INFOLIBRE.ES
Un blog que nace ante el intento por parte de algunos medios de desprestigiar el movimiento 15M ubicándolo en el marco anarcoperroflauta exclusivamente, ignorando a los miles de ciudadanos que toman las calles pidiendo libertad y justicia
viernes, 30 de abril de 2021
Lo grosero del cómplice: la ultraderecha como coartada del poder, de Daniel Bernabé
Nueva Zelanda sube el salario mínimo y aumenta los impuestos de los más ricos
LAPANDERETA.ES
El Gobierno de Nueza Zelanda, liderado por Jacinda Ardern, ha decidido subir el salario mínimo y, a la par, subirle los impuestos a los más ricos.
La noticia salió a la luz ayer, cuando la primera ministra anunció el paquete de medidas destinado a reparar la economía tras los daños causados por el COVID-19. Aunque los sueldos solo se incrementarán en unos céntimos la hora, de 18,90 dólares a 20, es un buen síntoma de cambio de rumbo y de hacia dónde marca la brújula del gobierno socialista. Esta medida afectará a 175.000 trabajadores y trabajadores del país, los más vulnerables en esta crisis.
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OTRA COSA: Mónica Garcia es también signo del "entusiasmo" por valores de futuro, de German Cano
Por una primavera democrática en Madrid
CTXT.ES
Gabriel Flores Sánchez 10/4/2021 El 4-M ¡a las urnas!
El próximo 4 de mayo la ciudadanía debería votar masivamente en Madrid para desalojar a la derecha del poder. El balance del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y de sus antecesores del Partido Popular al frente de la comunidad madrileña es, por decirlo sin rodeos, siniestro. Una política fiscal diseñada para beneficiar a los más ricos que vacía las arcas comunes e impide hacer ningún tipo de política social; el desmantelamiento acelerado de la red de servicios públicos; la retirada de recursos hacia empresas que financian al PP, la criminalización de los jóvenes, los migrantes, los pobres y los movimientos sociales… Estas políticas anti personas se han intensificado a partir de la emergencia sanitaria causada por la pandemia y con la gestión dolosa de Ayuso.
A la hora de votar el 4 de mayo, es necesario recordar la masacre que se vivió en las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid, donde en la primera ola murieron más ancianos que en ningún otro lugar de Europa (un 52% de exceso de mortalidad). Ayuso fue la única dirigente europea, junto al Govern catalán (12% de exceso de mortalidad), que emitió una orden para excluir de la atención sanitaria a los residentes con deterioro cognitivo o discapacidad motriz. Madrid tampoco medicalizó las residencias, a pesar de que los tribunales ordenaron hacerlo; y solo trasladó a hospitales privados a los residentes con seguros privados.
A la hora de votar, es preciso recordar que un gobierno que no honra a los mayores y los trata como si fuesen mera materia prima del negocio de las residencias es un gobierno criminal.
A la hora de ir a votar, es preciso recordar que Ayuso dio a las niñas y niños más desprotegidos un menú de una empresa de pizzas durante varias semanas: un gobierno que no cuida de la infancia es un gobierno cruel.
En estos 18 meses hemos asistido además al deterioro paulatino del transporte público, con muchas personas yendo a sus trabajos hacinadas en vagones de metro y cercanías. Los centros de salud de atención primaria han sido abandonados a su suerte, y todavía hoy mucha gente hace cola o espera inútilmente la señal del teléfono cuando se necesita más que nunca la atención de las personas que cuidan de nuestra salud. El Gobierno regional expuso las vidas de los y las sanitarias, que sin medios suficientes doblaron jornadas durante meses. Ese trabajo ingente fue premiado con aplausos en los balcones mientras en las decisiones políticas lo que se producía era un maltrato sistemático. La reacción ante las críticas fue el negacionismo, los bulos, las cortinas de humo, el ruido y la propaganda, pagada generosamente a sus medios afines. Se insinuó que el transporte, las residencias y los centros de salud eran competencia del Estado, abusando del desconocimiento de una parte de la población menos familiarizada con el funcionamiento del sistema autonómico. En el corazón de la pandemia, Ayuso estigmatizó a los barrios de clase trabajadora exponiendo a sus vecinos a medidas restrictivas que no tomó en zonas acomodadas. Ayuso confinó los barrios del sur y justificó la medida en el “modo de vida de los inmigrantes”. (...)
jueves, 29 de abril de 2021
El huevo de la serpiente, de JUAN TORTOSA
BLOGS.PUBLICO.ES Curra Diaz de Montenegro Por una Plataforma Electoral de Izquierdas Unitaria para las elecciones
Como el huevo de la serpiente, la amenaza fascista siempre la hemos tenido ahí aunque no le hiciéramos caso, pero lo sabíamos. Tras la muerte de Franco siguió ahí con Arias Navarro, con la matanza de Atocha, con los guerrilleros de Cristo Rey sembrando el pánico en el Rastro madrileño cada domingo… El único alivio era que en el Congreso solo tenían un representante: un exaltado notario llamado Blas Piñar. Manuel Fraga y sus seis primeros socios en Alianza Popular pusieron la bases para absorberlos, al fin y al cabo eran hermanos de leche, y cuando la UCD desapareció, se las ingenió para ir integrándolos poco a poco hasta conseguir que lo votaran a él tanto nostálgicos del franquismo como católicos apostólicos, romanos y herederos varios de las prebendas de la dictadura.
Cuando fracasó el golpe de Estado del 23F y llegaron las elecciones en octubre del 82, Fraga se aplicó en la recolección hasta el punto de multiplicar por cinco sus votantes, obtener más de 100 diputados y convertirse así en flamante jefe de la oposición al Gobierno de Felipe González. A partir del 89 Aznar amplió el espectro y continuó albergando en su seno a cualquier desaprensivo que pululara por ahí con veleidades fascistas. Así, el huevo de la serpiente pasó décadas hibernando entre sotanas, togas y uniformes, a pesar de que los socialistas le mantuvieron prácticamente todas sus privilegios a las castas supervivientes del franquismo. Modernizaron el ejército (un poquito), les dejaron la enseñanza y el adoctrinamiento religioso, que incluso contribuyeron a potenciar, y apenas metieron mano en el mundo de los tribunales.
El huevo de la serpiente estaba ahí, transparente, para que lo pudiera ver todo el que tuviera ojos en la cara. Unos se lo tomaban a broma, otros optábamos por no dramatizar y tendíamos a quitarle importancia, quizás porque pensábamos que iban de farol y que total, el PP le estaba haciendo a la democracia el favor de tenerlos controlados ¡Qué ingenuidad! Los franquistas y filonazis españoles, ellos y sus herederos, votaban PP mientras poco a poco lo iban colonizando. A sus pechos crecieron cachorros que habían mamado los modos y maneras que la dictadura dejó en nuestra vida cotidiana: la mujer con la pata quebrada y en casa, los homosexuales eran maricones y se utilizaba el término como insulto, los profesionales del humor llenaban la salas donde ridiculizaban a mariquitas, gangosos y minusválidos, estaba bien visto hablar mal de los gitanos, de los negros, llamar moros a los marroquíes o a los argelinos en plan despectivo (…)