PUNTOCRITICO.COM 28 septiembre, 2020
La impugnación de un Régimen y la violencia policial: del 15M, al Proces.
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David Piqué, Comisario Superior de Coordinación Territorial de los Mossos d'Esquadra, responsable de coordinar el trabajo de todas las comisarías de los Mossos en Cataluña, numero dos del Cuerpo, falleció en septiembre de 2016, después de haber salido a la palestra en abril de 2012, durante un discurso en el día de las Esquadras, cuando animó a la lucha contra las protestas callejeras en la ciudad, que denominó "guerrillas urbanas". "Les iremos a buscar, ya se pueden esconder donde quieran porque les buscaremos, sea en una cueva o en una alcantarilla que es donde se esconden las ratas. Tampoco les servirá esconderse detrás de unas siglas, o una asociación, o una capucha, o de una revista, o de una asamblea que no representa a nadie o incluso detrás de una silla de la universidad. No vale poner el objetivo social a cualquier actividad para justificar saltarse la norma", dijo en un discurso que pronunció poco después de la huelga general del 29 de marzo, en la que hubo graves disturbios en Barcelona.
Este tipo de declaraciones son la punta del iceberg del trabajo de Fin de Master que Piqué elaboró algunos años antes sobre el fenómeno okupa y antisistema en el barrio barcelonés de Gracia, "El Sindrome de Sherwod". Les destacamos algunas citas de este “MANUAL DE VULNERACIÓN DE DERECHOS FUNDAMENTALES”, escrito por el jefe de los Mossos, en el que se dicen cosas como éstas:
pág. 28-29 ” Incluso si la concentración o manifestación, que es lo que estamos hablando, no se prevé bastante violenta, se puede llegar a provocar un poco, con detenciones poco justificadas y nada pacíficas unos días antes para calentar el ambiente. También se pueden hacer “redadas” preventivas a los lugares donde se encuentran habitualmente personas cercanas a la ideología de los convocantes con la excusa de buscar drogas o lo que sea necesario.
La ’’redada’’ estará especialmente mal hecha y con trato humillante para encender más los ánimos, si es necesario.
La consecuencia previsible de estos comportamientos previos y el diseño del dispositivo policial, es que acabará con una “batalla campal”.
Además de la estrategia previa, en cuanto algún grupo descontrolado empieza las acciones violentas, las unidades de policía ni se mueven y cuando la violencia empieza a ser generalizada, la actuación policial se retrasa deliberadamente hasta que los daños producidos son socialmente inaceptables. Es entonces cuando se producen las cargas policiales que en ningún momento quieren ser disuasoria, no se disimula.
Se va directamente contra los manifestantes, que ya son considerados vándalos, y se les ataca con suficiente velocidad para que no dé tiempo a la fuga y se provoque el enfrentamiento físico.
En este estadio, los manifestantes atacan a la policía con todo lo que tienen y que les ha dejado tener, realmente se están defendiendo, pero no lo parece. Han sido acorralados. La violencia entre agentes y manifestantes se desata, se personaliza y se descontrola.
Es lo que se quiere. Comienzan a aparecer víctimas inocentes – daños colaterales se dice ahora- Los que han rehuido el enfrentamiento, se encuentran con el resto de unidades policiales que los cierran el paso y que no hacen detenidos – prisioneros-, la dispersión no es voluntaria , es a golpe de defensa (porra) y cualquier atisbo de resistencia es contestada con contundencia exagerada y detenciones masivas (...)
https://twitter.com/evaduff/status/1185292621440258049
Click en la imagen. Video grabado desde un balcón en Tarragona el 18 de octubre de 2019, difundido por redes sociales donde se ven a encapuchados saliendo de un furgón policial
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