viernes, 30 de abril de 2021

Por una primavera democrática en Madrid

 CTXT.ES

Gabriel Flores Sánchez    10/4/2021   
El 4-M ¡a las urnas!

Editorial de CTXT:
“Esta vez, creemos que lo único importante es evitar que la derecha trumpista y la ultraderecha sigan gobernando nuestras vidas. Y lo mejor (y la única alternativa real) que nos puede pasar es una coalición entre PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos.”



El próximo 4 de mayo la ciudadanía debería votar masivamente en Madrid para desalojar a la derecha del poder. El balance del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y de sus antecesores del Partido Popular al frente de la comunidad madrileña es, por decirlo sin rodeos, siniestro. Una política fiscal diseñada para beneficiar a los más ricos que vacía las arcas comunes e impide hacer ningún tipo de política social; el desmantelamiento acelerado de la red de servicios públicos; la retirada de recursos hacia empresas que financian al PP, la criminalización de los jóvenes, los migrantes, los pobres y los movimientos sociales… Estas políticas anti personas se han intensificado a partir de la emergencia sanitaria causada por la pandemia y con la gestión dolosa de Ayuso.

A la hora de votar el 4 de mayo, es necesario recordar la masacre que se vivió en las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid, donde en la primera ola murieron más ancianos que en ningún otro lugar de Europa (un 52% de exceso de mortalidad). Ayuso fue la única dirigente europea, junto al Govern catalán (12% de exceso de mortalidad), que emitió una orden para excluir de la atención sanitaria a los residentes con deterioro cognitivo o discapacidad motriz. Madrid tampoco medicalizó las residencias, a pesar de que los tribunales ordenaron hacerlo; y solo trasladó a hospitales privados a los residentes con seguros privados.

A la hora de votar, es preciso recordar que un gobierno que no honra a los mayores y los trata como si fuesen mera materia prima del negocio de las residencias es un gobierno criminal.

A la hora de ir a votar, es preciso recordar que Ayuso dio a las niñas y niños más desprotegidos un menú de una empresa de pizzas durante varias semanas: un gobierno que no cuida de la infancia es un gobierno cruel. 

En estos 18 meses hemos asistido además al deterioro paulatino del transporte público, con muchas personas yendo a sus trabajos hacinadas en vagones de metro y cercanías. Los centros de salud de atención primaria han sido abandonados a su suerte, y todavía hoy mucha gente hace cola o espera inútilmente la señal del teléfono cuando se necesita más que nunca la atención de las personas que cuidan de nuestra salud. El Gobierno regional expuso las vidas de los y las sanitarias, que sin medios suficientes doblaron jornadas durante meses. Ese trabajo ingente fue premiado con aplausos en los balcones mientras en las decisiones políticas lo que se producía era un maltrato sistemático. La reacción ante las críticas fue el negacionismo, los bulos, las cortinas de humo, el ruido y la propaganda, pagada generosamente a sus medios afines. Se insinuó que el transporte, las residencias y los centros de salud eran competencia del Estado, abusando del desconocimiento de una parte de la población menos familiarizada con el funcionamiento del sistema autonómico. En el corazón de la pandemia, Ayuso estigmatizó a los barrios de clase trabajadora exponiendo a sus vecinos a medidas restrictivas que no tomó en zonas acomodadas. Ayuso confinó los barrios del sur y justificó la medida en el “modo de vida de los inmigrantes”. (...) 

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