. Más contexto. Casi una década después, el mismo Banco de España, que se preocupa hoy por el impacto del aumento del SMI en la economía, sigue sin pronunciarse sobre si fue bueno, malo o excelente para la economía española y su deuda haber cogido de la hucha 60.000 millones y regalárselos a la banca a fondo perdido y con un lacito. Por decoro, los informes que emiten deberían tener un perfil bajo. Pero qué cojones: vivimos en la era del calzón quitao.
La opinión de que un SMI de 950 euros al mes es un exceso no sólo es del Banco de España y de otros tantos altos cargos con sueldos millonarios. Hay incluso pobres que lo piensan, lo cual, nos guste o no, es un éxito del sistema digno de aplaudir. Nos hacen creer en un capitalismo que ellos no sólo no usan, sino que se cuidan mucho de nunca sufrir. Imagínese usted montar una pequeña empresa. Una panadería, por ejemplo. Imagine que, si el público no llega, el Estado le indemnizase por valor de todo el pan que usted querría haber vendido y no vendió. No se lo imagina, ¿verdad? Eso es porque vive usted en el capitalismo. Hay quien sí lo conoce porque vive en otro sistema económico distinto al suyo. En el Estado de Bienestar Privado, en el Socialismo Privado que algunos grandes empresarios como Florentino Pérez disfrutan, eso de arriesgar sabiendo que el Estado estará ahí para salvarlo es el pan –nunca mejor dicho– de cada día en sus negocios de autopistas o prospecciones (...)
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