El ser
El no-ser
Voz del amor
En el lenguaje
Yaiza Martínez
¿Por dónde pasa la poesía hoy? ¿Por qué en los últimos dos
lustros han emergido en España un sinfín de grupos poéticos diseminados
sobre todo las grandes y medianas urbes? De todos los medios que se
utilizan en las diversas artes, quizá el único que es de uso corriente
es la lengua. Un músico necesita dominar unas técnicas e instrumentos
que no son habituales ni se aprenden en la vida cotidiana. Al margen de
algunos autodidactas cualquiera que desconozca esas técnicas hará el
ridículo si improvisa una composición musical.
Así pues, los que aman las artes estudian y practican muchos años
antes de empezar a mostrar al público su arte. A pesar de todo ello,
acabarán destacando como relevantes una minoría de todos estos que han
pasado por una exigente formación.
Un camino largo que requiere
esfuerzo, tenacidad y constancia que al escribir alejados de cualquier
fin propicia en nosotros un sentimiento de naturalidad. La capacidad de
ver, sentir, oír, oler, gustar proporcionan los medios para establecer
una interacción del hombre y el medio. Se suele descuidar el hecho de
que el hombre aprende a través de los cinco sentidos. En el desarrollo
de la sensibilidad perceptiva los sentidos parecen estar destinados a
que se les ignore. Cuanto mayor sean las oportunidades para desarrollar
la sensibilidad y mayor la capacidad de agudizar todos los sentidos,
mayor será la oportunidad de aprender. En realidad la manera de captar
nuestro entorno no se circunscribe únicamente a la vista, de hecho es el
tacto el sentido que nos otorga más información. (E.Vives).
Ser un artista reconocido da cierta notoriedad, aunque no seas el más
destacado de tu generación, ni tan siquiera de ese año, o de tu ciudad.
Así, aunque la vanidad y el ego no sean los principales motores del
arte, en las dosis adecuadas posibilitan la creatividad, la tenacidad en
aprender y mejorar, y la voluntad de exponer tu propia obra. La poesía
mana de una honda necesidad personal (una extraña consciencia de
herida), de una aguda sensibilidad, que acaba por darle un sentido más
allá de lo previsible y razonable por el autor (
“He visto poemas salvar vidas / sin que lo supieran / ni los poemas / ni las vidas. // No digo prolongar vidas: / salvarlas /”
Eduardo Milán). En cuanto a la poesía, esta no solo implica un
conocimiento y una técnica, sino que, además, como arte elaborada con la
herramienta común que es el lenguaje, debe mirar con ojos corajudos y
compasivos (y hay que ver cómo está el mundo). El poeta aprende a “ver”
por sí mismo (es decir, si su escritura no se emancipa de las
construcciones sintácticas desde las que lo hacen las ideológicas
dominantes y opresoras [1], labor por otro lado interminable, la
escritura resultante no verá “la historia del daño” (A. M.R) ni sabrá
dar cuenta de las pulsiones, la complejidad y el espesor del presente,
los problemas de las identidades, la convivencia, los fanatismos, la
egolatría. Con ello quiero decir que la poesía, ―pensemos en César
Vallejo, en Blanca Varela, César Simón o Alejandra Pizarnik― ha de unir
un pensamiento crítico con una gran sensibilidad y empatía con “lo
otro”, especialmente con los que sufren o con lo que sufre. Además, lo
que se le debe pedir a la poesía es que como modo de escritura exprese
algo de manera “inteligente”. Pero esa inteligencia ha de ser estética e
insurrecta, y como decía Valery “
si se puede decir de otra manera, no es poesía”.
No confundir amor con contrato, ni atiborrarse de prejuicios propios
del patriarcado o capitalismo o las ortodoxias religiosas. Ni mira
exclusivamente la evanescencia del placer y lo luminoso. Porque entonces
será cualquier otra cosa: publicidad, propaganda, sermón, mesianismo
ideológico, elocuencia propia del espectáculo o la política profesional.
¿Qué pasa con la poesía, entonces? ¿Qué le sucede a este
género que viene utilizando palabras que están en los diccionarios, en
los dialectos y argots locales?; que desde las vanguardias se viene
concibiendo como medio de expresión de sus emociones u ocurrencias y del
que hoy día se cree no exige un mínimo dominio del lenguaje y un
conocimiento básico de la tradición? Así que, en la actualidad, parece
que un poema pudiera escribirlo tanto un lego como una persona que se
haya afanado durante años en estudiar y comprender los mecanismos y
potencialidades del lenguaje; haya procurado encontrar su propia manera
de decir [2]; Parece que cualquiera puede imitar las técnicas de
escritura y escribir poemas formalmente aceptables
Siete paradas de metro
treinta y cinco minutos
diez calles
Te llamo
Y marco en el teléfono
El número de besos que caben en tu cuerpo
Marwan
SUEÑO
Hoy has vuelto a mirarme /con esos
ojos tuyos de mi infancia /que me han amado tanto. //No podía tocarte.
// Son complejos los sueños. // Lloraba la certeza de que todo acababa.
// Conocía el final / y los ojos que estaban /frente a mí /no temblaban
de miedo al ver mi llanto. //Me miraban/tranquilos, /no se
desconcertaban, /clavaban su ternura en mi /fragilidad /y en su honda
distancia /no querían sellar la despedida. //Me persiguen tus ojos, /no
sé si están en mí /o si quieren decirme que el sueño ha terminado.
Fernando Valverde Gutiérrez
Poesía y saturación de información
¿Qué pasa con la poesía en los tiempos de las redes sociales
donde la velocidad y saturación de información sin discriminación de
calidad y veracidad hace de esos entornos laberintos? Es complejo de resumir, pero daré pistas. El sistema educativo en España es un fracaso, un fraude: “
no educa, doma”;
no tiene interés por formar sensibilidades y acompañar a los niños y
adolescentes a llegar a ser ciudadanos libres, responsables, maduros
emocional e intelectualmente. La educación obligatoria, tan manipulada
por los partidos políticos dominantes durante La Transición, PPSOE,
principalmente, no anima a una aproximación a las artes y menos a la
complejidad que supone la lecto-escritura, pues esta, como la poesía
misma por su propia naturaleza, entran en conflicto con el propio
lenguaje del sistema educativo tan rígido y ortodoxo, además de
cuestionar el lenguaje del gran Sistema, dar cuenta de verdades
ocultadas por la cultura masiva, a su vez impulsada por los poderosos
del mundo, que controlan los Mass Media. Más allá de la educación, que
aleja a un porcentaje altísimo de alumnos de la buena literatura y de su
pertinencia y “actualidad”, la Industria cultural divulga obras-basura.
Así, si sumamos la falta de una formación adecuada en niños y
adolescentes sobre qué es poesía (o escritura creativa) nos encontramos
con una excesiva oferta de basura [3] y nos encontramos con ciudadanos
sin una formación mínima al respecto, sometidos a un mundo-sistema que
los aprisiona en vidas angustiosas, estresantes, dolorosas; que pueden
sentirse como “
pringaos” frente a “triunfantes” personajes de programas de televisión como Operación Triunfo o Gran Hermano. En estos “
ser alguien importante y reconocido” no supone valores humanos, artísticos, científicos. Solo con desvergüenza y alevosía estar encerrado en una “
casa o escuela artificial” unas semanas y luego salir.
Para dificultar aún más la cosa, en los años 80-90 del siglo XX se
despliega una torticera estrategia editorial, que acabó imponiéndose
bajo la etiqueta de
Poesía de la experiencia.
Esta estrategia liderada por D. Luis García Montero, y que vengo a
eliminar dentro del proceso creativo de la escritura, toda complejidad y
tensión con el lenguaje; y despolitizó este último, como si lo político
–por conflictivo que fuese― fuera evitable para quienes viven en
sociedad. Lo político es la relación que en la polis establecemos unos
con otros; una relación que debería tender a ser cordial, justa, sana.
Empieza por como establezco relaciones sentimentales o de amistad con
una persona o un pequeño grupo o familia, y continúa con la
participación en la vida activa de mi ciudad, país, mundo. D. Luis
García Montero y sus adláteres se encargaron de hacer que la poesía se
pareciera a un habla conversacional y fuera de comprensión inmediata (la
obsesión por la claridad, antes que por la justicia o la dignidad), y
que esta no supusiera un análisis y cuestionamiento de lo político, de
la política, de las ideologías, de lo conflictivo.
Poesía y Poder están reñidos, como lo aclararon muy acertadamente
aquel gran grupo de trabajo crítico de Alicia Bajo Cero, que duró sólo
el tiempo necesario para exponer los riesgos y negligencias de dejar en
manos de una poesía insustancial y de distracción permanente de los
asuntos vitales del ser humano, analizando los textos que llegaban como
más recomendados a las librerías, estanterías de hogares y talleres
escolares materiales. Para La Poesía de la Experiencia
escribir sobre tu ombligo
era la panacea. Esta temática caló y gustó a muchos, porque requería
poco esfuerzo y permitía adscribirse rápidamente a un credo (en
heptasílabos y endecasílabos de rima asonante o blancos, solían sugerir
como lo más correcto). Entonces legión de personas atrapadas en una
precaria educación humana y en vidas mercantilizadas vieron la ocasión
de que alguien las escuchara. Surgieron talleres, charlas, conferencias,
cursos y muchos, muchos premios que reforzaban esta banalización de la
poesía y del pensamiento estético vacuo, simplón, “efectista”. Malas
praxis dominaron y quieren seguir dominando la cultura del libro. Y con
todo hay resistencias diseminadas que comprenden. Comprenden. “
En un infierno hospitalario y bello / allí empezó todo” (Lorena Esmoris)
TEORIA
Trazo amargo de la escritura
con el que prolongar la vida
o su temblor,
Surco que hace posible ir
más allá de donde hemos llegado
Alfredo Saldaña
Poesía en Internet
¿Qué pasa con la poesía hoy? En España en este escenario
descrito, aparece Internet y abre una puerta a foros de todo tipo a
principios del actual siglo y entre ellos los hay de poesía. En ellos
escriben todo tipo de personas. Todo se mezcla, se iguala; a veces
incluso se da más mayor importancia a la mala escritura frente a otras
más elaboradas, creativas y precisas, que suponen un esfuerzo de lectura
y descentramiento del ego al que el público no está acostumbrado.
Gracias a Internet volvieron a surgir tertulias, pero en pocas había
conocimiento y autocrítica de los procesos de escritura y vida. En
realidad, los foros se basaban más en el aplauso mutuo, las terapias de
grupo, el ligoteo y la mediocridad desde el punto de vista poético.
Los mejores poetas de aquel momento fueron silenciados, excluidos o
ridiculizados, o sencillamente no alejaron de esos mecanismos de
auto-consuelo y reafirmación del yo. A pesar de lo dicho, de esos
entornos surgieron personas que comenzaron a buscar un “
aprendizaje profundo y serio del leer y escribir”. La labor de sostener las diferentes praxis poéticas frente a lo
kitsch,
lo replicante de una sociedad idiotizada, quedó entonces en poetas
solitarios. Desde finales de los 80 y durante la década de los 90 fue un
buen reflejo de esto que se prolongó hasta aproximadamente 2007 junto a
la euforia de la sobreabundancia y de la acriticidad poética, moral y
económica.
Todo valía menos lo que tenía un valor sustancial y perdurable. Hubo
sin embargo excepciones, como dije, pequeñas células o poetas
solitarios, que ya en los 80-90 –en la década del 2000 y la actualidad
se han mantenido firmes y a contracorriente. Pero no ocurrió lo mismo
con la mayoría los grupos que fueron surgiendo. En la cultura del ocio
como distracción, la mayoría de estas agrupaciones o asociaciones
buscaban diversión, incluso establecer relaciones no literarias sino
íntimas. Hay excepciones, como el Colectivo La Palabra Itinerante
(Sevilla-Cádiz-Granada), o el trabajo de Agosto clandestino coordinado
por Enrique Cabezón, Sonia San Román, Carmen Beltrán entre otros en
Logroño, o las librerías como Traficantes de Sueños (Madrid) o Librería
Primado (Valencia) entre otras. Pero insisto, que son excepciones,
aunque hay más diseminadas por otras ciudades.
Poesía para niños
Destaca la escritora Mar Benegas la importancia de acompañar a los
niños desde pequeños en el camino de amar la poesía, el arte, la vida
como libros y metodologías adecuadas, no con lo fútil y estéril, con los
replicantes del sistema deshumanizado y machista que impera y cuya
prioridad es comercial. En este sentido se encauza el trabajo de los
poetas Carlos Bruno, Daniel Bellón y Ernesto Suárez, el de Ediciones
cartoneras “Cartonera Island”, en Canarias. O la labor tan cuidadosa de
Vanesa Pérez Sahuquillo.
Aprender a leer (es lento, arduo y muy enriquecedor), a reflexionar
por uno mismo, aprender las técnicas de escritura son actividades que no
garantizan la creación de poetas, pero ayudará a la formación de los
ciudadanos para que no se les vendan camelos ni necesiten recurrir a
escribir para satisfacer el ego en grupos o asociaciones.
Las contiendas
La sintaxis del ausente, sus días incrustados. Fascismo de todo tiempo y lugar
Marta Agudo
Los grupos de poesía entran además en una contienda infantil e
irreflexiva. Se hacen la guerra por acaparar atenciones y prebendas y la
exclusividad de la “verdadera poesía”. Se menosprecian. Se boicotean
solapadamente, que no siempre. Visto desde fuera por no poetas asusta e
indigna. Cabría preguntarse. ¿Qué vienen a proponer los poetas hoy desde
sus grupos y asociaciones? ¿Medirse los egos, ver quien acapara más
lectores o premios? Creo que el camino del gran poeta es solitario,
(Miguel Suarez, Antonio Méndez Rubio, Lorena Esmoris, Daniel Bellón,
Esther Ramón, Victor M. Diez, Olga Muñoz Carrasco, Rosa Lentini, Tomás
Sánchez Santiago, Teresa Soto, Ana Gorría, Alberto Porlan, Menchu
Gutiérrez, Lola Andrés, Marta Agudo) no así su actividad como ciudadano.
Pero como escritor, sí. Un taller enseñará a leer mejor, a conocer
mejor la sintaxis y la gramática, la historia de los escritores pasados,
presentes, la retórica o como preparar un libro para presentarlo a un
concurso o a una editorial.
Pero el poeta es una suma de cualidades, dominio de la técnica,
cultivo del aura inimitable por singular, autenticidad, y amor a la
poesía (lenguaje intensificado, originario y matriz) por encima de sí
mismo, más allá de sí mismo, no como una posesión, sino como un regalo o
un encargo misterioso, algo que le traspasa y le supera. Algo que se ve
con rapidez en obras tan dispares como las de Laura Giordani, Angela
Segovia, Jesús Ge, Benito del Pliego, Pilar Martin Gila, Óscar Pirot,
Arturo Borra o Eva Chinchilla.
Aspectos positivos
caminantes cargados con la vida buscan la cascada
esto no es sencillo / isto non é doado
los cuerpos se retuercen
pasan bajo los troncos
los esquivan
se alzan un cuerpo se reconoce
en el esfuerzo de otro cuerpo
Luz Pichel
Una cosa positiva de los últimos 15 años ha sido la diversidad de
tendencias de escritura (heterodoxia), propiciada por la llegada de
buenas traducciones de poetas extranjeros y de las obras de poetas
latinoamericanos de gran potencia y renovación estética. Entre las
traducciones de poetas europeos hay que destacar las de Holan, Celan,
Martine Broda, Ajmatova, Inger Christen, Edmond Jables, Herta Muller o
de los norteamericanos, John Ashbery, Robert Duncan, Sharon Olds,
Forrest Gander, Jonh Rotenberg, Anne Sexton, así como las ediciones de
obras de latinoamericanos como Blanca Varela, Soledad Fariña, Eduardo
Milán, Fabio Morabitto, Rafael Cadenas, Ana Cristina César, Yanko
González, Silvia Guerra, Roger Santibañez, Mercedes Roffe o Andres
Fisher citando sólo algunos de los más significativos.
Otro aspecto positivo de los últimos años ha sido la aparición de
poetas jóvenes. Podemos mencionar en este sentido a María Salgado y
Sonia Bueno, ambas excelentes poetas y además dinamizadoras de
actividades colectivas alejadas de un canon hegemónico. También a Laia
López y Lola Nieto, que junto a Antonio Rodríguez formulan en la Revista
Kokoro una selecta e imprescindible hecatombe de voces poéticas
libérrimas y muy solventes.
También han surgido en este tiempo poetas jóvenes de gran presencia
mediática como Luna Miguel (que además impulsa otras poéticas y busca
nuevos talentos acordes a su visión de la escritura) o Berta García
Faet, cuya ruptura con las generaciones anteriores es un serio
cuestionamiento ya no solo de las formas, sino de los fines de la
poesía. O la poesía de Lucía Boscá, renovando las vanguardias europeas
en su inconclusa tarea de superar el ego dominante en la poesía
occidental o la poesía elegíaca y nueva de Alba Ceres.
Habría que destacar, además, el trabajo de la Fundación Centro José
Hierro (FCJH), de Getafe (Madrid) con Tacha Romero y Julieta Valero a la
cabeza. Los talleres y eventos en torno a lo mejor de la poesía actual.
La gestión de la poeta Cecilia Quílez, como difusora de voces nuevas o
la activación de eventos con los poetas más reconocidos como Gamoneda,
Chantal Maillard, Curiel, Alejandro Céspedes, o Julio Más Alcaraz, entre
tantos. Y la erudita y cuidadosa gestión de Edmundo Garrido con la
Colección Transatlántica Portbou, con el catálogo quizá más selecto
publicado en España en los últimos años.
En cuanto a publicaciones digitales, muchas importantes: En los
últimos años han surgido o se han mantenido con muy buena salud 7de7.net
de Marcos Canteli así como Nayagua (De la FCJH), los blogs de Addison
de Witt, Daniel Bellón o Eloisa Otero, Francisco Cenamor, Jordi Doce,
Sopa de poetes o Ana Gorría, José Mª Castrillón, La tribu de Frida, Las
afinidades electivas, la escritora y periodista Yaiza Martínez (cuya
labor de periodismo cultural en Tendecias21.net es titánica y feraz).
También la labor de edición, difusión y eventos de Club Leteo (León) que
lidera el poeta Rafael Saravia.
El fin de la hegemonía
COHABITAN el verano y el invierno
Vanesa Pérez-Sahuquillo
Más allá del interés de algunos oportunistas por seguir manteniendo
la poesía como herramienta lucrativa o de apoyo a una ideología
dominante (pensemos en Joaquin Sabina y cía) todos estos nuevos
movimientos poéticos surgidos en los últimos años en España, casi han
acabado con la hegemonía que la industria cultural que en nuestro país
sostuvieron Chus Visor o García Montero. Al contrario, Santiago Auseron,
cuya labor como estudioso de la música y la poesía es uno de los más
destacados y solventes de la actualidad. Y que sacrificó éxito y dinero
por la búsqueda de resultados honestos en torno al saber (sabor del
arte, de la vida) poético.
En mi opinión vivimos en un tiempo convulso, revuelto, con fuerzas
desiguales pujando por lo de siempre; algo que también se refleja en la
poesía donde también se da “la lucha” arte como negocio frente al arte
como modo de ver y de convivir.
Los movimientos poéticos son un reflejo más de esto. Pondría como
ejemplo de buen hacer y de trabajo con la palabra poética a proyectos
como La Fundación Centro de Poesía José Hierro, El Colectivo de La
Palabra itinerante, la labor del poeta Vicente Gutiérrez de ciclos
poéticos y de pensamiento crítico en Santander, Traficantes de sueños,
La Fuga Librerías (Sevilla), la Librería Primado y la Librería Bartleby
(ambas en Valencia), La Librería La Buena Letra en Gijón o a la Librería
Antígona de Zaragoza. El trabajo de Ediciones Cartoneras y el activismo
cultural de Marc Delan; o los libros, ediciones y talleres de Mar
Benegas y su gran impulso a la aproximación de la poesía a niños y
jóvenes, entre otras muchas iniciativas por todo el territorio
imposibles de enumerar una a una. Eso a pesar de que la poesía, en el
Estado español sigue estando maltratada, mal enseñada y mal difundida; a
pesar del hecho de que se le haya dado a pesar del hecho de que se le
haya dado rango de privilegio a la obra de un autor como Luis Alberto de
Cuenca (Premio Nacional de Poesía 2015) que escribe versos como: “
Las
chicas como tú se ríen en las barbas / del mismísimo Hammurabi. // «Ojo
por ojo / y diente por diente» / (lo hizo escribir en Babilonia, / hace
cuatro mil años). // Las chicas como tú responden / al amor con desdén /
y al desdén con amor. / Por fastidiar a Hammurabi.//” ¿Acaso debe
ser esta la escritura poética mejor valorada por un jurado nacional?
Bajo lógica similar y pareja mercadotecnia, se nos ha querido vender (de
hecho se vende a mansalva) la obra de Marwan.
Por suerte (y tesón), en otros márgenes se mueven iniciativas tan
valiosas como la de la Colección Genialogías (promovida por la
Asociación Genialogías de mujeres poetas y la editorial Tigres de
Papel), que en breve nos permitirá acceder a una poesía silenciada
durante décadas o relegada a un “tercer plano”, la de las mujeres poetas
de nuestro país. La Asociación Genialogías, que conocí a través de una
de sus fundadoras, la poeta Yaiza Martínez, es otro de los ejemplos
positivos del los últimos lustros.
Conclusión
Cualquier noche
y también esta noche
vale la gratitud,
en la paz que no va a volver,
por no haber entendido
lo suficiente
Antonio Méndez Rubio
Resumiendo, los movimientos pro-patriarcales, pro-capitalistas,
pro-banalizadores son más, nos tienen rodeados, tienen más fuerza y
medios, pero no ganarán.
Estos movimientos Aún no lo saben, pero la poesía se escapa de sus
argucias, artimañas, simplezas, distracciones vacuas. Y aunque sean
menos numerosas las poéticas en fuga del Sistema-mundo que las de la
Cultura del Espectáculo y la Muerte, van a ser derrotadas. Entre otras
cosas porque “
la poesía es un lugar donde no se miente” (Olvido García Valdés), porque la poesía no se rinde a los gañanes, y es que “
la poesía no se vende porque la poesía no se vende”
como propuso Guillermo Boido ya en el siglo pasado. Y porque poesía no
es moda ni elocuencia, sino oxígeno para respirar en los calabozos de la
historia. Y cada vez hay más calabozos y menos libertad de pensamiento y
de acción (“
El problema ahora /es que hay muchos vigilantes / y
pocos locos. /El problema ahora / es que la jaula está /en el interior
del pájaro.” decía David Eloy). Cada vez hay menos imaginación
(Edmundo de Ory, Julio Obeso González, Pilar Fraile, Olga Novo, Miguel
Ángel Curiel) y más fantasía (a lo Disney o Hollywood …/… Ada Menéndez,
Diego Ojeda, Raquel Lanseros o Felipe Benítez Reyes). Y, sin embargo, al
mismo tiempo, en España hoy por hoy se están escribiendo versos como
estos:
Qué ruido es ése
qué
se oye más allá.
Ve y ciega estos muros
cata
que amanece.
Ada Salas
MEMORIA Y FILO
Noria del tiempo,
traspasa las aguas
ocultas del espíritu.
Calma esta sed,
danos de ver.
José Mª Gómez Valero
― Tengo un regalo para ti.
Aquí duerme ese miedo del diablo
y el arrullo de la cuna.
Se harán reyes los árboles.
Y no encontrarás nada tan hermoso.
Pilar Martín Gila
NOTAS
[1] “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” recordaba Wittgenstein.
[2] “habla tú también” decía Paul Celan, entrando en conflicto con el
habla que llamaríamos coloquial, no artístico, más allá con el habla de
los opresores.
[3] “Nunca fue tan hermosa la basura”, recuerda J. L. Pardo.