Estos incendios desnudan a un político que lleva años 
paseándose por desayunos y televisiones madrileñas vendiéndose como buen
 gestor: la catástrofe demostró que al frente de la Xunta no había nadie. Suso de Toro 
  
  
    
    
      16/10/2017 - http://www.eldiario.es/zonacritica/arde-Galicia-incendios_6_697890231.html 
Meses sin esa lluvia tan
 denostada en esta época en que hemos interiorizado que la economía y la
 vida misma es estar en una tumbona al sol, y además un viento cálido y 
seco, favorecen el momento en que estalló una ola de incendios que 
desbordó a una administración desidiosa. Pero eso no explica por qué 
ocurren en ese lugar y no en otro.
Si vemos el mapa 
de la península observaremos que el frente incendiado dibuja un mapa, lo
 que deberíamos llamar “triángulo eucalipteiro” pues Portugal, Galicia y
 Asturias, extendiéndose ya por Santander, es el territorio colonizado 
por la explotación exhaustiva del suelo como plantación de eucalipto 
(curiosamente, desde un punto de vista histórico es el territorio de la 
antigua Gallaecia o del reino suevo). Portugal, tras los incendios del 
verano pasado, ya ha tomado la decisión de cambiar su política forestal 
para corregir ese monocultivo. Para explicar ese monocultivo del 
eucalipto, una planta pirófita que no sólo sobrevive al fuego sino que 
se beneficia del él para extender su dominio, habría que hablar de ENCE,
 la planta de celulosa en el interior de la ría de Pontevedra. Una 
instalación que afecta al presente y al futuro de la ciudad y de la ría 
pero que, además, está determinando toda la política forestal de la 
Xunta cada vez que gobierna el PP, es decir casi siempre. ENCE es cierto
 que da trabajo a la plantilla pero deja la carga de contaminación en 
Galicia y está domiciliada en la Castellana en Madrid, pero es una de 
las empresas amigas del PP y sirve para lucrar a cargos de ese partido 
como Isabel Tocino o Carlos del Álamo.
 Los costes económicos y sociales de 
las temporadas de incendios podrían ser ignorados por una política casi 
siempre irresponsable y antisocial pero como crea situaciones tan 
dramáticas inevitablemente se transforma en instrumento de lucha 
política y quien menos escrúpulos tiene lógicamente le saca más partido.
 Hace diez años, gobernando la Xunta una alianza PSOE y BNG presidida 
por el socialista Pérez Touriño, Núñez Feijóo no tuvo empacho en 
fotografiarse con una manguera de jardín haciendo como que apagaba fuego
 y declaró: “con nosotros no moría gente en los incendios y, con ellos, 
cuatro personas”.   Diez años después y ya gobernando   exige que la oposición no haga críticas   aunque   han muerto otras cuatro personas y los daños son tan enormes.
 Realmente esos incendios desnudan a un político que lleva años 
paseándose por desayunos y televisiones madrileñas vendiéndose como buen
 gestor, la catástrofe demostró que al frente de la Xunta no había 
nadie. Tardó cuatro horas en contestar a la demanda de ayuda. La radio y
 televisión públicas gallegas cuando ya habían muerto dos personas y 
ardía buena parte del país rodeando la mayor ciudad de Galicia, Vigo, 
emitían una deportes y la otra una serie de policías y ladrones. Ni 
siquiera el día después el Gobierno autonómico había sido capaz de 
coordinar los recursos locales existentes. Un vacío político absoluto, 
una ineptitud que cuando la radio y televisión gallegas reaccionaron 
llenaron con sucesivas comparecencias de Feijóo y sus conselleiros sin 
decir más que tonterías y acusaciones al mal tiempo, a Portugal y a unos
 terroristas que se sacaron de la manga.
 Sin hablar de la privatización que hizo Fraga en Galicia de los 
servicios contra incendios, ni de como Feijóo quince días antes licenció
 a 436 brigadistas contratados para ello, a pesar de las advertencias 
desde la oposición.
 Pero 
esos incendios también desnudaron la realidad de la política española, 
mientras el Gobierno de Rajoy transformó un conflicto político que 
debería ser resuelto por métodos democráticos en una especie de tragedia
 histórica la realidad es que las administraciones central y autonómica 
controladas por el mismo partido son incapaces de proteger al país y a 
los ciudadanos. Y esa ineptitud acompaña a la utilización de los 
recursos del Estado, miles de policías y guardia civiles que en vez de 
para prestar un servicio público se utilizan para mantener amenazada a 
la población desarmada en Barcelona. Inútiles y patéticos.
 Pero no tendrán solución los incendios de cada año si no hay una verdadera política no sólo forestal, sino de país.  
 Galicia, el país de los mil ríos, es un territorio enormemente variado y
 complejo tanto orográficamente como en su población dispersa. Aunque en
 los últimos ochenta años ha habido un cataclismo demográfico, un 
desplazamiento de población del campo a la ciudad y un proceso de 
urbanización radical, sigue siendo un territorio que no es uniforme y 
con muchos intereses contrarios, un sistema complejo que si no se 
organiza es un caos. Como es el caso. En Galicia, para que sea una 
sociedad viable, falta un proyecto global y colectivo de país y una 
dirección política, eso tendría como uno de sus principales objetivos 
hacer un plan de organización del territorio, que nunca se hizo.  
 Y algo que es evidente, el abandono de la agricultura por parte del 
poder político. La agricultura y ganadería como formas de vida, como 
recurso y como forma de ocupación del territorio fue olvidada, 
despreciada y condenada a sobrevivir sin apoyo ni protección gracias al 
puro esfuerzo de las familias que tuvieron y tienen que competir en 
mercados abiertos.
 Y 
volvemos a lo mismo que vemos cada día y sobre todo en días de crisis 
como estos, Galicia tiene ocupas en la administración pero no son 
verdaderos gobernantes, sirven a intereses ajenos a los de su población y
 crean un gran vacío político. Un vacío que sirve para que continúe la 
desidia y el expolio. Los incendios sólo son una erupción momentánea del
 nihilismo que respira el país.
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ADEMÁS: Nuestros árboles. · Oxford, England, United Kingdom ·
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Os
 dejo un video interesante, con el que creo, todos estaremos de acuerdo.
 Los ecosistemas ibéricos están adaptados a soportar  incendios 
naturales y a regenerarse. Los 
monocultivos de eucaliptos de origen australiano, no, ya que nuestros 
suelos no disponen de insectos ni microorganismos adaptados a 
descomponer su materia orgánica de forma eficiente y además desecan el 
suelo. Con eso no quiero decir que no hayan sido provocados y que no 
haya culpables. 
http://www.farodevigo.es/multimedia/videos/gran-vigo/2017-10-17-130800-fueron-eucaliptos-responsables-oleada-incendios-vigo.html
http://www.farodevigo.es/multimedia/videos/gran-vigo/2017-10-17-130800-fueron-eucaliptos-responsables-oleada-incendios-vigo.html
¿Por qué este bosque de Vigo sobrevivió a los incendios?
2017-10-17  23:13:19 - IMÁGENES CEDIDAS/MARTA CLAVERO 
Un vecino de Coruxo muestra en un vídeo cómo una zona verde de bosque autóctono se salvó de las llamas...
 
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