Fernando Broncano R 23/11/21
(Disculpas por el post largo, pero esto es lo que aún podemos aprovechar de FaceBook, hasta que se de cuenta y lo restrinja) Estos días reflejaba la prensa el creciente número de trabajadores y trabajadoras que abandonan su empleo. La noticia parece ir contracorriente de lo que sentimos todos (unos más que otros, no es mi caso), la ansiedad por la pérdida de empleo y la ansiedad por el futuro en que las máquinas sustituirán a los humanos. Pero ¿qué hay de bueno en el trabajo aparte de ser un sacrificio para tener medios de subsistencia?, ¿por qué culpar a la tecnología y no al conflicto persistente entre capital y trabajo? ¿qué es el trabajo?
Estas preguntas sobre las emociones de ansiedad en la era digital las responde con audacia y precisión Greg Goldberg en su libro, y aporta una luminosa teoría de por qué crea valor el trabajo:
"[…] el valor creado por el trabajo humano, de la mano de obra humana, debe estar en función de sus cualidades "negativas", o de la forma en que los trabajadores humanos, a diferencia de las máquinas, pueden negarse a trabajar, que los trabajadores humanos, a diferencia de las máquinas, pueden negarse a trabajar. La distinción económica clásica entre trabajo y fuerza de trabajo es esencial aquí: aunque la naturaleza y las máquinas pueden realizar trabajo (pueden trabajar), no se puede decir que tengan capacidad de trabajo (no tienen fuerza de trabajo) en la medida en que no pueden negarse a trabajar. […], la potencialidad es una propiedad exclusivamente humana, con su sombra de impotencia, es decir, "el poder de no pasar a la realidad". Esta es bastante más complicada que la definición de fuerza de trabajo que ofrece Marx en El Capital: "el conjunto de aquellas capacidades mentales y físicas que existen en un ser humano, que ejerce siempre que produce un valor de uso de cualquier tipo"- y, sin embargo, capta mejor la esencia del concepto de fuerza de trabajo de Marx. [...], la afirmación de Marx de la fuerza de trabajo y su valor de la fuerza de trabajo y su valor como claramente humano estaba motivada por la posibilidad de rechazo, y más específicamente del rechazo del trabajo a la extracción de plusvalía por parte de los capitalistas y de la organización injusta del trabajo bajo el capitalismo. El estatus excepcional del trabajo humano ha estado ligado durante mucho tiempo a las nociones de rechazo y resistencia voluntarios, con la tecnología sirviendo como su dócil papel. Esto no quiere decir que el trabajo no sea de hecho voluntario, sino que su capacidad de voluntad se convierte en su propiedad definitoria. De hecho, es debido a la capacidad de voluntad del trabajo que los capitalistas amenazan a los trabajadores a los trabajadores con la automatización como estrategia para gestionarlos y disciplinarlos. Con el fin de Para que la automatización sea menos atractiva y evitar así su propio desplazamiento, se les dice a los trabajadores que tienen que ser menos costosos, menos exigentes y más productivos."
Para decirlo de otra forma "los trabajadores de las empresas indias y chinas temen que nunca puedan ser sustituidos por máquinas"
..................................................
No hay comentarios:
Publicar un comentario