1/5/22
En una fecha tan significativa como la del 1 de Mayo, me parece oportuna la reflexión sobre uno de los errores que cometimos, en los años de la transición, muchos de los llamados "presos políticos" y fué precisamente enfatizar en esa calificación como diferencia respecto del resto de los reclusos de entonces. Al hacerlo, negabamos legitimidad a los "presos comunes" para reclamar la amnistía general como un acto de reparación y justicia, derivada de la responsabilidad del régimen opresor en la pobreza y explotación como raiz social de la inmensa mayoría de los delitos. Solo el movimiento libertario y la CNT, concreto, primero y los numerosos colectivos autónomos anticarceles, desde entonces fuimos rompiendo con esa dicotomía de origen. De ahí que recoja precisamente las manifestaciones de Fernando Carballo Blanco (1924 - 1993), el "preso político" que más años pasó en las prisiones franquistas, en los mítines a su salida (https://www.cuartopoder.es/.../fernando-carballo-el.../... y en declaraciones a EL Pais ese mismo año de 1977 https://elpais.com/diario/1977/01/20/ultima/222562801_850215.html
—Usted defiende la amnistía para los presos comunes. ¿Por qué?
—Yo he vivido en la miseria y entre la miseria, y las calamidades que he visto me han hecho comprobar que la mayor parte de los delincuentes lo son por necesidad. Cuando a uno le falta una alpargata para sus hijos, tiene que conseguirla como sea. Si un desgraciado va y roba un saco patatas, le meten seis o doce años de cárcel. En cambio, vamos a coger a los responsables de Matesa, de Sofico... ¿No habría que ponerle más? Sin embargo, es al contrario.
En fin, conviviendo con ellos, conociendo sus causas, es como he llegado a la conclusión de que la injusticia social más descomunal es la que se hace contra estos hombres. Muchos de los delitos llamados comunes se podrían denominar, no políticos, pero sí sociales.
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