viernes, 25 de agosto de 2017

Con cariño: a Javier Marías, de Maria Toca



25/06/2017 - Maria Toca http://www.lapajareramagazine.com/con-carino-a-javier-marias

¿Cómo vamos a comparar nacer en una familia de enjundia intelectual, con padre refutado por organismos internaciones, ligeramente proscrito por el franquismo, catedrático  y opositor,  con ser hija de costurera y portero? ¿Cómo vamos a comparar autor de parajes truñeros que necesitan varias vueltas para desenmadejarse con una voz infantil que hizo del dolor señuelo de belleza sencilla? Evidentemente, jamás. Son incomparables.

Todo lo que sean loas al vecino le quita protagonismo al nene erigido por decisión propia y un poco de PRISA, caballero de las letras hispánicas. Aunque infle hasta el infinito historias que no dan ni para diez hojas;  él, con su pubis moreno las convierte en cuatrocientas. ¿Qué hablamos de mujeres ninguneadas, o maltratadas por la historia? nos responde que son cosa de feminismos trasnochados, de odiadoras de hombres. Sobre todo, odiadoras de Marías, que no le dedicamos loor y pleitesía a toda hora y perdemos tiempo con otras literatas. Y se mosquea. Con razón. Porque él, el ínclito que publicó a los diecinueve años…Así, con dos gónadas bien puestas, es a la literatura, lo que las nubes a la lluvia: origen y causa. Hay que reconocerle que tuvo el decoro de hacer desaparecer  su primer  libro por considerarlo indigno y de baja calidad. Pero publicó con diecinueve. No por ser hijo de, no por ser hombre, no por ser modernito madrileño. No, nada de eso fue la causa ¿Por qué, entonces, publicaste, Marías?  Él mismo nos lo cuenta: un editor amigo de papá  Julián  leyó su obra y ¡zas! vio el ingenio y publicó. Como a cualquiera. Como a Gloria, como a usted, como a mí…

He leído mucho a este hombre, lo confieso. En mi descargo diré que tengo que leer mucho si pretendo escribir,  que me fue vendido por consejo explícito: lee a Marías, verás. Lo hice. Vi oficio, solo faltaría, viniendo de donde viene, teniendo el día entero para escribir, editorial a su servicio, y medios de difusión a cascoporro. Oficio, sí, talento, jamás. No hay una sola línea de sus novelas que desprenda el tufo de un talento innato, ese que deslumbra aunque no tenga la factura de la perfección. Ni miaja.

En los últimos años el señor Marías se nos ha hecho mayor y sin más oficio que escribir y editar, sin más peculio que el que sale de su pluma y de su aplomo de hombre intelectual, se ha embotado. Cosas de la edad, don Javier, que nos falla la próstata , ya no ligamos púberes y tenemos que consolar con deslumbrarlas con el ingenio pelón del que carece, porque esa mirada de ave torcaz o de palomo cojo, ha perdido donusura. Y se enerva. Y se le nota. Por eso desgrana insensateces en su columna, que la debieran leer antes de publicar, por cierto,  porque  ofrece  ataques de mandobles Bradominescos a diestra y siniestra. Y por la siniestra si hay sexo femenino, ni te cuento. Porque viene siendo algo obsesivo la fijación de don Marías por nosotras. No por todas, concedamos que las sumisas le ponen. No, somos las que levantamos el testuz y le acaloramos cuestionándole. No nos lee, pero nos desprecia. Y se le nota mucho



Articulista, lo he seguido también. Elegante, facechoso de textos bien elaborados, con toque de ironía, con sutil encanto de perfume caro. Recuerdo con cierto cariño un artículo que escribió a un soldadito de plomo. Bello, con factura sencilla construyó un folio impecable. Y varios más.
Nunca osaría doña Gloria, disputar el cetro de don Celemín de las Letras Hispánicas, no tema, don Marías, ella era más de gata chundarata y de puestas de sol. Por eso, cumple cien años y la amamos y a usted hace tiempo que su gato huyó del hogar por no aguantarle. Cascarrabias, que es usted un cascarrabias decrépito.

#MariaToca
.....................................................

OTRA COSA:  Carlos Saura. España en los años ’50. Museo Cerralbo hasta el 3 de sept.


No hay comentarios: