La ola de calor y la sequía están ayudando a envenenar con ácido sulfhídrico el pantano de As Conchas, en Ourensecontaminado desde hace años por los nitratos provenientes del estiércol y los purines de las ganaderías industriales que posee y promueve en la comarca la empresa de alimentación Coren.

Los vecinos y la oposición política aseguran que de las aguas del pantano, sobre el río Limia, emana un olor insoportable a ese gas, perceptible a varios kilómetros de distancia y que se forma en el proceso de putrefacción de las cianobacterias que contiene.

Estas microalgas, las mismas que han contaminado durante años el Mar Menor de Murcia, se alimentan de los nitratos de las aguas residuales de las explotaciones industriales de cerdos y pollos de la zona, que se vierten en el terreno sin tratamiento alguno de depuración y acaban polucionando el río y el pantano. 

"El agua lleva décadas recibiendo toda esa materia orgánica que funciona como fertilizante para las cianobacterias", explica Pablo Álvarez Veloso, portavoz de la Asociación de Vecinos de As Conchas. "Y ya hay tal cantidad de algas que a las que están a cierta profundidad ya no les llega apenas luz. Por el calor y la sequía, cada vez reciben también menos agua [el embalse estaba a principios de este mes al 50% de su capacidad] y menos oxígeno, por lo que mueren, se pudren y producen ácido sulfhídrico", asegura.

El ácido sulfhídrico o sulfuro de hidrógeno es un gas tóxico con olor a huevos podridos por cuyo contacto o cuya inhalación en dosis bajas puede causar dolor de cabeza, fatiga, dificultades respiratorias e irritaciones y quemaduras leves en la piel, los ojos, la nariz y la garganta. Según los expertos, en concentraciones elevadas unas pocas bocanadas bastan para provocar mareos y vómitos e incluso pérdida de conocimiento y muerte por asfixia.

En forma de gas, el sulfhídrico suele dispersarse en el aire, pero en disolución acuosa tiende a concentrarse y puede ser también respirado a través la humedad. Especialmente si se forma niebla sobre los embalses, un fenómeno recurrente en el de As Conchas y que, según Álvarez Veloso, ha provocado ya la dispersión de toxinas y la pérdida de algunas plantaciones de viñedos de la zona (...)