martes, 31 de agosto de 2021

Carta a Borjamari(s). O al señorito Iván de toda la vida, de Maria Toca Cañedo

LAPAJARERAMAGAZINE.COM

Maria Toca CañedoLA COMMUNE   21/05/2020

Y este, no por repetido menos apreciado. Los Borjamaris de toda la vida que quieren seguir ellos disfrutando del Medievo...ay.

Querido Cachorro:

Al dirigirme a ti, tomando como ejemplo de la facción que nos toca padecer, espero que me perdones la familiaridad, claro ejemplo de la villanía que me aqueja como parte integrante del pueblo llano que conforma tu servicio, esos aparceros de la finca donde cazas, esas mucamas que te tirabas con catorce años  y que sirvieron a tu familia con denodado pundonor mostrando respeto y aquiescencia hasta cuando las ladrabais un poco. Ya se sabe, siempre hubo clases, ricos y pobres y a vosotros, el Señor de las Alturas, os señaló con el dedo del privilegiado. Que se le va a hacer. El mundo se hizo así y tan contentos debemos estar con el orden de las cosas.

Yo, querido Borjamari, no me conformé. Como yo millones de españolitas/os que decidimos en un momento de la historia que ya estaba bien de andar de rodillas, levantamos la cara, arriamos la bandera de la sumisión levantando el puño a lo alto. ¡Que osadía!  Te dirás, querido. Saltarse así la lógica de las clases sociales. “Que hoy no se respeta nada y todos quieren igualarse a los amos” te dices escamado mientras tomas tu whiskito de las cinco treinta escuchando a José Manuel Soto o a Bertín.

Por eso penas, Borjamari. Y te tiras al monte, aunque el monte sean las calles céntricas de las ciudades…y no todas, solo las que guardan las esencias de la caspa patria. A saber. Madrid, Santander, alguna provincia castellana y andaluza  también. Vamos, las puras esencias de la carcunda.

Porque tu indignación ha crecido en los últimos tiempos tanto que ya no te cabe. Ni  entiendes bien porque te manifiestas, la verdad. Despliegas tu bandera, tu himno y tu protesta contra un gobierno que ha votado gentuza de mal vivir, como yo. Y no. Hasta ahí podíamos llegar, que el voto de una pelandrusca, feminazi para más señas, valga lo mismo que el de un señorito con apellidos compuestos y  de buen tono, pelo engominado, jersey Lacoste y castellanos en los pies. O de las señoras de puntilla en combinación, olor a Chanel número 5 y rouge de Dior en los labios. No puede ser que todos seamos iguales. Vuestra es la patria. De toda la vida de Dios o al menos desde el 39 del pasado siglo que para eso hicieron vuestros ancestros una guerra tirando a zanjas a la morralla roja o empujándolos con bombas y lágrimas al exterior. La rabia es que sobrevivimos. Agazapadas como dios (observa que el nuestro, Borjamari, lo pongo con minúscula, no como el tuyo, grandilocuente y justiciero) nos dio a entender y brotamos como la mala hierba para tomar calles y poder.

¡Ay, el poder! Eso que crees que en justicia te pertenece resulta que con esa moda del voto universal, a veces, os ganan los malos. Os ganamos las malas. Y las feminazis. Justo por eso sales ahora envuelto en la bandera que ganó tu padre, que guarda la sangre del fusilado y el barro de la trinchera nacional, engalanado con pucheros de San Ignacio por lo menos y cucharón de vichysoie que te aportó la criada filipina que tienes de interna y que no te levanta los ojos del suelo. No como nosotras, las que huimos de vuestros palacetes para volcarnos en pueblos obreros, sitiar plazas y ganar con esfuerzo ímprobo, carreras, másteres y doctorados. Porque a vosotros no os hace falta nada de eso, como al amigo Casado, que le regalan en Aravaca el master de Havard y la carrera de Derecho en un plis plas. No os hace falta, porque vosotros sois. Sois la clase privilegiada que a modo de casta hindú gobierna y detenta el poder. Y el dinero.

Adoptáis el discurso moderno del neoliberalismo, del capitalismo de Wall Street pero es mero barniz ¿verdad Borjamari? Un barniz que cubre apenas la realidad. Ni leísteis jamás a Adam Smith ni puñetera falta que os hace. Le nombráis porque mola y porque lo escuchaste en el club de golf de la Moraleja a algún desclasado, pero es solo postureo.

Vuestra realidad es la  que  describe a la España eterna desde la Edad Media hasta aquí. Sois los amos por la gracia de Dios. Sois elegidos por la divinidad y al resto que nos joda Triana. Que hay clases. Que hay y habrá ricos y pobres. Todo lo que se salga de eso, sea marxismo, o anarquismo lo fulmináis con un buen paso de oca de algún militarito afín. O con los Cien Mil Hijos de San Luis que trajo el Borbón.

Un Franco nos hace falta ¿a qué sí? Ya te imagino rezando en tu iglesia o en la capillita de la finca rústica que te calzas, allá por Extremadura, para que aparezca un Franquito como entonces. Da igual que sea bajito, aflautado de voz y ladronzuelo como el otro. Con tal de meter en cintura a la rojería bolchevica y feminazi ya os vale.

Estáis de revolución ahora. Con el tronío que os caracteriza,con vuestros descapotables abanderados y con megafonía abrupta. Una revolución pija y armada que nos mete en cintura de nuevo para que sigan las cosas como siempre estuvieron en España…Tranquilas, con la paz del cementerio…O de la cuneta llena de muertos rojos.

Si me permites un consejo, Borjamari,  te diría que te calmes. No ves, tontorrón, que en el fondo lleváis la batuta gobierne quien gobierne. El dinero siempre anduvo de la mano del poder;  sigue en las mismas manos. Las 400 familias de las que hablaba Millet: “somos 400 familias y siempre somos los mismos

Los dueños del IBEX, los que entran bajo palio en las iglesias, los que se reparten las direcciones generales, la judicatura,  los fondos y subvenciones de ese Estado que tanto criticáis y del que mamáis como buenos mamoncetes que sois. ¡Qué se joda Adam Smith! donde esté una buena subvención a fondo perdido que se quite el liberalismo. Sois los de siempre y tenéis el mismo poder. Dejadnos repartir un poco, no sea que con la avaricia que calzáis se nos desate la rabia y la tengamos. Que una cosa os digo, casi os tengo de agradecer el que tanto neutral, tanto apolítico, al veros hacer el ridículo por el barrio de Salamanca y similar, le hierva un poco la sangre y el recuerdo del abuelo fusilado y pase a la otra orilla. La de la revolución pendiente en nuestro país. Sí, como la francesa o la bolchevique,  esas que tanto mentáis y que nunca se ha producido. Porque en el fondo, Borjamarilo que os salva, lo que os mantiene es la indolencia del pueblo acostumbrado a obedecer y a pediros permiso. Mira que si de tanto dar voces se nos nace la rebeldía de verdad, levantamos un coliseo en Sol y en vez de pedir paz y amor como en el 15M, pedimos justicia.

Por tanto, Borjamari, cálmate, chico y espera un poco. Quizá, a lo mejor, adocenáis lo suficiente al pueblo con esos medios audiovisuales y de prensa que contáis y con suerte (para vosotros) en las próximas elecciones colocáis a la inerme Ayuso, al sinsorgo Casado, al tirador de aceitunas y demás laya en el gobierno. En una elecciones verdaderamente democráticas, Borjamari, las que ganáis vosotros. Las otras, las que salen mal, porque las ganamos nosotras,  son puro bolchevismo y augurio de chavismo de la peor clase. ¿Dónde se ha visto que gobierne el pueblo? A  la plebe le toca servir, y recoger las limosnas que ofrecen las dignas señoras de la Casa Grande. La caridad de la dadiva. Como dijo en una ocasión la madre de un marqués famoso, marquesa ella también: “los pobres son muy inútiles, demuestran ser indignos porque no nos pasan a cuchillo a los ricos, con lo pocos que somos y lo que les puteamos

Pues eso, Borjamari. No te irrites querido, que se te encrespa el pelo engominado. Que seguís siendo amos. No sé si por mucho tiempo, pero aún dura la Edad Media. Aunque unas cuantas estamos por que pase de una puñetera vez.



Marruecos. Cabeza en bandeja de plata, por Enric Juliana

 13/07/2021   La Vanguardia 

"No se sacrifica un ministro europeo de Exteriores cada día en la arena internacional. Se ha pagado un alto precio simbólico a Marruecos". Suscríbete para leer el análisis completo de Enric Juliana, director adjunto de 'La Vanguardia'.

La cabeza de Arancha González Laya llegó ayer por la tarde a Rabat, empaquetada en un servicio exprés de Amazon. En tiempos pretéritos, siempre más lentos, habría sido entregada al rey Mohamed VI en bandeja de plata por un paje parsimonioso.
El sacrificio de la tenaz ministra española de Asuntos Exteriores en el altar del Majzén es uno de los más crudos ejercicios de realismo político que se recuerdan en los últimos tiempos en España. En ese corte de cabeza hay mucha verdad sobre la correlación de fuerzas realmente existente con Marruecos. 

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OTRA COSA:   Fernando Fernán Gómez: Cuando esto acabe, de Búscame en el ciclo de la vida.


Fernando Fernán Gómez. Centenario de su nacimiento



Hacienda evita que sus técnicos puedan investigar a las grandes empresas y fortunas

FACTINFOR.BLOGSPOT.COM    

Sant Córd Manu IsiColectivo (ExS) ✊ Información alternativa

El rechazo del aumento de sus competencias y responsabilidades hará inviable taponar el agujero de 38.000 millones de euros que provoca la economía sumergida en España
Al no ser aprobadas las nuevas competencias que solicitaban, los técnicos de Hacienda seguirán centrados en la comprobación y cobro de los fraudes de particulares, autónomos y pequeñas empresas, mientras quedarán prácticamente impunes las evasiones de multinacionales y grandes fortunas. “Se mantendrá intacto el agujero negro por donde se escapa el 70% de la evasión”, lamentan desde el sindicato.

“28 años después de la creación de la AEAT, al día de hoy, los técnicos de Hacienda solo pueden investigar a particulares, autónomos y a la mitad inferior del tramo de las pequeñas empresas”, denuncia el sindicato de técnicos que señala ese inmovilismo de la AEAT que “no ha querido adaptarse a la inflación ni a los procesos de concentración empresarial durante esos 28 años, que obliga a adoptar una medida legislativa para luchar contra la evasión más cualificada que la de los pequeños contribuyentes”.

Según explican desde GESTHA

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OTRA COSA:   #biencomún. Ojalá también luche por un mundo mejor para todas y todos, de Coral Herrera Gómez

lunes, 30 de agosto de 2021

'Empire of Pain': cómo la avaricia de una familia consiguió enfermar a todo un país

 The Objective    por  Borja Bauzá   30 de junio de 2021

En su última investigación, Patrick Radden Keefe noquea a los dueños de la farmacéutica responsable de que algunas ciudades estadounidenses hoy parezcan zombielandia   

'Empire of Pain': cómo la avaricia de una familia consiguió ...


Sobre la crisis de los opiáceos que lleva dos décadas asolando Estados Unidos se han escrito unos cuantos libros. Tierra de sueños, por ejemplo. Pain Killer, por poner otro ejemplo. O Dopesick, por citar un tercer ejemplo. Hay, en fin, literatura suficiente (y solvente) como para hacerse una idea del estado de la cuestión. ¿Por qué, entonces, un recién llegado como Empire of Pain está dando tanto de qué hablar y va camino de convertirse en un fenómeno editorial?

Fundamentalmente, por tres motivos: el autor, el momento y el enfoque. El autor es Patrick Radden Keefe. Un tipo al que se podría definir como un fuera de serie sin miedo a caer en la hipérbole. Keefe, que estudió Derecho y lleva años escribiendo sobre crimen organizado, seguridad nacional y conflictos como el que sigue sacudiendo Irlanda del Norte, ha sido premiado en varias ocasiones por sus dotes investigadoras y por poseer ese cotizadísimo talento de quien es capaz de convertir historias harto complejas en lecturas de lo más atractivas. Su trabajo suele aparecer en la revista The New Yorker, que como cualquier periodista sabe son palabras mayores, y su manía de entrar hasta la cocina en los temas que explora le ha llevado a ser citado como testigo ante el Congreso de Estados Unidos. En resumen: su firma es garantía de calidad.

El momento ha sido el más adecuado porque Keefe se ha sentado a escribir justo cuando toda una serie de demandas contra la farmacéutica Purdue Pharma han conseguido romper la caja de los documentos secretos. Hablamos de miles de documentos que los reporteros anteriores no pudieron consultar y que si bien no alteran sus conclusiones sí ofrecen multitud de pruebas –y varios detalles escabrosos– que las apuntalan todavía más.

En cuanto al enfoque, Empire of Pain rompe con la tradición de centrarse en las víctimas del drama social generado por Purdue Pharma (500.000 muertos por sobredosis desde 1999 y millones de adictos) y propone un viraje de 180º al poner el foco en los dueños de la farmacéutica: una siniestra familia de multimillonarios conocida como «los Sackler». Los máximos (aunque no los únicos) responsables de haber convertido la periferia de algunas ciudades norteamericanas en zombielandia (...)