Dos de los adoquines denominados ‘Stolpersteine' que rememoran la memoria de las víctimas del fascismo en toda Europa homenajean en Bruselas y Madrid a una cantante belga y a la hija de un embajador chino acusadas de espionaje por el régimen de Hitler
Stolpersteine: las tres fases para curar el olvido
Jose Oliva: El director sueco Magnus Gertten ha rescatado del olvido la historia de amor de dos mujeres que se conocieron en 1944 en el campo de concentración nazi de Ravensbrück, tras una investigación que ha dado lugar a su película "Nelly & Nadine", que se ha estrenado en España en el festival DocsBarcelona.
Gertten, director de quince documentales para la televisión pública sueca, ha explicado en una entrevista con Efe que encontró primero toda la documentación de Nelly en Estocolmo, un material con el que hizo dos películas previas, pero que el detonante inicial se produjo cuando trabajaba en un archivo de imágenes en su ciudad natal, Malmoe.
"Allí conocí la historia de las mujeres supervivientes del horror nazi que llegaron en 1945 a Malmoe en los llamados 'buses blancos'; había películas con muy buena calidad y comencé a trabajar con ellas en 2007 con el interés de saber quiénes eran y de poner nombre a todas las mujeres liberadas, que fue el material de dos documentales previos: "Harbour of Hope" (2011) y "Every face has a name" (2015)".
Tras ver la segunda en París, la joven del norte de Francia, Sylvie Bianchi, se puso en contacto con él para decirle que una de estas mujeres era su abuela, Nelly Mousset-Vos.
"La nieta tenía un diario de su abuela y comenzó a leerlo, por lo que conoció el primer secreto, la guerra, y después, que su abuela había vivido con una mujer y fue así como se descubrió una historia de amor que comenzó en Ravensbrück en la noche de Navidad de 1944", añade Gertten.
Nelly, que era cantante de ópera, comenzó cantando villancicos para animar la velada en el campo, pero en un momento dado Nadine le pidió que cantara el aria famosa de la ópera "Madama Butterfly" y esa noche comenzaron a ser pareja y se inició un idilio que duraría tres décadas.
Nelly era belga y estaba involucrada en la resistencia contra los nazis y, tras ser detenida, ingresó en Ravensbrück en 1943, mientras que Nadine Hwang, parisina, era una artista que había llegado al campo a principios de 1944 y de la que en el registro de Malmoe solo se sabía que había partido para China en 1945.
"Se enamoraron y soñaban en el campo con una vida juntas, pero las circunstancias de la guerra hicieron que se separaran", cuenta el director sueco.
"Cuando revisé las filmaciones que había en Malmoe me detuve en el rostro de Nadine; se la ve calmada, pero no sonríe y ahora sé por qué, allí no había llegado su amada Nelly, que fue trasladada a Mauthausen y de allí a Bruselas".
La película, que, según Gertten, ha tenido "una buena acogida entre el colectivo LGTBI+", sigue el punto de vista de Nelly a través de su diario, aunque el documental comienza con "un doble descubrimiento", para el espectador y también para su nieta, que abre un enorme baúl lleno de documentos manuscritos, cartas, fotografías, diarios y hasta películas grabadas en Super-8, "todo un regalo para un documentalista", confiesa el director.
"Necesitaba un hilo conductor, en este caso la propia investigación que hace la nieta, y en un segundo plano se habla de la II Guerra Mundial y el holocausto, temas que ya han sido tratados abundantemente por el cine.
A raíz de esta película, añade Gertten, se ha despertado el interés en China por Nadine, que ha dado lugar a pequeños documentales que hablan de la vertiente china del personaje, pero "evidentemente no mencionan la vertiente lésbica".
Otras dos películas han despertado el interés del público en la presente edición del DocsBarcelona, "Penelope my love", en la que Claire Doyon filma desde su nacimiento a la pubertad a su hija, que tiene un trastorno del espectro autista; y "Erasmus en Gaza", de los italianos Chiara Avesani y Matteo Delbò, con producción de la catalana Alfa Films.
Doyon, que no considera su obra "una película sobre el autismo", prefiere verla como "un autorretrato, que muestra la toma de conciencia y los cambios que he experimentado en estos veinte años acompañando a mi hija", que no rehuye de la crítica política "a un sistema sanitario muy arcaico, basado en la institucionalización y vinculado al modelo psiquiátrico del psicoanálisis, que a menudo tiende a culpabilizar a la madre".
"Erasmus en Gaza", explica la productora Eva Fontanals, sigue a un estudiante de medicina de Siena de Erasmus en Gaza, a través del cual se descubre "una Gaza inédita, ya que la cámara entra en las casas, en la universidad islámica, se ve la vida, la gente mira el fútbol, se casan, también la realidad cotidiana sin agua ni luz, pero, al fin y al cabo, viven, por su resiliencia". EFE.
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