Hoy, fiesta de ámbito nacional: la “Asunción”. Se trata de la creencia católica de que el cuerpo y el alma de María, la madre de Jesús de Nazaret, fueron llevados al cielo tras el término de su vida. No debe confundirse con “la Ascensión”, que “conmemora la subida de Jesucristo al cielo en presencia de sus discípulos” (con tanta subida y ascensión parece que estamos en Houston; los datos sobre este asunto están sacados de Internet, principalmente de Wikipedia).
El 1 de noviembre de 1959, el jefe supremo del catolicismo E. Pacelli, alias Pío XII, investido dogmáticamente de su infalibilidad (¡a qué límites inverosímiles pueden llegar los delirios de las religiones!) declaraba como dogma de fe la Asunción de la Virgen María: “…proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”.
Sin embargo, no entra dentro del dogma de fe si María de Nazaret murió antes de ir al cielo en cuerpo y alma o quedó exenta de la muerte. Leo en un sitio católico a este respecto: "No parece que muriera de enfermedad, ni de vejez muy avanzada, ni por accidente violento (martirio), ni por ninguna otra causa que por el amor ardentísimo que consumía su corazón”. Tampoco entra dentro del dogma si María vino en carne mortal a Zaragoza antes de su Asunción o si se subió a una columna para aparecerse en la citada ciudad al apóstol Santiago.
El nacionalcatolicismo hispano se apresuró a declarar la Asunción día festivo de ámbito nacional, ocurriendo lo mismo en muchos lugares de Centro y Sudamérica. No me resisto a presentar aquí, como botón de muestra, una fiesta que me contó hace tiempo Elsa, una mujer hondureña afincada en otro tiempo en Nicaragua: la fiesta de "La gritería chiquita" en la ciudad nicaragüense de León, que se celebra la víspera, 14 de agosto. “Todo el pueblo sale a las calles de la ciudad visitando los altares preparados en las salas y porches de las casas y al grito "¿Quién causa tanta alegría? ¡La Asunción de María!" se reparten dulces típicos” (Wikipedia).
Para finalizar esta crónica masoquista de festividades religiosas, transcribo a continuación los “días festivos nacionales”, “retribuidos y no recuperables”, según el Calendario Laboral 2013 para toda España:
· 1 de Enero: Año Nuevo
· 29 de Marzo: Viernes Santo
· 1 de Mayo: Fiesta del Trabajo
· 15 de Agosto: Asunción de la Virgen
· 12 de Octubre: Fiesta Nacional de España
· 1 de Noviembre: Todos los Santos
· 6 de Diciembre: Día de la Constitución Española
· 25 de Diciembre: Natividad del Señor
Es decir, TODOS son fiestas religiosas, salvo el 1 de mayo y el 6 de diciembre (producto este último de un leve corrimiento del 8 del mismo mes, Inmaculada Concepción). España no es ni por asomo un Estado aconfesional.
Ni que decir tiene que cada persona tiene derecho a creer y festejar lo que considere conveniente. Lo que no tiene sentido es que, tras treinta y tantos años de supuesta democracia, se mantenga como fiesta de ámbito nacional (aplicable a todos los ciudadanos y las ciudadanas del país, con independencia de sus ideas, ideologías, convicciones, creencias y sensibilidades) una festividad confesional católica, más si consideramos lo absurdo que para muchos y muchas es simplemente pensar en que una mujer, muerta o no muerta, fue llevada al cielo en cuerpo y alma”, cuando carecen de sentido y de cualquier referente palabras y conceptos tales como “alma”, “cielo”, “asunción”, etc.
Insiste el perroflauta motorizado en que diga aquí que es especialmente indignante que, tras treinta y tantos años de supuesta democracia, siga habiendo clases de Religión y Moral Católicas en los centros públicos de enseñanza, con profesorado designado directamente por el Obispo de cada localidad y retribuido con dinero público (500 millones de euros al año) y con derecho a ser director/a de un centro público.
En la escuela debe impartirse solo saberes y no creencias, y los conocimientos deben estar sujetos solo a la razón y a la ciencia. Y quien quiera religión, que vaya a la mezquita, la parroquia o la sinagoga. O que se lo enseñen sus papás en el hogar.
El perroflauta te saluda y te dice que hasta mañana.