No tendría que ser noticia que una empresa cumpla el convenio colectivo, que tenga plantilla suficiente para cubrir todos los turnos sin exigir horas extra o que dé dos días de descanso consecutivos a sus empleados. Pero parece que en la hostelería cumplir estas normas laborales no es todo lo habitual que debería. De otra manera no se entiende que La Grillaera, una hamburguesería con locales en Algeciras y Málaga, haya saltado a la fama por publicar en su carta el sueldo que cobran sus camareros; un sueldo que no es ni más ni menos que el que marca el convenio de hostelería. A saber: 1.648 euros brutos por 40 horas semanales, que descontando impuestos se quedan en 1.430.
«Disfrutando de La Grillaera estás contribuyendo a crear una profesión más justa y erradicando una lacra social alrededor de la restauración». Con este mensaje en la página 2 de su extensa carta, el restaurante, ubicado en la barriada de Teatinos, justifica la decisión de compartir con su clientela las condiciones laborales de su plantilla. A continuación detalla que sus 'grillaos' (como llama a sus trabajadores) «están contratados las horas que trabajan», el 70% de ellos, a 40 horas semanales. También detalla el número de puestos de trabajo que genera la hamburguesería: siete cocineros, ocho camareros, un friegaplatos, tres empleados de contabilidad y administración, un responsable de mantenimiento, un responsable de gerencia y un responsable de marketing. Son más empleados de los que un restaurante estándar de su tamaño necesitaría. «Asumimos un sobre-empleo porque la metodología de nuestro local es muy complicada», explica uno de sus tres socios, Sergio Díaz. Y es que en La Grillaera los camareros no sólo toman comandas y sirven bebidas y comidas. También se disfrazan, cantan, bailan y entretienen a los clientes.
La carta del local también especifica otro 'plato' importante en el menú de condiciones laborales, como son los dos días de descanso consecutivos. Y Sergio Díaz matiza que el dato de empleo indefinido «se ha quedado corto», pues ya no es del 80% sino del 100%, en cumplimiento de la reforma laboral.
Aunque se haya hecho viral ahora a raíz de un comentario de un cliente en una red social, La Grillaera lleva al menos un año presumiendo en su carta de sus condiciones salariales y laborales. «Cuando abrimos el restaurante de Málaga hicimos un pequeño sondeo entre nuestros empleados y nos dimos cuenta de que pagar según convenio y cumplir la ley no era tan habitual como nosotros pensábamos; así que decidimos contarlo en la carta, porque nosotros tenemos menos margen que otros que no hacen las cosas como hay que hacerlas», explica Sergio Díaz, que desde este fin de semana no para de atender llamadas de medios de comunicación.
La iniciativa de La Grillaera se ha hecho famosa en un momento de polémica por las condiciones laborales de la hostelería en España: mientras hay empresarios quejándose de que no encuentran profesionales para la temporada alta, se multiplican las quejas sobre las jornadas interminables y los abusos laborales que sufren muchos trabajadores del sector. Sergio Díaz asegura no saber «cómo lo hacen otros empresarios» para «pagar 800 euros» y «poder dormir por la noche» sin temer a una inspección de trabajo. Lo que sí tiene claro es que, al menos en su negocio, los camareros son el ingrediente fundamental para el éxito.
Desde que publicó sus salarios en la carta, La Grillaera recibe un goteo constante de currículos de profesionales de la hostelería. Pero en esta empresa no contratan a cualquiera: sus camareros deben tener ciertas dotes para el espectáculo y «poca vergüenza», como dicen sus responsables. «Lo bueno de tener buenas condiciones laborales es que tenemos poca rotación: desde que abrimos en Málaga, el 90% de los trabajadores sigue con nosotros», apunta Díaz.
«Todos los días viene alguien a proponernos abrir franquicias, pero queremos hacer las cosas bien»
La Grillaera es una apuesta empresarial ambiciosa, pero construida desde cero por tres amigos algecireños: los hermanos Justo y Daniel Castaño y Sergio Díaz. «Venimos de familias humildes y hemos empezado desde abajo», insiste este último. El singular concepto de negocio, que mezcla 'fast food' y espectáculo, nació en 2018 en Algeciras. «Daniel tenía una pizzería y yo una consultora de marcas. Decidimos combinar nuestra experiencia e ideamos La Grillaera, un negocio de restauración pero que es a la vez un ejercicio de marca», explica el emprendedor. Su éxito llevó a sus fundadores a dar el salto a la ciudad de Málaga, con la mala suerte de que firmaron el contrato de alquiler de su local en Teatinos en febrero de 2020, justo en vísperas de la pandemia. No pudieron inaugurarlo hasta julio del año pasado. El éxito cosechado les anima a «seguir creciendo», pero no lo harán hasta que les cuadren los números. «Todos los días viene alguien a proponernos abrir franquicias, pero con sólo dos locales abiertos sería fácil que el concepto se echara a perder. Queremos hacer las cosas bien», apunta Sergio Díaz.
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