Elena de Sus 29/01/2023
Me levantaba sobre las 8, tomaba un café rápido, me vestía con la ropa que había dejado preparada el día anterior, me maquillaba y todo eso. Había que ir muy arreglada, formal, la imagen era importante. Ellos siempre de traje y corbata. Cogía el metro y me encaminaba a la oficina que, por supuesto, estaba en un rascacielos. Ocupábamos cuatro plantas.
Hacíamos proyectos para grandes empresas, del IBEX 35. Las primeras horas de la mañana transcurrían entre reuniones con el cliente y reuniones internas. La comunicación con el cliente era constante, nos reuníamos para definir el proyecto y después íbamos presentando informes de su desarrollo. Siempre estábamos disponibles para resolver dudas o establecer cambios. Los clientes solían quedar satisfechos con los resultados.
La jornada terminaba oficialmente a las 18h. (...)
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