26/02/2021 JORGE OTERO MALDONADO
La empresa pública de servicios municipales de la ciudad madrileña perdía dinero y estaba a un paso de ser privatizada con el PP hasta que la llegada de Jesús Santos, teniente de alcalde, coordinador general de Podemos en Madrid y antiguo empleado, supuso un giro de 180 grados: ahora es una empresa rentable y eficiente.
Si algo se repite como un mantra en la política española es que la derecha gestiona mejor económicamente que la izquierda los recursos públicos. No siempre es así: la historia reciente de la Empresa de Servicios Municipales de Alcorcón (Esmasa), la sociedad pública encargada de la limpieza y de la gestión de los servicios municipales de la ciudad madrileña, es la mejor prueba de que ese axioma no siempre se cumple. Desde que la izquierda gobierna en Alcorcón gracias al pacto entre PSOE y Ganar Alcorcón, la candidatura de unidad popular vinculada a Podemos, la única empresa pública del municipio ha pasado de estar al borde de la quiebra y ser carne de privatización cuando gobernaba el PP a ser un modelo de gestión pública.
La situación de Esmasa ha dado un giro de 180 grados en apenas año y medio. Con un presupuesto que ronda los 30 millones de euros al año, las cifras económicas no admiten discusión: en 2017 cuando aún gobernaba el PP con David Pérez al frente del Ayuntamiento, Esmasa perdió 1,9 millones de euros. La situación mejoró algo en 2018, con un beneficio de 506.141 euros; en 2019 la empresa ganó 425.810 euros, pero fue en 2020, el primer año gestionado íntegramente por el nuevo equipo de Gobierno, cuando los beneficios de la empresa pública se dispararon hasta los 2,5 millones de euros.
No sólo es una cuestión de números: en el último año se ha contratado a un centenar de trabajadores, hasta llegar a los 500 en total, al tiempo que la empresa se ha modernizado y ha mejorado notablemente la limpieza en las calles de Alcorcón (...)
La situación de Esmasa ha dado un giro de 180 grados en apenas año y medio. Con un presupuesto que ronda los 30 millones de euros al año, las cifras económicas no admiten discusión: en 2017 cuando aún gobernaba el PP con David Pérez al frente del Ayuntamiento, Esmasa perdió 1,9 millones de euros. La situación mejoró algo en 2018, con un beneficio de 506.141 euros; en 2019 la empresa ganó 425.810 euros, pero fue en 2020, el primer año gestionado íntegramente por el nuevo equipo de Gobierno, cuando los beneficios de la empresa pública se dispararon hasta los 2,5 millones de euros.
No sólo es una cuestión de números: en el último año se ha contratado a un centenar de trabajadores, hasta llegar a los 500 en total, al tiempo que la empresa se ha modernizado y ha mejorado notablemente la limpieza en las calles de Alcorcón (...)
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