Ramon Peña Perez está con Pili Sierra Fernandez 5/12/20
A veces el presente se explica siguiendo las miguitas de pan de Hansel y Gretel. Un hilo fino y terco une unos actos a otros, unos acontecimientos a otros, une con nombres o con gestos sucesos que parecen pertenecer a lugares y momentos sin conexión y, sin embargo, basta con posar la mano encima y avanzar sin levantarla.
El general Chicharro llegaba a presidir la Fundación Francisco Franco no desde cualquier lugar, no desde las cloacas de un golpismo triste de pistolas engrasadas con cera de iglesia. Llegaba después de haber sido durante años "ayudante de campo de Su Majestad el Rey" Juan Carlos I. Eso quiere decir que formaba parte del selectísimo grupo de militares, menos de una decena, que asistían al rey de forma permanente y también a la reina "en el desarrollo de sus actividades oficiales" (...)
Los ejércitos son empresas de matar gente. Empresas públicas la mayoría de las veces, aunque cada vez menos. No hablan a la ligera, su profesión es matar y planificar bien el trabajo es vital para poder evaluar luego la cuenta de resultados. Si los militares de la XIX promoción han calculado que la población española debe ser reducida a veintiún millones trescientas veintinueve mil novecientas ochenta y una personas es porque han echado cuentas, no creo yo que estén hablando a la ligera. Estamos hablando de unas fuerzas armadas modernas, profesionales, una gente preparada, no un hatajo de chusqueros franquistas con mando en plaza, no. Si esta gente ha determinado que ese es el tamaño ideal de la población del Estado, por algo será. Ya hemos visto su desempeño en el Sahara Occidental, en Sidi Ifni o en Perejil. Gente resolutiva. Por no hablar de la gloriosa gesta nacional en la que tuvieron un papel destacadísimo, implementando tendencias que crearían escuela, como la externalización de las labores de exterminio. Si el ejército no puede cumplir con el objetivo de asesinatos asignado a cada equipo puede recurrir a externalizar el horror a falangistas y mercenarios marroquíes. Eso es un avance en eficacia y reducción de costes y favorece enormemente el rendimiento de la guerra quirúrgica, reduciendo los daños colaterales. O no (...)
2+ Albino López ·
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