La
cadena pública mantiene bajo llave, desde hace más de cinco años, 19
películas y series sobre la Segunda República y la Guerra Civil inéditas
y listas para su emisión
21 de
Diciembre de
2016
- Miguel Ezquiaga
http://ctxt.es/es/20161221/Culturas/10149/Segunda-Republica-guerra-civil-RTVE-video-Mercury-Films-peliculas-series-TVE.htm
Entre los escombros causados por las bombas, yace, cubierto de tizne,
el Capitán Cortés. El uniforme rajado, la frente ensangrentada. Su
defensa del santuario de la Virgen de la Cabeza, en Jaén, ha causado
centenares de muertos. Inmóvil, parece haber exhalado su último aliento
cuando el plano cambia, llegan tres soldados republicanos escopeta en
ristre y el oficial abre repentinamente los ojos para gritarles:
“¡España!”. Al ser detenido, Cortés hace parada sobre un monolito que
invoca
La Guardia Civil muere, pero no se rinde, imagen congelada que se funde con banderas ondeantes del águila franquista. Así termina
El santuario no se rinde
(1949), una epopeya del régimen emitida por Televisión Española el
último 18 de julio, 80º aniversario del alzamiento militar. Al tiempo,
la corporación mantiene bajo llave 19 películas y series sobre la
Segunda República y la Guerra Civil que nunca han visto la luz, según
denunció recientemente Unidos Podemos en una pregunta parlamentaria. El
grupo solicitó una respuesta por escrito a la dirección de RTVE. Aún no
ha recibido contestación.
Todas esas obras están pagadas y ese dinero público está ya gastado.
Sin embargo, hasta que estas no se emitan, no se transcriben, como
gastos, en la hoja de movimientos. Una trampa al solitario. Cuando se
adquieren los derechos de antena de la cinta, se establece un criterio
de amortización con un plazo de diez años, sobre la base de los pases
contratados –habitualmente tres, en ocasiones dos–. Si se cumple una
década de la compra y el producto no ha sido televisado aún, este pasa
automáticamente a la hoja de pérdidas. No es el caso de las
coproducciones de la casa. Por contrato, pueden emitirse sin
vencimiento. Así lo explica Miguel Ángel Sacaluga, miembro del Consejo
de Administración de la Corporación, nombrado por el Congreso a petición
del PSOE.
En el ejercicio de 2013, la valoración del
stock de obra
audiovisual adquirida por RTVE ascendió a 158 millones de euros. Después
no se han publicado, oficialmente, cifras que actualicen aquel
montante, pero Sacaluga asegura que podría haberse reducido para 2016.
Se han comprado muchas películas, pero todas se han emitido o están
programadas para hacerlo, como el lote de 800 cintas históricas
adquiridas en 2015 a Video Mercury Films, la distribuidora del productor
y presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo. Estaban destinadas
a
Historia de nuestro cine, programa de la segunda cadena que proyectó, entre otras,
Raza
(1942), basada en una novela homónima firmada por Francisco Franco. El
último lote de esas 800 obras, compuesto por un centenar de ellas,
aportó 1,3 millones de euros a la distribuidora de Cerezo.
“El presidente nunca ha informado al Consejo de la situación de estos
materiales sin emitir, más allá de referir problemas presupuestarios o
justificar que se trata de una decisión de los programadores ”, declara
Miguel Ángel Sacaluga. “Más allá de un discurso del ahorro, aquí operan
otros condicionantes. Quiero pensar que en TVE se va a abrir un nuevo
escenario en el que no cabrán vetos políticos, donde se busque la
independencia, la eficiencia y la eficacia. Todo lo producido está para
emitirse. No podemos consentir más películas o series durmiendo el sueño
de los justos”, denuncia.
El presidente nunca ha informado al Consejo de la situación de estos materiales sin emitir
Es habitual que RTVE se haga con abultados paquetes para televisar
progresivamente, pero el caso de las 19 películas con temáticas de la
República resulta singular: nunca han visto la luz. Muchas fueron
compradas, o producidas, al término de la segunda legislatura de José
Luis Rodríguez Zapatero. Aquel mandato duraría seis meses menos de lo
esperado y el nuevo gobierno, con mayoría absoluta del Partido Popular,
se apresuró a modificar, cinco meses después de ganar las elecciones de
noviembre de 2011, y por la vía del decreto ley, la forma de elegir el
Consejo de Administración de RTVE. La nueva norma permite nombrar al
presidente de la corporación desde la mayoría simple, y no con el apoyo
de los dos tercios de la Cámara de los Diputados, como marcaban las
leyes aprobadas por Zapatero. También eliminaron del organigrama a los
tres consejeros nombrados por los sindicatos.
Ricardo Sixto es diputado de Izquierda Unida por Valencia, donde los
gobiernos del Partido Popular desbarataron y después cerraron la
televisión autonómica. En mangas de camisa, sentado sobre la silla de su
despacho en la Carrera de San Jerónimo, asegura que por el hemiciclo
circulan rumores acerca de la dimisión del presidente del Consejo de
Administración de RTVE, José Antonio Sánchez. “En tal caso, hay opciones
de una mayoría sin el Partido Popular. Habría que negociar, llegar a
consensos, pero es posible que se renueve el órgano”. Sixto fue quien
realizó la pregunta que continúa sin respuesta, por segunda vez en dos
años. En 2014, Leopoldo González-Echenique, entonces a la cabeza de la
corporación, y también en el Parlamento, concretó el número de
producciones escondidas en la casa, y relativas a la Segunda República y
la Guerra Civil: esas 19 obras que, aún hoy, continúan dormidas.
La Comisión Mixta de Control a RTVE, en la que se enmarca la pregunta
parlamentaria de Sixto, lleva un año sin reunirse. “La legislatura
anterior fue fallida y las comisiones no funcionaron con normalidad. Por
otro lado, para una comisión mixta, el calendario se pacta entre las
mesas del Congreso y el Senado, un ejercicio que no se ha hecho para
este primer periodo de sesiones que termina en diciembre. Cuando se
acuerden las fechas, el presidente de RTVE, sea el que sea, estará
obligado a comparecer una vez al mes y se someterá a las preguntas que
le hagamos”, aclara el diputado.
En el texto recogido por el Boletín Oficial de las Cortes Generales, Sixto pone como ejemplo
La conspiración
(2011), dirigida por Pedro Olea y con guion de Elías Querejeta. El
telefilme, sufragado fundamentalmente por RTVE, nunca se ha visto en la
cadena pública, aunque sí lo emitió EiTB; la cadena vasca también
colaboró en su producción. Se trata de una obra que retrata al general
Mola, Carlos Moron, como artífice del golpe desde su retiro en Pamplona,
obligado por el gobierno del Frente Popular. Tras el fracaso de un
alzamiento en Madrid, orquestado por el general Rodríguez del Barrio en
abril de 1936, Emilio Mola asumirá el mando de la insurrección militar.
Según denunciaba Olea, la Iglesia católica impidió su rodaje en la
Catedral de Santa María la Real de Pamplona.
Tres días de abril (2010), una miniserie de dos capítulos
que narra las jornadas previas al 14 de abril de 1931, corrió la misma
suerte. En la obra dirigida por David Alonso, Alfonso XIII viste la piel
de Ginés García Millán, mientras que Pilar Castro encarna a Victoria
Eugenia. El Palacio Real de Madrid, como Versalles, se colma de
intrigas, susurros y traiciones que obligan al espectador a imaginar lo
que ocurre, paralelamente, tras los muros.
Se prometió reponer la primera parte de 14 de abril y estrenar la segunda, cosa que no ha ocurrido
“El departamento de ficción actuó de manera adecuada durante el
rodaje. Después fueron activos en la discusión del corte final, pero
siempre en términos profesionales. Lo cual me hace pensar que la
decisión de no sacar la miniserie proviene de una esfera política. Lo
digo yo, que soy un empresario del mundo audiovisual y no me agradaría
tener problemas con Televisión Española”, reconoce Antón Reixa,
productor de
Tres días de abril. RTVE fue la principal fuente
de financiación de la miniserie, y sufragó las tres cuartas partes del
coste de producción, de millón y medio de euros. Este medio ha intentado
contactar, sin éxito, con Fernando López Puig, director del Área de
Cine y Ficción de RTVE, y con Nicolás Romero, subdirector de este
departamento.
Tras el final de
La Señora, que nos llevó hasta las
elecciones municipales de 1931, y que superó los cinco millones de
espectadores, Prado del Rey coprodujo
14 de abril. La República.
La serie, ambientada en Madrid, cuenta la redacción de la reforma
agraria, muestra la Sanjurjada y se sumerge en el boicot de los grandes
burgueses al Gobierno de Azaña. La primera temporada se emitió en 2011,
alcanzó el 17% de cuota de pantalla, y el canal público dio luz verde a
Diagonal TV para el rodaje de una remesa de 16 capítulos. Esta segunda
temporada se llegó a presentar junto a
Isabel, en una première en los madrileños cines Capitol. Nunca se estrenó en pantalla.
Jaume Banacolocha, productor ejecutivo de la serie, explica que,
cuando pasaron los años, se le prometió reponer la primera parte y
estrenar la segunda, cosa que no ha ocurrido. Pero jamás recibió una
decisión definitiva de desechar la serie para siempre. “Da la casualidad
de que dejó de emitirse con el cambio de directivos en RTVE”, comenta.
Durante el FesTVal de Vitoria, el entonces director de TVE, José Ramón
Díez, anunció públicamente que tenía pensado emitir esa segunda
temporada en 2015.
14 de abril. La República se zambulle en un ambiente
politizado hasta retratar, incluso, a un anarcosindicalista de la CNT,
organización habitualmente desterrada del imaginario de la época.
Además, el guion se atreve con un tema históricamente obviado: el amor
entre dos mujeres. En la serie actúa Alex Angulo, desempeñando uno de
sus últimos papeles, antes de sufrir el fatal accidente de tráfico que
acabó con su vida. “Cuando alguien me dice que nuestros productos
amparan a la izquierda, yo respondo que defendemos la democracia y la
libertad. Y se da la circunstancia de que en el otro lado la derecha lo
que proponía era una dictadura”, concluye Banacolocha.