sábado, 21 de septiembre de 2013

22 DE SEPTIEMBRE. MAREA BLANCA. SÍ SE PUEDE



Cada vez hay más gente convencida de la mierda en la que vive y menos dispuesta a unirse para cambiar las cosas. Supongo que la mayoría silenciosa se ha acostumbrado a ver su propio drama en los periódicos y en los ojos y las manos de los que gritan y molestan debajo de sus balcones. Es curioso que el expolio al que están sometidos lo ven como algo natural, yo diría que hasta sensacional y entretenido, y sin embargo, a los que protestan por él, a los indignados, los ven como un estorbo. Algunos, aprovechando un hueco de su jornada laboral, echan un rápido vistazo a los periódicos digitales y comentan con otros, entre risas, lo que ocurre. 
Entre risas. Es curioso.

Desde aquí pido un minuto de silencio y reflexión en honor a todas aquellas personas que no cesan en su empeño de hacer de este mundo un lugar mejor. A todos los quincemeros que desde el principio se han implicado en cada acción indignada. A los integrantes de todas las mareas. A los que difunden el mensaje del bien común a través de la Red. A los que han sido golpeados, detenidos y humillados por defender y reivindicar los derechos humanos de sus vecinos. A los reporteros concienciados sin los cuales esta revolución sería ciega. A los médicos con vocación hipocrática que no piden lujos, sino dignidad para ellos y sus pacientes. A los que han muerto ahogados en la desesperación de un inminente desahucio. A los bomberos y policías que se han negado a llevar a cabo esta acción violenta e inhumana. A los niños que llevan sus caras pintadas en las manifestaciones. A los maestros que hacen huelga para defender una educación para todos. A los yayoflautas y a la conciencia que sigue germinando a pesar del pedrisco que no cesa de caer.

22 de septiembre MAREA BLANCA
SÍ SE PUEDE

3 comentarios:

Franziska dijo...

Formo parte de esa mayoría "silenciosa" (creo que fui silenciada, sería más exacto) que no sale a gritar a la calle porque se vió en la marcha de los mineros de la marea negra, frente al Ministerio de Industria, en una situación tremendamente apurada y salí ilesa de puro milagro. Estaba con mi cámara allí frente al vallado colocado delante del edificio del Ministerio y alguien me advirtió del gran peligro que corría. Tenía razón.
Crucé la avenida y me situé enfrente, cuando empezamos a oir los gritos y ver a la gente correr, pude salir pegada a las fachadas y llegar al metro, acompañada de otra persona mayor,
ni siquiera puedo decir a dónde llegué, fue demasiado duro lo que acababa de ver.

Es así como se consiguió que yo no volviera a otra manifestación pero aunque estoy callada, no estoy de acuerdo con lo que está pasando y si todo es igual que la situación de la minería, te aseguro que están mintiendo que no es por la crisis sino porque están "cargándose" el sistema social.

Entre los que no asisten a las manifestaciones, hay un porcentaje que está de acuerdo con las circunstancias: eso es inevitable pero de ahí a que seamos todos...hay también un gran trecho.

Ayer estuvo más gente en La Marea Blanca. De verdad, sentí que mi estado de salud me impidiera participar: un ataque de ciática. Nada grave pero...

No sabía yo que publicabas en este blog. Muy interesante. Un abrazo. Franziska

Sue dijo...

Franziska, espero verte en la próxima, aunque lo que realmente me gustaría es que no hubiera próxima porque todo se ha solucionado. Sin duda, lo que ocurre no es solo culpa de los que dirigen, sino también de los que lo soportamos. Y sí, puede que no todos los que se quedan en el sofá sean parte de este problema y luchen de otras formas (de hecho, las hay), pero una gran mayoría sí lo es y hacia ellos dirijo mis críticas.

Espero que te encuentres mejor.

Un abrazo.

1600 Producciones dijo...

Gusto grande el ver que desde el otro lado del mundo también hay gente tratando de hacer de este sitio, un lugar más digno. Muy buena la propuesta del sitio, al que me uno, a pesar de la distancia.
Saludos desde el sur