viernes, 26 de mayo de 2023

El Salto. El calor neoliberal abrasa a nuestro alumnado y a nuestra escuela pública

 ELSALTODIARIO.COM   27 ABR 2023

Delegado de la sección de Enseñanza e Intervención Social de CNT Madrid

El Plan de alerta y prevención frente a las olas de calor que la Comunidad de Madrid ha remitido a los centros es el último ejemplo de la falta de interés de la administración autonómica por las condiciones en las que desarrollan su labor el profesorado, y el alumnado de la escuela de todos y todas.
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Como única actuación frente al grave problema de altas temperaturas al que nos enfrentamos, la administración, sin partida económica alguna, ha recomendado a los colegios ventilar los espacios o que los alumnos beban agua. En el menos malo de los casos, esto sería la enésima ocurrencia de una Consejería y una administración que hace tiempo se desconectaron de la realidad educativa.

En previsión de situaciones de calor extremo, la Consejería sugiere que se refuerce el mantenimiento de toldos, persianas, ventanas y que se habiliten zonas de sombra para el alumnado. Como si esto se pudiera llevar a cabo de la noche a la mañana sin dotación específica alguna, en unos centros en los que la saturación de los equipos es una realidad cotidiana y en los que los desperfectos se acumulan por falta de recursos humanos y materiales.

Pero, quizá, la recomendación más hiriente sea la referida a “evitar espacios en los que se concentra el calor” cuando existen centros en la región en los que alumnos y profesores dan clase en casetas de chapa o barracones sin solución prevista a corto plazo.

Otra de las sugerencias del ambicioso Plan, la “refrigeración por efecto vaporativo”, consiste básicamente en regar por la noche todos los espacios exteriores o expuestos al sol. Sin embargo a la administración se le olvida indicar quién será el personal encargado de realizarlo que deberá permanecer en el centro hasta que el sol se haya ido.

En el documento también se exponen los efectos de las altas temperaturas sobre las personas y las actuaciones ante un golpe de calor, dando a entender que será inevitable que se den estas situaciones y recomendando intervenciones paliativas.

Según todos los datos, las olas de calor llegan antes y durarán más, por lo que es necesario que desde la administración se implementen las medidas urgentes y reales para garantizar los derechos laborales y la salud de las personas de los centros educativos. Que se diseñe un plan coherente con presupuesto propio para toda la Comunidad de Madrid. En lugar de esto se abandona en manos de los equipos directivos la inmensa tarea que supone la adecuación de los espacios de trabajo.

A una plantilla maltratada por quienes debieran defenderla y que cada vez tiene más carga de trabajo, se le encomienda ahora la responsabilidad del bienestar y confort térmico del alumnado; con el consiguiente estrés que esta nueva misión imposible puede causar. Especialmente entre las personas que tienen a su cargo al alumnado de menor edad.

Este escenario tiene dos vertientes que conviene considerar por separado (...)

Nos gustaría pensar que la educación en la Comunidad de Madrid la gestionan personas que por falta de capacidad o simplemente desinterés no consiguen tomar medidas efectivas para paliar las, cada vez más, frecuentes olas de calor. La realidad es peor aún. Esta gestión forma parte de una estrategia bien calculada de deterioro y maltrato de los servicios públicos en general y de la educación pública en particular que viene dándose desde hace años.

Que no es un problema económico sino parte de una estrategia política, se plasma en el triste dato de que a final de año la Comunidad de Madrid deberá devolver cientos de millones de euros de los fondos europeos Next Generation destinados a inversión en eficiencia energética de los edificios públicos pudiéndolos haber usado para adecuar los colegios públicos madrileños. (...)

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