viernes, 30 de septiembre de 2022

ctxt.es Luces y sombras de Mijaíl Gorbachov (1931-2022) Por Rafael Poch

 Obituario

El gran ruso universal que minusvaloró al imperialismo. 

 

    Por Rafael Poch


Luces y sombras de Mijaíl Gorbachov (1931-2022) - Ctxt.es




Mijaíl Gorbachov con el autor, Moscú, 1991.


Fallecido en la noche del 30 de agosto a los 91 años de edad, Mijaíl Gorbachov fue un político extraordinario; honesto, valeroso y humanista. Es el único político que he conocido y tratado personalmente y cuya foto tengo enmarcada en mi biblioteca. Si hubiera podido tratar a Mandela, Gandhi, Ho Chi Minh o al Che, y posar junto a ellos, los tendría también, pero no fue el caso. Era un tipo simpático. Con sentido del humor y exento de toda arrogancia. Con las mejores cualidades del hijo de muzhik de Stávropol que era, Gorbachov tendía a ver en los demás el aspecto positivo. Creía en la capacidad de las personas y sociedades en avanzar hacia algo mejor. Sin ese fondo de ingenuidad y optimismo sobre las personas y el mundo, nunca habría podido proponerse metas como acabar con la Guerra Fría o democratizar el sistema soviético.

La ingenuidad y el optimismo, además de la valentía, son imprescindibles en un político que quiera cambiar las cosas. Esos rasgos convierten a Gorbachov en una figura universal. Armados únicamente del pragmatismo y del cálculo aritmético, los realistas nunca cambiarán el mundo. Si además son mediocres administradores de “lo que hay” y están sometidos a intereses financieros, empresariales y oligárquicos, como suele ser el caso, el asunto no tiene vuelta de hoja...

Pero Gorbachov era, al mismo tiempo, un animal político. Lo más curioso de su ingenuidad era que convivía con la piel de lobo, con las habilidades necesarias para moverse y ascender en el mundo de la nomenclatura soviética, un universo lleno de intrigas por el que subió desde lo más bajo hasta lo más alto. Aún más curioso fue que, en ese ascenso, Gorbachov fuera potenciado por sus mentores –fundamentalmente por Yuri Andrópov– precisamente por el fondo de honestidad que se veía en él y que lo hacía preferible a otros, como Gregori Románov o Viktor Grishin, en la URSS de los años setenta y ochenta. Ese hecho sugiere que un sistema que históricamente era a la vez heredero de Stalin y de la desestalinización, un sistema que creíamos tan podrido, quizá no lo fuera tanto puesto que algunos de sus máximos responsables aún eran capaces de distinguir, valorar y potenciar las cualidades positivas de Gorbachov y preferirlas a los rasgos de sus adversarios.

En el grupo dirigente soviético que le acompañó, había otros personajes a los que traté personalmente y siempre consideré como honestos; el primer ministro Vladímir Rizhkov, por ejemplo, o el miembro del politburó Yegor Ligachov, que acabó siendo un adversario de Gorbachov y al que la leyenda occidental convirtió en una especie de demonio con rabo y cuernos, o el mariscal Sergei Ajromeyev… Pero Gorbachov destacaba claramente entre todos ellos (...)

La sociedad rusa que tanto criticó a Gorbachov prefirió seguir a caudillos como Boris Yeltsin, o luego Vladímir Putin, mucho más tradicionales y acordes con su mentalidad. Gorbachov no tuvo nada que ver con la creación del actual sistema político ruso, un conglomerado de estatismo moscovita y capitalismo parasitario de magnates. Al revés, con Gorbachov como Zar, el adversario, Boris Yeltsin, ganó unas elecciones. Pero Yeltsin ya no consintió lo mismo: cuando su poder fue puesto en cuestión sacó los tanques y disparó contra su parlamento, fiel a la tradición autocrática y ante el aplauso de Occidente. El sistema político de la Rusia de hoy es hijo de Yeltsin, y de Occidente, tanto o más que de la tradición soviética. El futuro, si es que vamos hacia un mundo mejor, queda para el ejemplo y los precedentes que Gorbachov sentó (...)

Con la URSS aún no disuelta, Occidente recibió luz verde para amarrar un poco más su control sobre el petróleo, con la primera guerra de Irak. Luego todos los espacios de los que la URSS se retiró fueron ocupados por la OTAN contra Rusia, operación que continúa aún hoy con dramáticas consecuencias bélicas.  En Occidente no creían en ninguna “nueva civilización”. Los interlocutores de Gorbachov eran políticos vulgares y reaccionarios como Ronald Reagan o Margaret Thatcher, y socialdemócratas que abrazaron el neoliberalismo de aquellos, como Mitterrand o González. Y en el sistema en el que estaban insertos esos líderes no había la menor intención de reforma. Gorbachov demostró que lo irreformable no era el comunismo, sino el capitalismo (...)


#Ley Salud Sexual y+

 30/8/22

Rosario Roja




  

22/9/22          Pelayo Martín

 Se ve que hay mucho pederasta molesto con las palabras de Irene Montero sobre la necesidad de que los menores tengan una educación sexual adecuada para poder así identificar un abuso... lógico que se indignen... se lo ponen cada día más difícil y así no va a haber quien viole a un niño como dios manda.


CUBA. Falleció Camilo Guevara March, hijo del Che

30 agosto 2022


 Hijo del Guerrillero Heroico y de Aleida March, Camilo Guevara falleció ayer durante un viaje a Venezuela. Según fuentes diplomáticas, la causa de su deceso fue a consecuencia de un trombolismo pulmonar que derivó en un infarto.

Graduado de Derecho Laboral, Camilo, al morir tenía 60 años, se desempeñaba como director del proyecto del Centro de Estudios Che Guevara, en La Habana, Cuba, institución encargada de promover el conocimiento del pensamiento, la vida y la obra de su padre.


Dentro de sus ideales, Camilo era un fiel opositor del uso de la imagen de su padre como elemento de campañas de marketing. Sostenía que la figura del ‘Che’ había sido desproporcionadamente comercializada.

Quien mostró su lamento a través de las redes sociales fue el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Carnel Bermúdez. “Con profundo dolor despedimos a Camilo, hijo del Che e impulsor de sus ideas”, redactó en su cuenta de Twitter.

El mandatario también destacó el rol que el difunto tuvo como como “directivo del Centro Che”, donde conservó “parte del extraordinario legado de su padre”. “Abrazos a su madre, Aleida, a su viuda e hijas y a toda la familia Guevara March”, cerró.

A Ernesto Guevara también le sobrevive una hija, Camila. Ella es fruto del matrimonio que el argentino tuvo con la fallecida cantante Suylén Milanés, descendiente del cantautor cubano Pablo Milanés.

Junto con Aleida March concibió a Camilo, Aleida, Celia y Ernesto; en tanto que tuvo otra hija, Hilda –muerta-, con la peruana Hilda Gadea.


jueves, 29 de septiembre de 2022

Es hora de hacer estallar los mercados de electricidad | by Yanis Varoufakis

PROJECT-SYNDICATE.ORG

ATENAS – Las aspas de las turbinas eólicas en las montañas que se ven desde mi ventana están girando con especial energía hoy en día. La tormenta de anoche ha amainado, pero los fuertes vientos continúan, aportando kilovatios extra a la red de electricidad a un costo adicional cero (o costo marginal, en el lenguaje de los economistas). Pero la gente que hace un esfuerzo por llegar a fin de mes durante una crisis del costo de vida atroz debe pagar estos kilovatios como si fueran producidos por el gas natural licuado más caro transportado a las costas de Grecia desde Texas. Este despropósito, que prevalece mucho más allá de Grecia y Europa, debe terminar.


El despropósito surge de la ilusión de que los estados pueden simular un mercado de electricidad competitivo y, por ende, eficiente. Como sólo un cable de electricidad entra en nuestras casas o empresas, dejar las cosas en manos del mercado conduciría a un monopolio perfecto –un resultado que nadie quiere-. Pero los gobiernos decidieron que podían simular un mercado competitivo para reemplazar a las empresas de servicios públicos que solían generar y distribuir la energía. No pueden hacerlo.

El sector energético de la Unión Europea es un buen ejemplo de lo que el fundamentalismo de mercado ha hecho con las redes de electricidad en todo el mundo. La UE obligó a sus estados miembro a separar la red de electricidad de las plantas de generación de energía y privatizar las centrales eléctricas para crear nuevas firmas, que competirían entre sí para ofrecer electricidad a una nueva compañía propietaria de la red. Esta compañía, a su vez, arrendaría sus cables a otro conjunto de empresas que comprarían la electricidad al por mayor y competirían entre sí por el negocio minorista de los hogares y las empresas. La competencia entre los productores minimizaría el precio mayorista, mientras que la competencia entre los minoristas garantizaría que los consumidores finales se beneficien de precios bajos y de un servicio de alta calidad.

Lamentablemente, no se pudo lograr que esto funcionara en teoría, mucho menos en la práctica.

El mercado simulado enfrentó imperativos contradictorios: garantizar una cantidad mínima de electricidad dentro de la red en todo momento y canalizar la inversión en energía verde. La solución propuesta por los fundamentalistas de mercado fue dual: crear otro mercado para los permisos para emitir gases de efecto invernadero e introducir una fijación de precios por costo marginal, lo que implicaba que el precio mayorista de cada kilovatio debía ser igual al del kilovatio más costoso.

El mercado de permisos de emisiones estaba destinado a motivar a los productores de electricidad a cambiar a combustibles menos contaminantes. A diferencia de un impuesto fijo, el costo de emitir una tonelada de dióxido de carbono estaría determinado por el mercado. En teoría, cuanto más dependiera la industria de combustibles nefastos como el lignito, mayor la demanda de permisos de emisiones emitidos por la UE. Esto haría subir su precio, fortaleciendo el incentivo a cambiar a gas natural y, finalmente, a energías renovables.

La fijación de precios por costo marginal estaba destinada a garantizar el nivel mínimo de suministro de electricidad, impidiendo que los productores de bajo costo perjudicaran a las compañías energéticas de costos más elevados. Los precios les darían a los productores de bajo costo suficientes ganancias y razones para invertir en fuentes de energía más económicas y menos contaminantes.

Para ver lo que los reguladores tenían en mente, consideremos una central hidroeléctrica y una central alimentada a lignito. El costo fijo de construir la central hidroeléctrica es grande, pero el costo marginal es cero: una vez que pasa agua por su turbina, el próximo kilovatio que produce la central no cuesta nada. Por el contrario, construir la central eléctrica alimentada a lignito es mucho más económico, pero el costo marginal es positivo: refleja la cantidad fija de lignito costoso por kilovatio producido.

Al fijar el precio de cada kilovatio producido por medios hidroeléctricos para que no sea inferior al costo marginal de producir un kilovatio usando lignito, la UE quería recompensar a la compañía hidroeléctrica con una ganancia abultada que, según esperaban los reguladores, sería invertida en capacidad de energía renovable adicional. Mientras tanto, la central eléctrica alimentada a lignito prácticamente no tendría ganancias (ya que el precio apenas cubriría sus costos marginales) y sí una cuenta cada vez más grande por los permisos que necesitaba comprar para contaminar.

Pero la realidad fue menos indulgente que la teoría. Cuando la pandemia causó estragos en las cadenas de suministro globales, el precio del gas natural aumentó, para triplicarse después de que Rusia invadiera a Ucrania. De pronto, el combustible más contaminante (lignito) no era el más caro, lo que motivó una mayor inversión de largo plazo en combustibles fósiles e infraestructura para GNL. La fijación de precios por costo marginal ayudó a las empresas eléctricas a obtener rentas gigantescas de consumidores minoristas enfurecidos, que se daban cuenta de que estaban pagando mucho más que el costo promedio de la electricidad. Como era de esperarse, la gente, al no ver ningún beneficio –ni para ellos ni para el medio ambiente- de las aspas que giraban sobre sus cabezas y arruinaban el paisaje, se pusieron en contra de las turbinas eólicas.

El aumento de los precios del gas natural ha expuesto las fallas endémicas que ocurren cuando un mercado simulado se injerta en un monopolio natural. Lo hemos visto todo: con qué facilidad los productores pueden confabular en la fijación del precio mayorista; de qué manera sus ganancias obscenas, especialmente de las energías renovables, hicieron que los ciudadanos se pusieran en contra de la transición verde; cómo el régimen de mercado simulado impidió una adquisición común que habría aliviado los costos energéticos de los países más pobres; hasta qué punto el mercado de electricidad minorista se volvió un casino en el que las empresas especulan sobre los precios futuros de la electricidad, obtienen ganancias en los buenos tiempos y exigen rescates estatales cuando sus apuestas les salen mal.

Es hora de terminar con los mercados de electricidad simulados. Lo que necesitamos, en cambio, son redes de energía públicas en las que los precios de la electricidad representen los costos promedio más un pequeño margen de beneficio. Necesitamos un impuesto al carbono, cuyas ganancias compensen a los ciudadanos más pobres. Necesitamos una inversión de gran escala como el Proyecto Manhattan en tecnologías verdes del futuro (como hidrógeno verde y granjas eólicas flotantes de gran escala) Y, por último, necesitamos redes locales de propiedad municipal de energías renovables existentes (solar, eólica y baterías) que conviertan a las comunidades en propietarios, gestores y beneficiarios de la energía que necesitan.


La UE reconoce que el mercado eléctrico marginalista es una estafa, de Pablo Echenique

 30/8/22

Han tenido que acercarse al apocalipsis económico Francia y Alemania para que la UE reconozca que el mercado eléctrico marginalista es una estafa.
Desde Podemos, llevamos años diciéndolo mientras nos despellejaban en las tertulias.
Y así con todo. Una y otra vez.

+   La UE tumba otro dogma liberal y se abre a intervenir el mercado eléctrico tras un año de escalada de precios Andrés Gil - Cristina G. Bolinches Economía

Tanto Bruselas como los 27 se conjuran para frenar el alza de precios ante la llegada del otoño y la perspectiva de que Putin cierre
el gas. "El mercado ya no funciona", sentencia la presidenta de la Comisión Europea.
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¿Quién se está beneficiando con la crisis energética, de Mikel Tar Orrantia Diez

 3/9/22

¿Quién se está beneficiando con la crisis energética (y de materias primas y agricola-alimentos) acentuada por las tensiones provocadas contra Rusia y la guerra de Ucrania?:
1) Los USA y sus oligarcas (y petroleras, agrÍcolas y armamentos);
2) las oligarquías europeas y sus pretorianos políticos y mediáticos, que acentúan su control sobre los europeos;
3) China que se atrae a Rusia a su campo de influencia...
Pierden los muertos y hambrientos del mundo por la acción neocolonial del neoliberalismo capitalista, y en Europa, los ucranianos y los rusos y los europeos de a pie...
Seguro que me dejo cosas importantes pero preguntemonos cuantos países ha invadido Rusia o China y cuantos los USA en los últimos 30 años...
Las buenas y pertinentes preguntas responden a muchas interrogantes imprescindibles para comprender lo que pasa...
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