domingo, 22 de agosto de 2021

Antifascistas, republicanos, demócratas, de José Perelló

MSN.COM    José Perelló     16/7/21

Poco antes de ser desalojado de la Casa Blanca, Trump anunció que “Antifa (sic.), será incluida en la lista de organizaciones terroristas del gobierno estadounidense”, por considerar a esa organización responsable de saqueos, destrucción de propiedad pública y de mantener graves altercados con la policía tras la violenta muerte de George Floyd. Lo dice el tipo que animó al grupo armado de descerebrados supremacistas blancos a asaltar la Casa Blanca.

De nuevo la mentira convertida en arma política. Y el Partido Republicano en peligro de fascistización.

Los términos bailan según épocas y países. Llama la atención que los conceptos “república o republicanismo” aún tengan en nuestro país una inequívoca connotación de signo izquierdista y antifascista. El fascismo italiano era republicano, la derecha estadounidense está representada por el Partido Republicano (...)

 La derecha reaccionaria siempre ha tenido la habilidad de endosar la culpa de todos los males de España a la parte progresista. Y eso se consigue mintiendo y sembrando el miedo. Un ejemplo: Esperanza Aguirre decía estar convencida de que con gobiernos “comunistas” como el actual volverían las checas a las calles de Madrid.  En el Parlamento, la derecha y la extrema derecha cargan una y otra vez contra el Gobierno que “pacta con comunistas, republicanos, separatistas, supuestos filoetarras, etc.” (algo que también hizo el ínclito Aznar cuando le convino), metiéndolos a todos en el mismo saco, aunque ni ellos crean lo que dicen. No es que sean tontos, es que son malos y no tienen otro argumento que el heredado de Franco, para quien todo no adepto al Movimiento era “rojo” y “antiespañol”.

El PP, con el simpático Rajoy al frente, también ensayó en su momento esa suerte de estúpida simplificación: la ciudadanía española se divide en dos, la “gente de bien” ( o sea ellos, porque robar no está mal visto si no te descubren) y todos los demás, no importa si se trata de republicanos, comunistas, homosexuales, transexuales, lesbianas, separatistas, nacionalistas, anarquistas, o lo que sea. ¿Cómo calificar al resto de ciudadanos que no son “gente de bien”? ¿“gente de mal”? No cuela. Faltan apelativos únicos y excluyentes, como los que inventó Franco.

Pero he aquí que hace unos años renace la “derecha valiente”, llama a sus padres peperos “derechita cobarde” y vuelve a hablar de comunistas, rojos, antiespañoles, invasión, reconquista, cruzadas y otras zarandajas fascistoides ¡Hostias, qué susto!

El fascismo, ayer como hoy, supone un peligro real, y su mejor caldo de cultivo son las democracias débiles o fallidas (¿Lo es la nuestra? Muchos pensamos que sí). Su alimento es la incultura, la mentira, pero también la ligereza de ciertos políticos que, como Felipe Gonzalez y los felipistas, sostienen que España está “inmunizada contra el fascismo” (...)

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