domingo, 13 de diciembre de 2015

El dirigente más odiado de la universidad británica muestra el futuro de la educación

hace dos años intenté leer los libros de Nigel Thrift en el marco de mi interés por el estudio de las relaciones del espacio y la cultura. Aguanté apenas uno y luego me pareció un vendepeines que se había subido a la vulgata del posmodernismo más casposo, el que creía que yendo contra la representación resolvía los problemas de la distancia entre la realidad y el deseo. Ahora veo que la cosa era más grave: uno neocon más que pasó del marxismo al neoliberalismo sin dejar de perseguir sus intereses. Cualquier día cierra el departamento de Filosofía de Warwick, uno de los mejores de Europa. Que le den (ya le han dado un título de Sir, que le den otras cosas)
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Nigel Thrift, el exmarxista que ha sido nombrado Caballero, ha llevado a cabo una serie de reformas en la universidad de Warwick que han inspirado al sistema inglés. Es el reino del management
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-10-13/nigel-thrift-dirigente-odiado-universidad-britanica-futuro-educacion_1054613/   13.10.2015

'Con el fin de entender lo que depara el futuro, debemos primero entender y reconocer de dónde venimos. Y venimos de una situación en la que no hay dinero. Nunca se subraya este hecho lo suficiente: no hay dinero, no hay dinero, no hay dinero'. Son palabras de Nigel Thrift, 'Vice Chancellor' de la Universidad de Warwick, cargo que implica las funciones propias de un director ejecutivo. El contexto al que arroja ese punto de partida, desde la perspectiva de Thrift, es claro: la competencia por los escasos recursos es una realidad a la que la universidad debe adaptarse, peleando por ser más atractiva para los estudiantes, pero también por conseguir más financiación y más inversión. Además, la privatización en las universidades es inevitable, porque no pueden depender de la financiación pública si quieren mantener un alto nivel de docencia y de investigación. Y por último, como la globalización es una realidad, los centros deben ser más seductores para captar estudiantes, la financiación y la inversión.
El discurso de Thrift es bien conocido, porque resulta cada vez más popular en el ámbito de la educación superior anglosajona, pero también en el de la española: el sistema universitario está obsoleto, no es capaz de mantenerse y requiere de cambios profundos. Son ideas que han arraigado de tal manera que Thrift se ha convertido en uno de los directores de universidad que más tiempo ha permanecido en el cargo. Lleva desde 2006 y ha de retirarse este año porque las normas le obligan, pero incluso se ha planteado institucionalmente la posibilidad de una prórroga. El mejor ejemplo del reconocimiento del que goza es que Thrift ha sido nombrado Caballero por la Reina de Inglaterra. Su mandato, sin embargo, no ha estado exento de tensiones: hubo frecuentes huelgas laborales en la Universidad de Warwick en los años 2013 y 2014, y la contestación estudiantil creció enormemente, llegando a ocuparse en las protestas parte de las instalaciones. Thrift no lo vio como un gran problema, sino como una explosión airada de una minoría a la que calificó de 'yobs', un término similar a escoria con el que que se designa a personas, violentas, estúpidas y groseras.
Su último paso ha sido la adopción de ideas neoliberales, lo que ha añadido dosis de malestar al ya existente entre antiguos colegas de la izquierda
Todos estos cambios han hecho de Thrift uno de los personajes universitarios más odiados en el Reino Unido en el ámbito docente pero también de los más populares entre el mundo de la gestión, ya que perciben los cambios que ha promovido como la mejor apuesta para transformar la universidad. Thrift es un especialista en geografía humana que proviene del ámbito marxista, que después pasó al postestructuralismo y que más tarde fue el padre de la teoría no representacional. Su último paso ha sido la adopción de ideas neoliberales en su gestión, lo que ha añadido dosis de malestar al ya existente entre antiguos colegas, que ven en Thrift uno más de esos izquierdistas que se convierten al liberalismo radical tan típicos en décadas pasadas.

Lógica gestora, lógica educativa

La perspectiva de Thrift no es más que la continuación de procesos de gestión que han derivado en fuertes tensiones entre gestores y profesionales: su argumento de partida, la falta de dinero, es el mecanismo que dispara reformas profundas destinadas no tanto a combatir las disfunciones de un sistema ni a mejorar sus posibilidades, sino a generar nuevas formas de organización de los recursos humanos . En la universidad británica eso se ha concretado en una serie de medidas dolorosas, que van desde la reducción de salarios, los recortes en las actividades, la subcontratación y externalización de personal, los contratos de 'cero horas' (una figura legal británica que permite que el empresario no esté obligado a emplear un número de horas predeterminado al trabajador durante la semana, sino que le va llamando en función de sus necesidades) o el establecimiento de nuevas prioridades para los docentes, como la obligación de obtener un mínimo de 75.000 libras en fondos para la investigación, una exigencia que los sindicatos entendían que les convertía en “traders de la City, que son valorados dependiendo de la cantidad de dinero que pueden levantar”. 


La Universidad de Warwick.
La Universidad de Warwick.
La mayoría de las críticas que se han formulado, más allá de las cuestiones salariales y de las tensiones que crean los recortes, tienen que ver con el enfrentamiento entre dos lógicas, la del conocimiento y la de la gestión, la de la enseñanza y la del management. La universidad es un ámbito de aprendizaje, cuyo objetivo debe ser desarrollar habilidades de comprensión, investigación y pensamiento crítico entre los alumnos, además de aportarles un saber comprobable, y que posee sus propios métodos para producir conocimiento, para realizar las pruebas que lo demuestran y que lo acreditan, para desarrollar su tarea pedagógica y para organizar las relaciones internas. Las lógicas de la gestión son muy diferentes, tienen que ver con la cuenta de resultados, con la productividad, la rentabilidad y la obtención de fondos y subordinan las ideas y prácticas académicas a sus dinámicas: entienden que la función de la producción científica debe ser la de buscar el ascenso en los rankings, que la docencia debe estar orientada a la generación de conocimiento técnico aprovechable por el mercado, que las medidas de ahorro son esenciales para mantener la institución sana y que la inversión debe realizarse fundamentalmente para conseguir más brillo simbólico, invirtiendo en aquellas áreas, académicas o no, que les permitan obtener más recursos, más prestigio o más alumnos.

El nuevo 'management' de la educación

Esta visión ha sido muy contestada porque es en la que se han amparado para incrementar la retribución de la dirección de las universidades. Como cuenta el profesor Thomas Docherty, autor de 'Universities at war' (Sage) y suspendido de empleo y sueldo por Thrift, los 'Vice Chancellors' de las universidades británicas, en un contexto de crisis, no han parado de subirse sus salarios, en algunos casos hasta un 22% en el último año (uno de ellos añadió 105.000 libras anuales a su sueldo, un 39%). Dado que entienden que son cargos estratégicos que generan alto valor añadido, creen lógico aumentar las retribuciones a la gente que está salvando la universidad. Durante el mandato de Thrift, en época de despidos y fuertes recortes, el número de personas que cobraban en Warwick más de 100.000 libras pasó de 34 a 158.
Nigel Thrift acabó convirtiéndose en Sir Nigel por sus servicios a la educación superior, que se sustancian en su gestión de Warwick
Esta contradicción provocó que cuando se hizo público que Thrift iba a ser nombrado Caballero por la Reina, se pusiera en marcha una petición popular para que la decisión fuese reconsiderada, ya que era "un insulto para el personal y los estudiantes de la universidad que han sido víctimas de un gobierno egoísta y centrado en el lucro”.
Nigel Thrift acabó convirtiéndose en Sir Nigel por sus “servicios a la educación superior”, que se sustancian en su gestión de Warwick y en sus contribuciones en numerosos comités públicos, donde llegó a dirigir la Comisión de Investigación de Políticas Públicas sobre el Futuro de la Educación Superior. Es la mejor prueba de que el nuevo management está ganando la partida a la lógica educacional.

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