29/9/22
Disculpad que hoy haga un comentario político. Liz Truss, primera ministra británica, y su ministro de hacienda Kwasi Kwarteng han comenzado su mandato con un presupuesto ortodoxísimamente thatcheriano: recortar los impuestos a las rentas más altas y planificar estupendos proyectos de construcción. Nada a lo que no estemos acostumbrados en Madrid y con lo que nos amenaza la futura coalición PP-Vox. El caso es que lo omniscientes y omnipotentes mercados han reaccionado hundiendo la libra esterlina y obligando al Banco de Inglaterra a intervenir y en un futuro probablemente a imprimir más billetes. Como neoliberal que es, restaurará la "confianza" del modo también ortodoxo: recortando más aún los servicios públicos sin corregir la metedura de pata inicial.
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