20 de diciembre de 2024 Marco Schwartz
Uno de los grandes montajes de la historia reciente de España ha sido el llamado “milagro económico” de los primeros años de gobierno de José María Aznar. El PIB se disparó hasta pisar los talones del de Italia; la deuda, el déficit y la inflación cayeron a niveles sin precedentes, y se crearon puestos de trabajo a mansalva, al punto de que nuestro país fue bautizado como “la fábrica de empleo de Europa”. Los medios de comunicación internacionales se deshacían a diario en elogios al presidente y a su ministro de Economía, Rodrigo Rato, a quien atribuían una suerte de poder mágico sobre las finanzas públicas que permitía que un país de toreros y bailaores se codeara ahora con los estados más poderosos y serios del planeta. Ese entusiasmo mediático iba en paralelo con una potente campaña publicitaria desde la Moncloa que difundía por tierra, mar y aire el supuesto portento que tenía lugar en España. Uno de los admiradores más fervientes del “milagro” era el italiano Silvio Berlusconi, la estrella europea del momento (...)
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