Mauricio Bach 3/9/2025
Publicadas en el primer semestre de este año, son además representativas de diversas tendencias en el noveno arte
Todo abruma, Dash Shaw, Apa Apa / Blackie Books
El estadounidense Dash Shaw se hizo un nombre con el voluminoso Ombligo sin fondo, historia de la desintegración de una familia, repleta de innovaciones formales. Todo abruma es menos rompedora en la parte gráfica, pero su creatividad se despliega en la estructura del guion. Cuenta las historias entrelazadas de diez personajes cuyas vidas se cruzan en algún momento. De modo que funciona al mismo tiempo como una narración novelística y como una suma de relatos independientes. El título –Todo abruma– hace referencia a esas decisiones que nos cuesta tomar, porque somos indecisos o directamente no sabemos lo que queremos. Algunas son de lo más anodino: elegir entre dos camisas con el cuello ligeramente distinto para la boda de tu hermano; optar por un sabor de helado o por la montura de unas gafas… Pero otras decisiones, de carácter íntimo, sentimental, emocional pueden cambiarnos la vida.
Entre los personajes hay un modelo para pintores que posa inmóvil durante largas sesiones; una novelista que triunfó demasiado pronto; una chica que iba a hacer un viaje a Brasil con su novio y acaba yendo sola; un profesor de arte con un matrimonio desastroso que mantiene encuentros amorosos con una colega. El autor sabe sacar punta a las situaciones cotidianas para mostrar flaquezas y anhelos muy humanos, con los que todo el mundo puede identificarse.
Deep Me y Deep It, Marc-Antoine Mathieu / Salamandra Graphic
El primer volumen apareció el año pasado y el díptico se ha completado hace unos meses con el segundo. El primero tiene una cubierta completamente negra y el segundo, completamente blanca. Cuentan una historia que tiene continuidad: en la primera parte el protagonista es un humano y en la segunda una IA. La osadía de la propuesta queda clara cuando el lector comprueba que al menos la mitad de las viñetas del primer volumen son por completo negras, tan solo con globos de diálogo y un texto en la parte inferior que es el monólogo del protagonista. Contado así puede parecer una chifladura absurda, pero tiene todo el sentido del mundo para contar esta historia inquietante y fascinante.
No entraré en detalles sobre el desarrollo de la trama, porque es importante preservar las sorpresas que le aguardan al lector, pero sí apuntaré que el cómic tiene una enorme ambición tanto gráfica como temática. Aborda nada menos que los límites de la conciencia humana, la posibilidad de trascenderla mediante la IA, el origen y el final de la vida y la supervivencia de la humanidad. ¿Suena demasiado pretencioso? El resultado merece la pena.
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