miércoles, 17 de febrero de 2016

La fosa de Puerto Real como ejemplo del terror franquista: "Es lo más duro que he visto"

"Es lo más duro que he visto", dice un miembro del equipo arqueológico que participa en la exhumación de víctimas del franquismo en el cementerio de Puerto Real (Cádiz). Con un centenar de personas localizadas, y lo que queda, es la mayor fosa común abierta hasta ahora en la provincia gaditana. 24.1.16
http://www.ecorepublicano.es/2016/01/la-fosa-de-puerto-real-como-ejemplo-del.html

La fosa de Puerto Real

La dureza de las imágenes no llega tan solo por el número de asesinados que yacen en la sepultura. Las abundantes evidencias de muerte violenta muestran ensañamiento de los golpistas en el momento previo a las ejecuciones. Muertos a balazos en la tapia, tirados junto a la vía del tren para servir de escarmiento, arrojados a la fosa, cadáveres cubiertos en cal viva para facilitar la descomposición.
Casi 80 años después de los asesinatos, los restos óseos muestran que hubo tortura, fracturas peri mortem... episodios infernales. Oculta, en una montonera de huesos, la tumba colectiva se reivindica como prueba de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el franquismo. No hubo guerra en Puerto Real, pero sí una carnicería que acabó con cientos de vidas en el pueblo y otros como San Fernando, El Puerto de Santa María, Cádiz o Chiclana de la Frontera.
El trabajo en el camposanto aborda una segunda fase que arrancó en diciembre. La primera, en 2014, recuperó a 35 víctimas. En la actualidad hay 100 cuerpos localizados. Y queda una tercera intervención, en la misma fosa, a lo largo de este mismo año. Una exhumación de la dirección general de Memoria Democrática de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, promovida por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Puerto Real, y en la que participan la Diputación de Cádiz y el Ayuntamiento puertorrealeño.
"En esta fosa están mis tres tíos, hermanos de mi madre. Eran hijos de Cayetano Roldán Moreno, mi abuelo, último alcalde republicano de San Fernando. A todos los mataron. ¿Razones? Ninguna", dice Juan Manuel Fernández Roldán. Es uno de los familiares de víctimas del terror golpista que visitan el trabajo de recuperación de la memoria que se realiza en el cementerio de San Roque.
Enrique Fernández Infante busca a su abuelo, Andrés. Quizás esté entre los restos que aparecen en una fosa que acoge como destino final a ejecutados de diferentes poblaciones de la Bahía de Cádiz. "Mi madre vio cómo lo detuvieron y lo subieron, junto con otras dos personas, en un camión salinero. Siempre dijo que lo llevaron al cementerio de Puerto Real". Andrés Infante era maestro en la escuela de aprendices.
"Mi padre se ganaba la vida con el periodismo, tenía una librería… lo que hicieron con él fue un asesinato puro y duro", relata Elena Fernández Muñoz, hija de José María Fernández Gómez, alcalde de Puerto Real. "Fue detenido sin orden en su despacho, trasladado al penal de El Puerto donde permaneció un mes, y un día le dijeron a mi madre que no volviera más, que no hacía falta. Tenía 33 años".
Juan Miguel Baquero | eldiario.es

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