14/9/22
El crecimiento de Vox ha estado acompañado de la normalización de su presencia en las grandes cadenas televisivas. Distintos expertos advierten sobre la relevancia que tienen esos escenarios en la hoja de ruta de la extrema derecha.
Una sonrisa. Una palmadita en la espalda. Una pregunta cómoda para una respuesta
agradecida. Una ultraderecha con los dientes largos, recorriendo platós en horario
de máxima audiencia. La normalización de Vox en los medios acaba de marcar otro hito
gracias a Masterchef Celebrity, que invitó al vicepresidente de Castilla y León, Juan
García-Gallardo, al estreno de una nueva temporada en la televisión pública.
El escándalo no es nuevo; el blanqueamiento, tampoco. Pese a sus conocidas
posturas contra los derechos del colectivo LGTBI o su negacionismo de la violencia machista, la ultraderecha disfruta de jugosos minutos de pantalla en grandes
cadenas televisivas, lo que contribuye a su blanqueamiento y le permite exhibir
un rostro más amable.
"Es gravísimo que una persona adscrita a un grupo político que tiene principios
que van contra los derechos humanos se le pueda dar espacios en estos medios
de comunicación. Entiendo que hay que informar sobre Vox, pero una cosa es
informar y otra dar promoción", señala a Público David Lerín, profesor de
Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Complutense de Madrid.
No en vano, los intentos de la ultraderecha de mostrar su cara más amable se
compaginan con los discursos xenófobos, homófobos y ultranacionalistas
con los que Vox intenta ampliar su base electoral de cara a próximas citas con las urnas.
Tan solo tres días antes de que Masterchef Celebrity inaugurase la temporada con la participación de García Gallardo, el partido ultraderechista volvía a criminalizar a
las personas migrantes. Lo hacía a través de su portavoz Jorge Buxadé, quien
anunciaba que Vox había planteado en el Congreso "el cese de subvenciones a
ONGs que colaboran con el tráfico de personas". "La inmigración ilegal masiva
sigue creciendo, y con ello la inseguridad en las calles", remató.
"Desde los medios es obvio que existe un blanqueamiento no solo de los partidos
de extrema derecha, sino también de sus ideas: se legitiman una y otra vez la
homofobia, la misoginia, el racismo o el supremacismo", afirma Jule Goikoetxea,
profesora de la Universidad del País Vasco (UPV) y filósofa política.
Por su parte, Lerín recuerda otros casos sonados de ultraderechistas en programas
televisivos de gran audiencia, como la entrevista a Santiago Abascal en El Hormiguero
el 11 de octubre de 2019, cuando faltaba un mes para las elecciones generales.
"La pujanza electoral de Vox se ha ido fortaleciendo con esa presencia en los medios"
"Cuando Abascal aparece en El Hormiguero como
un líder más amable, diferente al ultraderechista,
mucha gente dice 'no es tan radical como lo pintan'.
Ese blanqueamiento es evidente", afirma el profesor
de la UCM, que compara este caso con la participación de García-Gallardo en Masterchef Celebrity. "No debemos olvidar que la pujanza
electoral de Vox se ha ido fortaleciendo con esa presencia en los medios", añade Lerín.
Voz a la ultraderecha
Estos aspectos aparecen recogidos por Adrián Juste, investigador y experto en extrema
derecha, en uno de los capítulos del informe De los neocón a los neonazis. La derecha
radical en el Estado español, publicado por la Fundación Rosa Luxemburg y
coordinado por el periodista Miquel Ramos.
"Medios de diversas tendencias editoriales han sido señalados por diferentes fuentes
por darle voz a la principal fuerza de ultraderecha del país, Vox, así como a manifestaciones
de carácter extremista, en muchas ocasiones evitando referirse a estos de manera
despectiva e incluso contribuyendo a la difusión de sus bulos, en lo que ha sido calificado
como blanqueamiento", relata Juste.
El experto señala que esto se debe a que "tanto medios supuestamente progresistas
como conservadores forman parte de muy pocos grupos mediáticos". Destaca
precisamente que "el Grupo PRISA, el Grupo Planeta, Mediaset, Vocento, Unidad
Editorial, Godó y Prensa Ibérica acumulan más del 60% de la audiencia televisiva".
Juste subraya además que "colaboradores de prácticamente todos estos grupos
mediáticos, especialmente los más conservadores, forman parte de otros medios
menos tradicionales pero más extremistas", lo que deriva en "una extensa
red de interdependencia". El resultado siempre es favorable a la ultraderecha.
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